La generación de oro va por la única hazaña que le falta

Si hay algo que le falta a la generación dorada del fútbol chileno, bicampeona de América, es derrotar a Argentina en condición de visitante. No es fácil, no se trata de ir a pararse al Monumental, guapear, gambetear y listo. Los trasandinos son subcampeones del mundo y tienen a Lionel Messi. Que puede que a veces parezca una fantasma con la camiseta de su país, pero con un minuto de inspiración derriba a cualquiera. Aún así, pudiese ser que éste sea el día, que ésta sea la jornada de la gloria, del anhelado triunfo.

Incluidas las dos finales de Copa América, desde 2015 la selección ha vencido a todos los equipos de la región. A todos, menos Argentina. Todo partió el jueves 11 de junio de 2015 cuando Chile, en ese entonces dirigido por Jorge Sampaoli, derrotó por 2-0 a Ecuador en el primer partido del grupo A. Ocho jornadas después de esa brega, y con el objetivo de pasar a cuartos, la Roja goleó 5-0 a Bolivia, y de esa manera se instaló entre los ocho mejores a la espera de Uruguay. El citado encuentro se produjo el miércoles 24 de junio. Aquella noche, con dedo de Jara incluido, Chile dejó en el camino a los charrúas por la cuenta mínima.

Hasta ahí, eran tres selecciones sudamericanas las doblegadas en los pastos del Nacional. Luego vino Perú en semis (2-1) y el triunfo por penales sobre Argentina el 4 de julio.

En septiembre de 2015 se venció a Paraguay en un amistoso y el 8 de octubre, por Clasificatorias, Chile consiguió una de las victorias más resonantes en la región al derrotar a Brasil por dos goles a cero en el Estadio Nacional. Hasta ahí, seis combinados vencidos.

Después vinieron victorias frente a Perú (clasificatorias) y Venezuela en Barinas.

Finalmente, la Roja venció 2-0 a Colombia en semis de la Copa Centenario, la que le ganó nuevamente a Argentina, una vez más por penales.

Con ese último resultado, Chile sumó ocho victorias sobre nueve posibles en Sudamérica. Tras la vuelta a la clasificatorias, repitió sobre Perú, Bolivia (secretaría) y Uruguay, además del empate con Colombia, y los reveses frente a Paraguay y Ecuador.

Así las cosas, Argentina es el único que equipo que en estos dos años no se pudo doblegar en cancha. Ganar entonces sería cerrar un círculo virtuoso, sobre todo si se tiene en cuenta que nunca se consiguió en Clasificatorias en condición de visitante.