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Deportes

10 de Febrero de 2017

Gamadiel García, presidente del Sifup: “Más que buscar excusas en los refuerzos, las reglas del torneo son las que tienen que cambiar”

Defendiendo los colores de Colchagua en la cancha y a otros mil colegas del país fuera de ella. Así reparte su tiempo el nuevo presidente del Sifup, un jugador nacido de la cantera de la U, que defendió 14 camisetas en cinco países -hasta la fecha- y que se niega a colgar los botines. Con la misión de mejorar las condiciones para los futbolistas profesionales, Gamagol García Sánchez apunta a hacer los torneos más competitivos. “Cuando tienes una competencia real, solito se van mejorando las cosas. Si los equipos chilenos compiten y les va bien en copas internacionales, esa competencia hace el resto”, dice.

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El actual presidente del Sindicato de Futbolistas (Sifup) dice no pensar todavía en un posible retiro, a pesar de sus 37 años y más de 26 entrenando regularmente para vestir de corto. Gamadiel Adrián García Sánchez termina un día de trabajo pasadas las nueve de la noche en las oficinas del sindicato, pero se levante feliz al día siguiente para ir hasta San Fernando, entrenar y luego volver a sus funciones en la oficina frente al Estadio Nacional.

García, ahora con la número 12 de Colchagua Club de Deportes, sucede a Carlos Soto después de 18 años en la presidencia del gremio con una directiva que también integra el expresidente -ahora como director-, su compañero de equipo Fernando Burgos, el arquero Luis Marín y el volante de Colo Colo, Luis Pedro Figueroa.

Recién graduado hace unos meses de Administración Financiera en el Duoc, ahora tiene como meta seguir mejorando las condiciones laborales de sus colegas e intentando convencer a la ANFP y los directivos de los clubes de todas las divisiones de tener un torneos mucho más competitivos para elevar el nivel del fútbol chileno. Al fin y al cabo, encarando al estilo Gamadiel.

¿Cómo ha sido la experiencia de jugar en Segunda División después de una larga carrera en Primera, Primera B y el extranjero?

Bueno, para mí fue complicado porque venía de Concepción. La verdad es que no iba a jugar más porque las condiciones económicas del torneo no daban para fichar por algún equipo. O sea, económicamente yo no me iba a regalar, esa es la palabra real. Es cruda, pero yo no me iba a regalar. Yo no iba a firmar por las condiciones económicas que me estaban ofreciendo. No solamente porque me siento capacitado para estar en un equipo de Primera A o de Primera B, sino que también porque siento que no puedo ser un mal ejemplo para mis compañeros. No puede ser que un jugador más viejo esté ganando casi nada y después tú ocupes eso contra el resto. Es como un ejemplo, y aunque no se sepa porque esas cosas no salen a la luz pública, sí siento que tenía ese deber.

¿Si no va bajando la vara?

Exacto. Ese es mi punto de vista. A lo mejor no salió en ningún lado, pero para mí eso era fundamental. No era para hacerlo público ni nada, pero lo que se estaba ofreciendo no era para seguir en el fútbol. Así le pasó a Renato Ramos, que se tuvo que retirar. O sea, vuelvo al tema que más que la edad es un tema de rendimiento. Un jugador que hizo goles en todos los equipos y a la larga se tuvo que retirar porque no recibió una oferta acorde a lo que él pretendía. A mi me costó mucho también y, de hecho, firmé la última semana. Y salió Colchagua. En ese tema de los números no soy flexible y agradezco el poder jugar. Para mí esta es la actividad más linda del mundo y somos pocos los privilegiados de estar acá, pero también somos los que tenemos que cambiar el enfoque que se le da a la actividad.

¿Estás contento en Colchagua?

Estoy contento con la institución a la que llegué porque es seria. Nos da todo lo que necesitamos. Hay un respaldo de la ciudad. La gente nos trata súper bien, está muy contenta de que nosotros estemos también en el sindicato. Y he tenido situaciones sindicales con el presidente del equipo, que él las ha entendido muy bien.

¿Cómo cuales?

