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Cultura

5 de Febrero de 2017

50 años sin Violeta Parra, la artista más universal de Chile

Este domingo se cumple medio siglo desde que falleciera, a los 49, la mujer que marcó un antes y un después en el folclore criollo.

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Chile y el mundo, particularmente América Latina, recuerdan este domingo la figura de Violeta Parra con motivo de los 50 años del fallecimiento de la artista más universal que dio esta tierra.

En Santiago, bajo el título “después de vivir un siglo cantamos contigo”, la agrupación de artistas Canto General rinde tributo a la mujer que cambió para siempre la historia del folclores latinoamericano.

Una crónica de la agencia Telam recuerda a la cantautora como quien fue “el punto de partida del movimiento musical alumbrado en la década de 1950 y luego llamado “Nueva Canción Chilena”, que promovió la investigación y la evolución del folclore de ese país”.

Contextualiza el medio argentino que Violeta del Carmen Parra Sandoval nació el 4 de octubre de 1917 (este año se conmemora su centenario), en San Carlos, región del Biobío; hija del folclorista Nicanor Parra Parra y de Clarisa Sandoval. Tuvo diez hermanos, varios de ellos conocidos como poetas y cantores, como el caso de Nicanor. Sólo 15 años tenía cuando comenzó a cantar en algunos locales capitalinos en compañía de su hermana Hilda.

El medio venezolano Telesur  complementa que Violeta Parra logró proyectarse al mundo, y que además de cantante destacó como poetisa, compositora, pintora, escultora, bordadora y ceramista.

Violeta viajó por todo el país y estuvo en contacto con la realidad social, recorriendo barrios pobres y comunidades mineras.

“Me falta algo, no sé qué es. Lo busco y no lo encuentro. Seguramente no lo hallaré jamás”, diría tras la publicación de su último disco.

En la biografía novelada escrita en primera persona “Yo, Violeta”, Mónica Echeverría, quien concedió una entrevista a The Clinic en 2010, narra pasajes desconocidos, ocultos y secretos a voces de la vida de Violeta Parra.

“Al comienzo lo empecé en tercera persona y antes de la mitad dije “no puedo seguir así y tengo que hacer volver a la Violeta”. Quería usar su lenguaje. Leí muchas de sus cartas, me empapé de sus décimas, de todo. Ella es uno de los genios del Bicentenario. Que en el siglo pasado una mujer de madre analfabeta, críada en la pobreza, con niños patipelados, con tan poca instrucción, produjera las maravillas que hizo, era para que le diéramos más importancia. Sabía que existían algunas biografías sobre ella, muchos ensayos sobre su música, pero nadie, sentía yo, había descrito a la real Violeta sin tapujos”, dijo entonces.

En 2015 se inauguró el museo en su memoria, hecho celebrado por su hijo y músico Angel. “Si nos repartíamos su obra entre los familiares, mi mamá habría vuelto a sacarnos la cresta”, diría a The Clinic.

“Mi mamá decía: “No, esto no es para ustedes, es para el pueblo de Chile, el pueblo de Chile y el pueblo de Chile””, apuntaba además.

 

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