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LA CARNE

20 de Diciembre de 2016

Estudio asegura que el pene se quedó sin hueso cuando al hombre le dio por ser monógamo

Investigación de científicos ingleses señala que la mayor competencia sexual ha hecho que varias especies preserven el báculo o hueso del pene, a diferencia de lo que ocurre con el hombre.

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peneok

Báculo es el nombre del hueso que está presente en muchas especies de animales, con la notable excepción del hombre, que alguna vez lo tuvo.

Esta semana se dio a conocer un nuevo estudio sobre este hueso extraesquelético que desde hace décadas desconcierta a los científicos.

Según informa ADN Radio, investigadores de la University College de Londres reconstruyeron la evolución del hueso del pene, rastreando durante millones de años su origen.

El artículo señaló que el hueso evolucionó en los mamíferos desde hace 145 millones de años y dependiendo de la especie fue aumentando o disminuyendo su tamaño.

Lo interesante de todo es que se llegó a la conclusión de que los animales con encuentros sexuales que duran más de tres minutos, calificado como “intromisión prolongada” tienden a tener el hueso del pene más grande, al igual que en los animales donde hay mayor competencia en el sexo.

Esta misma causa provocó que cuando el hombre se volvió monógamo hace 1.9 millones de años, hay una alta posibilidad de que se haya perdido el báculo, ante una presión evolutiva que cada vez iba disminuyendo.

Al mismo tiempo se señala que animales como chimpancés, muy cercanos al humano evolutivamente, tienen el báculo o hueso del pene muy corto, ya que la penetración en sus relaciones dura un tiempo corto, pero la competitividad con otros especímenes a nivel sexual podría generar que aún conserven el báculo.

Según la nota de ADN, Matilda Brindle, autora del estudio, explicó que “nuestros hallazgos sugieren que el báculo interpreta un papel importante en las estrategias reproductivas de los machos de especies en las que estos se enfrentan a niveles muy altos de competitividad sexual poscopulatoria. Que el coito sea más prolongado ayuda a evitar que la hembra se aparee con más competidores; de esta manera, el macho aumenta sus posibilidades de transmitir su material genético”.

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