De despido de compañeros, donde tengo que actuar como sindicato y no como jugador del equipo. En muchas otras instituciones se provocaría un conflicto y el presidente de la institución lo entendió muy bien. O sea, sabe que yo me voy a jugar la vida por el equipo, pero también si tengo que defender a un rival, independiente de la institución que sea. Por lo tanto, se dan todas las condiciones para estar muy contento con el equipo. Y se dieron porque el fútbol es así. A lo mejor a mi me tocó seguir un poco más, otros compañeros tuvieron que quedarse, pero me parece que en ese aspecto queda mucho por mejorar esas condiciones de algunos equipos, pero creo que eso va de la mano también con el torneo. Un torneo que no es competitivo, no es atractivo, obviamente se va todo para abajo. Tenemos que aportar con tiempo lo que se venga de aquí en adelante.

¿Cómo se vive el sindicalismo en el fútbol? Uno tiene la noción de que los futbolistas están en otra.

A ver, sí, el futbolista está en otra, pero para eso estamos nosotros, encargados de estar acá. A mi, principalmente lo que me importa es que si se toman consideraciones, se tomen en consenso. Que sean de común acuerdo, de mayoría. Porque así es la democracia. Aquí nadie es de algún partido, nadie se encasilla en algún color político, pero la democracia es así. Mayoría manda y nosotros somos representantes de eso. De hecho, estamos acá por eso. Por lo tanto, todas las resoluciones que tomemos como sindicato son respaldadas por la asamblea de jugadores. Y en la asamblea de jugadores se genera un tema importante: son los más grandes los que vienen. O los referentes del equipo, capitanes. Por lo tanto, tenemos una representatividad bastante alta. Si me preguntas cuántos son los afiliados, acá son los mil cuarenta y tanto jugadores del torneo. Eso nos da un respaldo, pero tenemos que ocuparlo de buena manera. No puedo estar llamando a paro cada semana. En algunas cosas, como siempre lo he dicho, tenemos que ser flexibles entendiendo situaciones y momentos, pero hay otras que no. Y en esas que no tenemos que acuerdo, siempre debe ser teniendo claras las cosas que queremos para mejorar la actividad. Como tú dijiste, a lo mejor el futbolista no está muy interiorizado en lo que es el sindicato, pero para eso estamos nosotros. Para entregar la información que corresponde, en el momento que corresponde, para respaldar y pelear por el jugador en todo momento.

En Chile existe mucho miedo al sindicalismo, los empresarios le tienen un cuco tremendo y está muy estigmatizado. ¿Pasa lo mismo en el fútbol?

En ese contexto histórico, los sindicatos han perdido fuerza. Y lo sabemos por ley, por las cosas que han pasado. Tuvimos un gobierno militar que prácticamente abolió el tema de los sindicatos en Chile y que lógicamente se han ido poniendo un poco más fuerte al pasar los años. Pero cuando apelas al sentido común es casi imposible que la gente no te encuentre la razón. O sea, cuando tú peleas por un sueldo digno, por una condición laboral que te permita hacer tu trabajo de buena manera, no hay nadie que te vaya a decir ‘no estoy de acuerdo’. Eso es lo que apuntamos nosotros como sindicato. En ningún momento te he mencionado sueldos de jugadores, porque en algún momento se va degenerando la pelea y siempre te dicen que queremos ganar más. Y no, si cada jugador pelea por su sueldo individualmente. No voy a poner sueldos mínimos, ni sueldos topes. Cada jugador ve dónde le aprieta el zapato. Pero yo me quiero preocupar por las condiciones. No solamente que te paguen tu sueldo, sino que lo hagan cuando corresponde. No que estés trabajando, sino que las condiciones en las que trabajes sean acorde con la legislación. En ese aspecto, yo le pregunto a cualquier compañero de cualquier división sobre esto y van a estar de acuerdo. Y cuando tienes una competencia real, solito se van mejorando los sueldos. Si los equipos compiten y les va bien en copas internacionales, esa competencia hace el resto.

Efectivamente el hincha del fútbol también está muy pendiente de las grandes cifras de jugadores. Que Alexis Sánchez va a ganar tanto a la semana, que Arturo Vidal vale tanto para irse al fútbol inglés.

Y me parece genial. Me encanta cuando hablan en la televisión de lo que van a ganar o de lo que pueden llegar a ganar. ¿Y por qué te digo que me encanta? Porque es una realidad que no se vive habitualmente. Es como cuando alguien se gana el Loto. Yo por lo menos me pongo feliz cuando alguien se lleva el premio solo. Me pone contento ese tipo de situaciones porque se salen de las normas generales. Y espero que muchos más puedan obtener ese tipo de situaciones a futuro. Porque hay un sacrificio. Yo estoy desde los 9 años en el fútbol y sé lo que uno pierde por ser futbolista profesional. Ojalá muchos más puedan optar a esos montos, pero no es la realidad. Me encantaría que en esa nota de los sueldos millonarios también hubiera una noción de cuál es el porcentaje de jugadores que llegan a esos sueldos. Ellos son excepciones, y ojalá ganen más, porque a eso hay que apuntar también. Ellos están en un nivel futbolístico genial, pero me gustaría que no apuntaramos siempre a las excepciones, sino que a las realidades, y la realidad acá en Chile es mucho más cruda.

