Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Deportes

7 de Octubre de 2017

Esta crónica argentina explica las razones de Brasil para vengarse de la albiceleste en fecha final de la clasificatoria

Brasil juega con Chile el martes en Sao Paulo y de alguna manera, más allá de lo que haga Argentina frente a Ecuador en Quito, el resultado del partido podría ser decisivo en las pretensiones albicelestes de obtener un cupo para el Mundial del próximo año en Rusia.

Por

Como todos los días, en el mundo pasan cosas muchos más importantes que una pelota. Pero aún así, habrá que entender que en esta región tan futbolizada como es, y donde se juegan las clasificatorias más duras del planeta, es imposible abstraerse de que todo se define en una fecha de infarto el próximo martes, con el ingrediente de que parte del destino de Argentina para el Mundial Rusia 2018 recae en manos de Brasil. Su más enconado rival.

La Nación de Argentina entonces publica una crónica en donde explica cuáles serían los motivos de los pentacampeones para perjudicar a la albiceleste. Esto cuando en las redes sociales se instaló una campaña para darle el tiro de gracia al equipo de Jorge Sampaoli. ¿Cómo? jugando a media máquina con Chile.

Dice el citado medio que “la rivalidad es de siempre, aunque hay episodios nítidos que cobraron mayor notoriedad en los últimos 40 años”.

Al respecto recuerda “el 6-0 de la Argentina a Perú en Rosario que dejó fuera de la final del Mundial 78 a Brasil” y “el 1-0 en Turín 1990, con el gol de Caniggia, el que ensancharía la grieta del fútbol argentino y brasileño. Por lo que fue el partido (un paseo de los brasileños y la inexplicable derrota), por el bidón de Branco y por el efecto arrastre: en Brasil 2014, una canción armada en función de aquel partido fue la bandera de los hinchas argentinos en cada sede mundialista. Estadios, bares, playas, aeropuertos al ritmo del “Brasil, decime qué se siente…”. Folclórica para muchos; decididamente agresiva mirada con lógica”.

A eso se agrega un antecedente reciente, dice La Nación. “En plenos Juegos Olímpicos de Río, se vio claramente que el fuego jamás se apagó. Al contrario: en la ceremonia de apertura, apenas asomó la bandera portada por Luis Scola, brotaron los abucheos e insultos. Hubo luego trompadas en los partidos de tenis de Juan Martín del Potro, chiflidos en la ejecución del Himno Nacional de nuestro país, festejos ante cada derrota de los atletas argentinos, muchos de ellos amateurs”.

Por todo lo descrito antes, más allá de lo que hayan dicho algunos de los jugadores brasileños, recuerda este medio que “no es difícil entender lo que ocurre por estas horas. Si semejante dosis de enojo se manifestaba a través de unos Juegos Olímpicos, hoy todo se potenció porque de por medio está nada menos que el fútbol -la gran pasión de ambos países- y el pase para el Mundial. Con Brasil cómodamente clasificado y siendo, de alguna forma, juez del destino de la Argentina. Recibiendo en la última fecha…a Chile, otro de los acérrimos rivales albicelestes”.

“Si la Argentina triunfa en la altura de Quito se asegurará al menos el repechaje, con lo cual el resultado de Brasil-Chile no sería determinante. Pero como la realidad del equipo de Jorge Sampaoli no invita precisamente a dar por sentada una victoria ante Ecuador, el choque que se realizará en San Pablo cobra un valor relevante. En rigor, ése y otros, como Paraguay-Venezuela y Perú-Colombia”, sintetiza el medio trasandino.

 

Notas relacionadas