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Mundo

6 de Septiembre de 2016

Gringa deja al descubierto todo lo que experimentará un extranjero que llega a vivir a Chile

A través de una columna publicada en Matador Network, Meaghan Beatley, señaló entre otras cosas que se reemplazarán todos los grupos alimenticios por el pan, "hasta que tu propia pirámide alimenticia sea una amalgama de marraquetas, hallulas y colizas. Consumidos usualmente en el desayuno junto con palta (ver el punto uno), así como también es un fiel acompañante en el almuerzo, en la cena y en la once (equivalente al tentempié británico), su invasiva presencia en tu vida eventualmente se manifestará en la expansión de tu zona media".

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bandera chilena

La gringa Meaghan Beatley emitió una columna en Matador Network en la que señala y detalla las nueve cosas que todo extranjero experimentará viviendo en Chile. Pese a que fue publicado hace varios meses, el escrito comenzó a cobrar notoriedad nuevamente.

Entre las cosas que destaca Meaghan es que te harás amante fiel de las paltas: “Erigirás altares a los dioses de la palta y dependiendo de tu religión, te encontrarás prendiendo cirios, cantando suavemente, desplumando pichones en el honor a la persona que pensó primero en usarla en hot dogs (completos) y diversas hamburguesas (o churrascos).

Añadió que “las deliciosas paltas cultivadas en casa son tan caras que tienen su propia página de fanáticos en Facebook (en serio, búscala). Asediado por el frenesí de la palta, te podrías encontrar tentado a complementar opciones poco ortodoxas –chocolate, Reese’s (dulces de chocolate con mantequilla de maní), calcetines –con esta dulce sustancia verde. Proceda con cuidado”.

En segundo lugar afirma que se reemplazarán todos los grupos alimenticios por el pan, “hasta que tu propia pirámide alimenticia sea una amalgama de marraquetas, hallulas y colizas. Consumidos usualmente en el desayuno junto con palta (ver el punto uno), así como también es un fiel acompañante en el almuerzo, en la cena y en la once (equivalente al tentempié británico), su invasiva presencia en tu vida eventualmente se manifestará en la expansión de tu zona media”.

A su vez, sostiene que ya no dará miedo ver a un paco a caballo acercarse a ti, puesto que en cada manifestación ciudadana se les puede ver en las principales calles de Santiago. “Pese a que inicialmente te evocara imágenes de los espectros del Anillo (Nazgûl o jinetes negros) atacando a Frodo, pronto te acostumbrarás a estos encumbrados encargados de hacer cumplir la ley de tal manera, que en una noche, cuando intentes parar un taxi, uno de ellos se acercará a tu costado –supuestamente para velar por tu seguridad- y procederá a preguntarte tu teléfono, lo que contestarás poniendo tus ojos en blanco e intercambiando una mirada cómplice con el corcel”.

Por su lado, apuntó a las mujeres extranjeras, quienes dominarán el “rostro inexpresivo (a falta de una mejor traducción de “resting bitch face”) cuando de tanto en tanto recibas claras invitaciones a fugarse y/o fornicar con algún transeúnte masculino”.

En quinto lugar, pero no menos importante, la estadounidense planteó que sin importar el nivel de educación, acá se traicionará “tu acento, y comenzarás a sonar como un camionero chileno. Los chilenos son conocidos por botar las “D’s” y las “S’s”, así como también por su habla empapada de chilenismos, palabras y expresiones exclusivamente usadas en Chile, las que son espetadas a un ritmo incomprensiblemente rápido. Como un no-latino, prepárate para transformarte en el objeto de risa de otros países de habla castellana: básicamente serás el equivalente a un suizo aterrizando en Estados Unidos, hablando inglés con un acento bengalí”.

Por otra parte, la autora de la columna afirma que “te aguantarás las lágrimas las primeras veces que te pidan que escupas valores monetarios en los miles por una simple cerveza o por un paquete de collets (¿Pensabas que se habían extinguido después de los ‘90s? murieron y fueron al cono sur)”.

Otro aspecto que resalta la columnista es que “creyéndote ya un nativo, comprarás un suéter de lana de alpaca –el que tiene el tren de almas de llama bailando sobre tu pecho- sólo para darte cuenta de que ninguno de los locales será sorprendido usándolo… muy de turista. Pese a todo, se volverá un ítem usual de tu tenida de invierno, básicamente tu segunda piel, tal y como te traicionaste a ti mismo al negarte a sacártelo alguna vez, y con esto, negándote a lavarlo”.

A renglón seguido, apuntó a que “te convencerás de que aprendiste a manejar los terremotos, una mortal mezcla de helado de piña, y joven vino fermentado (pipeño). Esto nunca será real, ya que te descubrirás (nuevamente) debatiendo al borde de lo ininteligible sobre si acaso el aterrizaje lunar tuvo lugar en un estudio de Hollywood, u otros patrones de bares”.

“Después de soñar con las legendarias playas del país, te sumergirás en sus burbujeantes aguas sólo para darte cuenta de sus temperaturas subárticas, que sólo pueden ser cómodas para las ballenas beluga y otros mamíferos marítimos (el Nº2 te ayudará en esta búsqueda). Menos mal que siempre están Los Andes”, cerró.

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