¿Y ese mismo éxito deportivo internacional de algunos jugadores y de la selección chilena se está tratando de traducir en la estructura del fútbol chileno?

Yo creo que hay que apuntar a tener un campeonato chileno tan bien visto, de tan buena manera como se ve la selección chilena.

Hay una diferencia bastante grande.

Bueno, es cosa de ver el ranking mundial de cómo está Chile hoy. Se ha conseguido con varios procesos y están ahí en el ranking mundial. ¿Pero qué pasa con el torneo chileno, por qué no podemos apuntas para allá? Ah, es que quedamos eliminados de Copa Libertadores en primera fase. Bueno, qué está pasando po. Por qué se está generando eso. Tenemos también que ser autocríticos. ¿Por qué no tenemos un campeonato que permita que equipos que clasifican a torneos internacionales estén metidos arriba? Son tareas que no podemos desconocer, pero necesitamos que nuestro torneo sea un torneo fuerte. Y caemos a lo mismo po: hagámoslo competitivo.

¿Quién no quiere hacerlo competitivo?

Un torneo sin descenso, ahí está el claro ejemplo. Un torneo donde jugadores tuvieron que retirarse porque a los equipos les daba igual contratarte o no. Por lo tanto, solito te diste la respuesta. No es necesaria una cátedra para mostrar que el torneo está al debe.

¿Y qué pueden hacer ustedes desde el Sifup?

Nosotros queremos aportar y queremos hacerlo con tiempo. ¿Cómo haces un torneo más competitivo? Acá dieron vuelta el torneo para el calendario europeo para vender jugadores. ¿Cuántos jugadores se han vendido directo a Europa desde eso? Vámosnos al porcentaje, los números no engañan. Ni un brillo los números po. Después, tenemos a mitad de año una ventana chica para contratar tres jugadores. Mira, en Brasil pueden contratar los jugadores que quieran. Y después tú te enfrentay a un equipo brasileño que viene con un tanque y granadas y tú vay con una pistola de agua a una copa internacional. Entonces, después no le echemos la culpa a los futbolistas chilenos porque nos fue mal. De una u otra forma te lleva a que te vaya mal. Son cosas en que nos hemos ido equivocando y espero que podamos hacer cosas diferentes. Ahora nos tocó la fortuna que como sindicato justo nos tocó el cambio del torneo con calendario europeo, que no benefició a nadie.

¿En tus casi 30 años ligado al fútbol, desde esa experiencia, los torneos han ido bajando la competencia?

O sea, tomemos en cuenta que antes llegaban a Chile seleccionados de otros países de Sudamérica. Yo tuve la fortuna de estar en el equipo de la “U” que prácticamente eran 11 seleccionados chilenos, que muchos de ellos fueron a Francia. A ese equipo vino Richard Báez, seleccionado paraguayo, campeón de Copa Libertadores con Olimpia; Flavio Maestri, seleccionado peruano; Edison Mafla, seleccionado colombiano; Arilson, seleccionado brasileño. Pipo Gorosito en la Católica, Beto Acosta, (Sergio) Vásquez. A esa calidad de torneo tuve la posibilidad de llegar. Si tú me dices hoy quiénes son los seleccionados de otros países que llegan a este torneo… ¿Qué jugador me puedes decir?

Una excepción, a lo más.

Hay excepciones, pero antes eran frecuentes. Entonces, pueden decir que los valores no dan para que esos jugadores jueguen en Chile. Bueno, no sé cómo lo hacían antes, cómo los traían.Y me puedes decir ‘sí, pero el fútbol chileno quebró en esa época’. Sí, quebró, pero no tenían tampoco un auspicio potente como la televisión. Ahí la plata la sacaban de promociones, auspiciadores. Y bueno, un montón de cosas que podemos criticar o alabar, pero el tema es cómo le damos un toque al torneo. Yo creo que el tema, más que buscar excusas en los refuerzos, las reglas del torneo son las que tienen que cambiar. A mi por lo menos me gustaban muchos los playoffs. Eliminación directa, que juegan por ser campeón. ¿Qué pasa con los que no clasifican? También podría haber un giro a eso y que se jugara otro en la parte baja de la tabla, las liguillas de promociones. Y así hay otra gente que le gusta torneos cortos y otros con el torneo largo de febrero a diciembre, con un campeón. Entonces, si queremos hacerlo interesante tiene que serlo en la parte alta y la parte baja. Eso es lo que diremos a la ANFP.

