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LA CARNE

7 de Abril de 2017

Relato de una confundida: “Por primera vez en mi vida grité ¡Viva Chile!”

"No sé qué hacer. Llevo cuatro años “felizmente’’ casada, y el otro día mi marido me confesó de que había estado con otra mujer. De pura pena me fui donde una amiga y me puse a tomar cerveza. No sé qué pasó, pero terminamos en una salsoteca. Ahí conocí a un tipo de otro país, quien me invitó a su departamento. Entre que se me pasó el copete terminé haciendo el amor". Así comienza el relato enviado a La Cuarta, de una mujer que sufrió el feo gorreo por parte de su marido y posteriormente se sacó las penas metiéndose con un morenazo que la hizo ver estrellitas.

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“No sé qué hacer. Llevo cuatro años “felizmente’’ casada, y el otro día mi marido me confesó de que había estado con otra mujer. De pura pena me fui donde una amiga y me puse a tomar cerveza. No sé qué pasó, pero terminamos en una salsoteca. Ahí conocí a un tipo de otro país, quien me invitó a su departamento. Entre que se me pasó el copete terminé haciendo el amor”.

Así comienza el relato enviado a La Cuarta, de una mujer que sufrió el feo gorreo por parte de su marido y posteriormente se sacó las penas metiéndose con un morenazo que la hizo ver estrellitas.

Ahora se encuentra ultra confundida de si seguir o no el vínculo con su esposo infiel, argumentando que “a mi hombre lo amo, pero al moreno lo deseo. No sé qué hacer. Y no tengo hijos”.

En su historia soltó que “lo que nunca me habían pasado me resultó con él (morenazo). Llegué al clímax y por primera vez en mi vida grité ¡Viva Chile! Quedé tan cansada, porque le pedí más, y más y más”.

“Y sentí la sensación cuatro veces. Desde niña nunca supe lo que significaba esto”, cerró.

En la habitual “Ventanita Sentimental” del diario pop la aconsejaron de la siguiente manera:

“Juanita:

Si al final de la carta me llora, pero remata con que “no tengo hijos’’, es como para decirle sópleme este ojo. Es decir se entregó a renunciar al malo pa’l catre y más encima engañador. Hágalo si lo siente, pero no busque al moreno que se los trancó, porque seguramente debe ser normal para él andar con una y otra jermu”.

Agregó que “si la llama bien, pero si no de vuelta la página y trate de recomponer su vida. Igual sería bueno que su marido supiera lo que le sucedió a usted. Primero, se moriría de vergüenza porque él nunca pudo hacerla de taquito con su esposa; y segundo, toda su historia va a ser interpretada como un castigo al ponedor de cuernos”.

“Lo que sí, siempre las cosas se piensan con el corazón. Si quiere volver, hágalo, pero búsquele una pócima a su marido para que la haga ver burros verdes. Si es que puede”, afirmó

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