Dentro de los fallecidos se encuentran ocho mujeres y cuatro niños, además de 20 personas con diversas lesiones post explosión.  En el atentado, también murió su responsable, el padre de la novia, quien padecía de un “desequilibrio mental” y estaba enojado con su exmujer, la mamá de la festejada.

La explosión fue minutos antes que llegara la hija, quien se salvó de milagro, no contando así con la misma suerte su madre y su abuela.

El porte de armas sería algo usual en Yemen, donde las autoridades sólo controlarían los centros urbanos. El país vive una guerra civil  desde marzo de 2015,  donde murieron más de 6.600 personas.