Colgar los botines

¿Hay alguna cosa que te haya gustado hacer y que no se dio la opción en tu carrera?

No. Jugué donde quise. Todos los contratos que firmé no fueron consecuencia de una obligación. Por lo tanto, todos fueron porque yo los quise firmar, económicamente fue lo que yo quise ganar. Futbolísticamente no fui nunca banca, en ningún equipo. Por lo tanto, hoy me puedo vanagloriar que en el fútbol tal vez no fui el mejor del mundo, pero hice carrera y la carrera la hice con errores que tal vez cometí, pero son decisiones que uno va tomando en la vida y hay que asumirlas de alguna manera. Lo que sí me hubiera encantado, que es el sueño de todos, es salir campeón con Chile. Jugando, estando en la cancha. Pero no siendo parte del plantel, sino que jugando. Para mí hay una diferencia. Eso nomás, pero porque es un sueño lógico. No es por un tema tampoco que te respeten más o menos por eso, sino que es por una cuestión de honor. Acá la plata pasa y el honor es el que queda. Creo que ese es el máximo honor para un futbolista. Es lo único que te puedo decir que no logré. El resto, hice lo que quise, jugué donde quise, firmé los contratos que quise. Y más importante aún: respeté las camisetas de los equipos como si fuera un hincha más.

Eso la hinchada lo agradece.

Sí po. Por lo menos no pueden decirme que fui un cagón o un trotón. En ese aspecto, ya me puedo ir tranquilo. Puedo ser malo, pero ahí depende del punto de vista de la gente. Pero cagón, nunca. Trotón, menos. Y en ese aspecto la gente siempre te agradece. Me lo dicen. Porque podis ser bueno o malo, pero la gente al final ve lo que diste en la cancha.

¿Cómo funciona el futbolista que lleva 20 años de profesional y se acerca al retiro?

No lo sé po. Uno se hace la idea, pero dice estar preparado hasta ahí nomás. Porque el tema principal es que… yo te podría decir que estoy preparado para el retiro. Que ya jugué lo que tenía que jugar y listo. Pero no es así. La verdad yo no me veo, a pesar de la edad, fuera del fútbol. Yo voy a entrenar y cumplo con los trabajos físicos que corresponden, que los hace un compañero de 18 años. Yo también los hago. Pero no depende de mí. Me imagino que debe ser duro. Yo estoy de vacaciones 5 días en el año o 10 días, dependiendo de lo que me den, y lo único que quiero es salir a correr. Es la costumbre. No solamente por los 20 años de fútbol profesional. Yo desde los 9 años que voy a entrenar siempre, todos los días y cumplo con horarios. O sea, yo soy futbolista. Puedo tener una profesión hoy, estudié, todo lo que querai, pero en realidad lo mío es el fútbol.

¿No harías otra cosa?

No me veo en una empresa de las 8 de la mañana hasta la hora en que me toque salir, frente a un computador. Es lo que hay que hacer, lamentablemente, porque la vida continúa. Volviendo al otro tema, me encantaría que todos tuvieron la opción de poder ganar tanta plata como Alexis Sánchez o Arturo Vidal y dijeran ‘yo cumplí con mi misión futbolística y ahora a mi casa, a disfrutar o enseñarle a los niños gratis’. Pero la vida no es para todos igual y hay que asumirla de esa manera.

Entonces no te ves retirado.

No, yo no me veo retirado, de verdad. No me gustaría. El fútbol es tan lindo. O sea, yo estoy acá ahora, ayer estuve hasta las 9:30 de la noche, pero al otro día voy feliz a entrenar. Viajo a San Fernando, entreno con mis compañeros y digo ‘qué rico entrenar, qué rico correr, estar cansado’. Y después llegay acá a cumplir las funciones contento. Yo creo que el fútbol, a la larga es como una inyección. Todos pueden decir ‘¿y no estay cansado?’. Claro que me canso, pero disfruto aún más. Yo creo que incluso más que cuando era más chico. Hoy veo más cerca el tema del retiro y quiero disfrutar todos los momentos del fútbol. En ese aspecto, no sé si estoy preparado para retirarme porque me gusta demasiado el tema. Va a llegar el momento, pero todavía no me veo sin jugar.

