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Cultura

18 de Septiembre de 2016

Proverbios: Moralejas penquistas

Patricio Hidalgo Cambiaso nos hace llegar estos proverbios que rescató de la inveterada tradición oral de la Universidad de Concepción en los años 60, y que desde entonces conserva intactos en su memoria.

Por

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Los monos traviesos de las islas de Levante, se quisieron afilar un elefante,
sabedor el paquidermo del artificio,
con la trompa se tapo el orificio.
MORALEJA: En boca cerrada no entran moscas.

Las monjas Carmelitas, por muy Carmelitas que sean,
se mojan los pelitos cuando mean.
MORALEJA: Cuando llueve todos se mojan.

Una viuda desconsolada,
viendo sus ansias de pico en desventaja,
todas las noches cuando se acostaba,
se metía un gran chocoso por la raja.
MORALEJA: Las penas con pan son buenas.

Don Pietro el bachicha de la esquina,
diez polvos le echaba a su sobrina,
una noche que se le apagó la vela,
el bachicha se pescó a su abuela.
MORALEJA: Haz el bien y no mires a quién.

El señor Don Cirilo Moya,
se lavaba la pichula en una olla,
su señora confundida por entero,
en la misma olla le preparó el puchero.
MORALEJA: Nunca digas de esta agua no beberé.

Un cojo a la vuelta de la esquina,
con afán se afilaba a Carolina,
y por culpa de su pata desgraciada,
se manchaba el pantalón cuando acababa.
MORALEJA: Quien mal anda, mal acaba.

Un maricón con delicia suma,
se metía un gran tronco de luma.
Otro maricón, con delicia igual,
se metía un tronco de nogal.
MORALEJA: Sobre gustos no hay nada escrito.

Un joven elegante y muy discreto,
acostumbraba a masturbarse con exceso.
De tanto manosearse su sin hueso,
quedóse convertido en esqueleto.
MORALEJA: Bueno el cilantro, pero no tanto.

Un hombre más feroz que un megaterio metióse a dormir a un cementerio,
y encontrando una tumba semiabierta, plantóle siete cachas a la muerta.
MORALEJA: Con esto te digo amigo Arturo que ni en la tumba el culo está seguro.

El regente de las islas de Honolulo,
se afilaba a las siervas por el culo.
Ellas en venganza por este vicio,
le metieron una botella en el orificio.

MORALEJA: El que a hierro mata, a hierro muere.

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