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Poder

5 de Febrero de 2017

Lagos se sincera: “He recibido llamados de amigos míos, que dicen en qué te metiste”

"Cuando me embarqué en esto, con la edad que tengo, dije que no es un demérito perder en democracia. Conocía las dificultades, aunque no pensé que eran tantas", dice el exmandatario en entrevista con El País de España.

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“Me acuerdo de una frase de Felipe González: se cansaron de vernos a los mismos en los noticieros durante tanto tiempo. Hay algo de eso también”, dice el expresidente Ricardo Lagos en una entrevista concedida a El País en donde habla del Chile actual y de cómo cuaja su candidatura en ese contexto.

Lagos responde que volver a competir, cuando se acerca a los 80 años, es porque quiere “correr la frontera de lo posible. Cuando goberné, en seis años los militares volvieron a sus cuarteles, hicimos una comisión sobre prisión política y tortura, de 20% de pobres bajamos a 11%, tuvimos el crecimiento más alto de América Latina. Ahora queda la desigualdad por resolver. Y un gran plan de infraestructuras, de fibra óptica”.

Cree que en América Latina no hay un giro ni a la derecha ni a la izquierda, pues el debate sigue “girando en torno a la igualdad. En EEUU o Europa cambia el índice de Gini antes y después de impuestos. Se redistribuye. En América Latina no cambia nada. Cambiar eso sí que es difícil. Hemos aprendido a reducir pobreza, pero no desigualdad”.

Las encuestas

A pesar de que no despega en las encuestas, y de que Alejandro Guillier le sigue sacando ventaja al interior del oficialismo, Lagos cree que la carrera sigue abierta, porque la abstención es enorme. “En las comunas de más de 100.000 habitantes en las municipales votó menos del 30%”, justifica.

Sobre el efecto Guillier, responde que “parece que están cansados de vernos a los mismos y él es la novedad. Es una respuesta muy poco sofisticada, muy simple. Es un deseo de decir intentemos por otro lado, la misma coalición pero con un rostro distinto. Pero no es mi estilo criticar. Por eso cuando me embarqué en esto, con la edad que tengo, dije que no es un demérito perder en democracia. Conocía las dificultades, aunque no pensé que eran tantas. He recibido llamados de amigos míos, que dicen en qué te metiste”.

En esa línea, admite que “si no fuera difícil no sería divertido”, y que por lo demás sería un retroceso si vuelve Piñera. “Que gobierne la derecha no es lo mejor para el Chile de hoy. El mercado resuelve algunas cosas, pero escucha más a los que más tienen”.

 

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