Tienes una carrera larga, en equipos de distintos países. ¿Qué destacarías como logro en el fútbol?

Es que es la carrera completa. No creo en lo otro. Mi mayor logro es decirle a mis compañeros ‘fui a México y jugué, fui a Grecia y jugué’. ¿En Colombia? Jugué. ¿En Venezuela? jugué. Adonde fui, en los esquipos que estuve, no fui a sentarme a la banca, a ganar la plata fácil. No fui a turistear. Y sigo teniendo contacto con un montón de compañeros. Creo que lo único en que me equivoqué es salir de algunas instituciones muy rápido y no haber hecho carrera en alguno. En Grecia, por ejemplo, tenía contrato de cinco años. En México también. Pero yo jugaba y si tenía una oferta mejor me iba. Nunca me proyecté dentro de un plantel. Lo único que yo quería en la vida era jugar en la “U”. Me hubiera quedado en la “U” feliz. No se dio lamentablemente y después de eso, adónde me pedían iba. Los riesgos los asumía y yo ‘listo, no importa, vamos a jugar’. Y daba lo mismo donde fuera. Fui afortunado porque me tocaron buenos equipos, buenas instituciones y bonitos países. Recorrí mucho, conocí mucho. Pero eso, todos salen campeón aquí y allá, pero cómo eres campeón, de qué manera, cuánto jugaste. Para mi es más importante que cualquier título. Las ganás y las perdidas las viví yo.

Llegaste incluso a Grecia. ¿Cómo lo hiciste allá?

Aprendí. Bueno, yo me preparé para ser futbolista. Gracias a Dios tuve una formación en la “U”, cuando era la Corfuch, con gente que se preocupaba de que nosotros tuviéramos herramientas necesarias para lograr ser a la larga un futbolista profesional. Por lo tanto, estudié cuando tenía que estudiar, me preparé, en los estudios en los horarios en que podía ir. Estudié inglés entre juvenil y primer equipo. Después de eso, lógicamente el inglés te sirve para todo. Y años después tuve la facilidad de comunicarme con la gente porque ya tenía noción del inglés. Tal vez no es el más perfecto, no es un inglés británico, pero me permitía desenvolverme bien en los hoteles, en la ciudad. Y con eso pude hablar griego. Prácticamente a los tres meses ya estaba hablando griego y me podía comunicar con griegos, por lo tanto, un idioma más al pecho jaja. A la larga es la formación lo que te permite triunfar o no. Tal vez tu carácter. Yo no me veo dentro de un camarín en silencio, por lo tanto, tuve que aprender portugués, griego. Chamullaba alemán con otros compañeros. En ese aspecto, de comunicación, no me iba a quedar callado. O les enseñaba yo a todos español o me enseñaban ellos su idioma. Y en general puedo contar con esa historia, de estar en un camarín con nacionalidades de todo tipo, idiomas que son prácticamente desconocidos. Y también te das cuenta de cómo el jugador europeo se proyecta dentro del fútbol. Tenía compañeros que hablaban seis idiomas. El único que no hablaban era español porque estaba muy lejos. Pero no sé po. Compañeros que donde llegábamos hablaba alemán, holandés, francés. Hoy día tú ves a Guardiola hablar en alemán, se sienta en la banca de un equipo inglés y habla inglés. Esas son herramientas que nosotros deberíamos estar proyectando. A solo estar en Chile o queris triunfar a nivel internacional. Son cosas que yo como sindicato quiero darle a mis asociados.

Eso es algo que asume uno de manera más personal. No todos los colegas hacen lo mismo.

No. Y es por un tema de cómo distribuyes tu tiempo en tu día a día. Tiempo para todo hay. Para estudiar, tenis toda la vida. Para el fútbol, no. Entonces hay algunos que se preocupan primero y principalmente del fútbol, y a medida que van pasando los años y tienes tu carrera más o menos formada y hecha, te preocupas del resto. Y puedo tener 10 títulos, pero a dónde voy a trabajar si tuve 20 años en el fútbol y no tengo un currículum acorde a lo que estudié. Es complicado. Son cosas personales. Estudiar es un reto personal. Y en esos retos personales vamos a tratar de dar las herramientas necesarias para todos.

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