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Nacional

19 de Septiembre de 2016

Daniel Matamala pide liquidar el Te Deum: “Llegó la hora que el Estado se emancipe del último vestigio de su sujeción a la Iglesia Católica”

A través de una columna de opinión publicada en Ciper Chile, e periodista manifestó que "el Te Deum hacía perfecto sentido en 1811, cuando José Miguel Carrera pidió a la Iglesia Católica celebrar una misa de acción de gracias para conmemorar el primer aniversario de la Junta de Gobierno. Chile nacía basado en la «fe verdadera», con la Iglesia unida al Estado, y la católica como religión oficial". En ese sentido, Matamala lanzó su propuesta: "La República debe organizar su propio festejo del 18 de septiembre. Uno que incluya a todos los chilenos y que sea una ocasión para reconocer nuestra identidad del siglo 21, como un país diverso: lo mejor de lo nuestro".

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matamala YT

El periodista Daniel Matamala escribió una columna de opinión en el sitio Ciper, donde pide sin pelos en la lengua terminar con el tradicional Te Deum ecuménico de Fiestas Patrias.

Para el comunicador, “el Te Deum hacía perfecto sentido en 1811, cuando José Miguel Carrera pidió a la Iglesia Católica celebrar una misa de acción de gracias para conmemorar el primer aniversario de la Junta de Gobierno. Chile nacía basado en la «fe verdadera», con la Iglesia unida al Estado, y la católica como religión oficial”.

Sin embargo, Matamala enfatizó que ahora en 2016 esos efectos perdieron todo tipo de sentido. En este punto explicó que “nos acercamos al centenario de la separación de la Iglesia Católica y el Estado de Chile, ocurrida en 1925. Chile es un Estado laico, y no existe ninguna razón para que la República siga subcontratando la ceremonia del 18 de septiembre a un culto religioso en particular”.

El periodista de CNN Chile respondió a todos los argumentos que defienden esta ceremonia, y los examinó uno por uno.

1.- “Hay que mantener las tradiciones”: Al respecto, Matamala sostuvo que eso podría ser posible “en la medida que esas tradiciones sean la expresión formal de un contenido que hace sentido a una comunidad. Cuando ese sentido ya no representa los valores de una sociedad, esa expresión formal tampoco tiene ya razón de ser. Aunque se nos presenten como algo inmutable, las tradiciones son plásticas y se amoldan a los tiempos. Es cosa de ver la escasa atención popular al Te Deum para entender que tampoco cumple una función de fiesta masiva”.

2.- “La mayoría de los chilenos son católicos”: El profesional aseguró que aquello “no tiene mayor importancia. En una democracia, el hecho de constituir un grupo religioso, étnico o social mayoritario no entrega ningún derecho especial a apoderarse de los ritos republicanos”.

Añadió que “estos deben ser inclusivos y representar a todos por el solo hecho de ser miembros de la Nación, no sólo a algunos (aunque sean mayoría) por su adscripción a algún credo, raza o grupo en particular. El hecho de que el Te Deum sea ecuménico (incorporando en un rol secundario a otras religiones) no cambia en nada este principio”.

3.- “El arzobispo tiene un liderazgo moral”: El autor de ‘Poderoso Caballero’, aseguró que “eso es más discutible que nunca tras los últimos casos de abusos sexuales, encubrimiento e inacción contra la pedofilia en la jerarquía católica. Por cierto, el arzobispo de Santiago sigue teniendo el legítimo derecho de intervenir en los debates políticos e intentar convencer a la opinión pública de sus posiciones”.

Matamala criticó que “lo que no corresponde es que sus ideas particulares sobre temas políticos como el aborto, el matrimonio igualitario, el salario mínimo o la corrupción reciban el subsidio de ser presentadas, sin contraste ni debate, en la principal ceremonia de la República”.

“De hecho, ni siquiera los propios católicos chilenos comparten la línea doctrinal marcada por la jerarquía ecleciástica en los Te Deum”, disparó.

Dicho lo anterior, el periodista de CNN Chile arremetió con que “llegó la hora de que el Estado se emancipe del último vestigio de su sujeción a la Iglesia Católica, y que deje de subcontratar en ella esta ceremonia. La República debe organizar su propio festejo del 18 de septiembre. Uno que incluya a todos los chilenos y que sea una ocasión para reconocer nuestra identidad del siglo 21, como un país diverso: lo mejor de lo nuestro”.

¿Alguna propuesta? El ex reportero de Canal 13 dijo lo siguiente: “¿Qué tal si el próximo 18 de septiembre, en vez de partir rumbo a la Catedral Metropolitana, las autoridades de la República se dirigieran a un símbolo de nuestra cultura, como el Museo de Bellas Artes, la Biblioteca Nacional, el Teatro Municipal de Santiago o la Casa Central de la Universidad de Chile? Allí, en vez del discurso del jerarca de un credo particular, podrían escuchar –y con ellos todo el país– las experiencias de los chilenos más destacados del año, elegidos por una comisión independiente. Digamos, a modo de ejemplo, que sean 18 reflexiones, de 5 minutos cada una”.

“Entonces sí, todos podríamos dar las gracias. Dar las gracias a todos los que hacen de nuestro Chile una Nación de la cual estar orgullosos. Entonces sí, podríamos sentir que esta fiesta nos pertenece a todos”, cerró.

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