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Cultura

29 de Octubre de 2016

Halloween chilensis: Estos son los monstruos más aterradores de nuestra cultura nacional

En una competencia de quién mete más miedo que otro, este pasquín te contará cómo son los engendros nacionales y de qué se alimentan para que te cuides las espaldas y puedas salvar tu vida.

Por

demonios chilenos

El hombre lobo, momias, Frakenstein y otras criaturas deformes y terroríficas son las primeras referencias que suelen tener las personas cuando se le mencionan a qué cosas negativa asocian “Halloween”. Sin embargo, es poco conocido que Chile tiene sus propios monstruos locales que le pueden erizar la piel a cualquiera que se tope con uno de ellos.

En un artículo realizado por La Tercera, se mencionan varias figuras aterradoras de distintas procedencias repartidas en todo nuestro país. En una competencia de quién mete más miedo que otro, este pasquín te contará cómo son los engendros nacionales y de qué se alimentan para que te cuides las espaldas y puedas salvar tu vida.

Pincoya: Es una bella mujer que deja poco para la imaginación que merodea en Chiloé y es como una especie local con forma de sirena. Tiene una actitud coqueta, ya que decide cubrir su cuerpo sólo con algas y con parte de su propio cabello. Los rumores pueblerinos aseguran que es la encarnación de la fecundación y que es muy importante para la compañía de los pescadores. El único problema es que hay que observarla de lejos cuando se encuentra en la playa porque da señales claras de cómo será la pesca en los próximos días.

Si baila en dirección al mar, dicen que habrá una fructífera pesca. Pero, si hace lo contrario y sus ojos miran a la tierra, el escenario se invertirá y los peces no aparecerán. También aseguran que tiene influencia sobre los animales marinos y somete a penitencias a los residentes de ciertas playas que desobedecen secretas leyes o los castigados son los que se han atrevido a faltarle el respeto.

El diablo chileno: Aunque cueste creer, no tiene la figura del tirano ni el rostro de ningún político chileno. Las personas que lo han visto quedan sorprendidos porque viste con ropa de hueso fina; cubre sus piernas con un pantalón a rayas; camisa limpia y elegante; botas relucientes y espuelas que resplandecen con el sol.

Además, dicen que habla sin garabatos y que detenta unos ojos radiantes. También usa un bigote bastante particular porque están engominados, motivo que causa sorpresa entre los que lo conocen. No le hace el quite al cigarro que extrae de un recipiente de plata y para que no se den cuenta quién es él, la leyenda explica que esconde sus cuernos bajo un bonete o sombrero que le sirve para que no se percaten de su maldad.

Trauco: Es un pequeño travieso que es originario de los bosques de Chiloé, cuya vestimenta es una toga y un gorro elaborado por fibras de los vegetales que crecen en el lugar. Le gusta pasearse con un garrote y tiene los pies mutilados, así que su arma le sirve para reemplazar sus carencias físicas. Es la pesadilla de los niños y de los papás con hijas solteras porque es un seductor que persigue a las chiquillas que se encuentran en su camino.

Caben dudas de qué realmente quiere el Trauco. Algunos chilotes sostienen que este monstruo sólo quiere hacerle daños a las mujeres. Otras personas lo defienden porque explican que busca coquetear con ellas con su mirada penetrante y con su inteligencia desarrollada gracias a sus talentos. A pesar de que es fuerte y tiene la capacidad de envenenar el territorio donde pisa o dejar a algún infortunado lánguido con su mirada; su principal debilidad es que si es observado sin que se dé cuenta de ello, los poderes se desvanecen y muere al poco tiempo después de ese acontecimiento.

Si aún tiene dudas de cuáles son las otras leyendas chilensis de nuestra cultura local, haz click en este enlace.

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