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Opinión

26 de Diciembre de 2016

Columna de Esteban Elórtegui: Tortura en el Sename

"Niños, niñas y jóvenes han sufrido cachetadas, golpes, patadas, caídas, insultos, amenazas.....espeluznante violencia física y psicológica a manos de funcionarios públicos, inclusive hay niños lesionados, una sospecha de un homicidio culposo (niña fallecida en Cread Galvarino en abril pasado) y hechos que califican como tortura".

Esteban Elórtegui
Esteban Elórtegui
Por

SENAME

Es imperativo que se enfrente con sentido de urgencia, el más grave problema que tiene Sename: la cultura del maltrato en sus Centros de Administración Directa (AADD). Debe correrse el tupido velo -que la opinión pública intuye y muchos en el Sename y Minju conocen- de maltrato grave instalado (y normalizado) hacia los niños y jóvenes, incluso alcanzando por momentos la categoría de tortura.

Existen antecedentes, denuncias y casos acreditados en estos centros, como en los CIP CRC de Copiapó y Limache, en que recientemente el INDH accionó ante tribunales en favor de jóvenes salvajemente castigados. En el Cread Playa Ancha un dirigente fue sancionado en 2014 por golpear a un niño, otro destituido en 2015 y hoy existen 18 suspendidos por maltrato. En Cread Pudahuel el Ministerio Público próximamente formalizará a personal de trato directo.

Niños, niñas y jóvenes han sufrido cachetadas, golpes, patadas, caídas, insultos, amenazas…..espeluznante violencia física y psicológica a manos de funcionarios públicos, inclusive hay niños lesionados, una sospecha de un homicidio culposo (niña fallecida en Cread Galvarino en abril pasado) y hechos que califican como tortura.

Sí, leyó bien, tortura. Hablemos las cosas como son, en plena democracia en nuestro país, hay casos de tortura respecto de niños, niñas y adolescentes.

Basta ver la Convención contra la tortura, que entiende por “tortura” a los dolores, sufrimientos graves, físicos o mentales, castigos e intimidación realizada por algún funcionario público en el ejercicio de sus funciones. Al contrastar algunos sumarios concluidos en Sename se puede verificar que el maltrato en extremo en sus Centros, es ni más ni menos que tortura. Y esto constituye la violación de derechos humanos más grave en Chile desde la dictadura.

El 11 de noviembre recién pasado nuestro país se puso al día con los tratados internacionales de Derechos Humanos al tipificarse la tortura en nuestro ordenamiento jurídico. Esperamos que pronto el Estado cumpla a cabalidad con su rol de garante de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, partiendo por erradicar el maltrato en sus Centros.

Hoy el procedimiento de Sename -circular 2309- ante las denuncias de malos tratos se torna ineficiente y las medidas adoptadas insuficientes, principalmente porque dirigentes del Frente de Trabajadores despliegan acciones de todo tipo. Estos personeros entorpecen los procedimientos y presionan a todo nivel, a supervisores, directivos de los Centros, Dirección regional y nacional (amenazando con movilizaciones, acusaciones de persecución, maltrato funcionario, etc.) para que no se instruyan los sumarios, se cambie fiscal, no se suspenda, no se sancione, etc. Asimismo, presionan a los fiscales de los sumarios, y, lo peor, es que intentan -con bastante éxito- que los denunciantes (muchas veces los mismos niños, niñas y adolescentes víctimas) se retracten.

Esto conlleva una cultura organizacional enferma, en que la mayoría de los funcionarios que son trabajadores, honestos y responsables se hallan a merced de algunos irresponsables. La autoridad no es capaz de enfrentar firmemente la barbarie, la misión se invisibiliza al imperar el miedo, el encubrimiento y la impunidad. La institución está capturada por algunos que se sirven del aparato público, parecen operadores de una suerte de mafia, indignos de ser llamados representantes de los trabajadores.

En Sename es prioritario contar con fiscales que sean abogados, competentes, autónomos y, por sobre todo, se requiere de voluntad política: que este servicio sea profundamente intervenido cuanto antes, a través de un potente liderazgo, con calidad de interventor, acompañado de un sólido soporte técnico y político, a objeto de realmente velar oportuna y eficazmente por el interés superior de los niños, niñas y jóvenes más vulnerados.

*Abogado, ex Director Regional del Sename de Valparaíso.

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