Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Poder

8 de Octubre de 2017

Carlos Peña explica por qué “es demasiado tarde” que ahora el comando de Guillier recurra a Lagos

No tiene mayor sentido que ahora, "-salvo que la cercanía de la derrota constituya un sentido o salvo que la ausencia de ideas constituya un sentido o salvo que los temores alimentarios constituyan un sentido- que ahora Alejandro Guillier demande a Lagos y a los miembros de la vieja Concertación el apoyo, porque ¿cómo podría Guillier solicitar ese apoyo sin socavar el suelo donde se afirman sus pies iniciales de candidato: el rechazo al proyecto que Lagos condujo? ¿Y cómo podrían Lagos y el resto conferirle explícitamente ese apoyo, sin que al hacerlo consintieran tácita e implícitamente que sí, que las críticas de Guillier eran correctas?"

Por

“Demasiado tarde” es el título de la columna que este domingo escribe Carlos Peña para El Mercurio, texto en el que aborda el reciente llamado del entorno del candidato Alejandro Guillier para contar con el apoyo del expresidente Ricardo Lagos.

Observa el rector de la UDP, para explicar por qué elige el título para su columna, que en circunstancias normales, como sucede todos los días en política, esta petición “sería intrascendente”, pero en este caso “no tiene nada de intrascendente”.

Por qué es la interrogante que surge inmediatamente ante tal afirmación. “Porque la candidatura de Guillier, que ahora pide agua, se erigió no sobre la derrota de Lagos, sino sobre el rechazo del proyecto de modernización que Lagos había emprendido y del que llegó a ser el símbolo”, sostiene Peña.

Entonces -afirma- no tiene mayor sentido que ahora, “-salvo que la cercanía de la derrota constituya un sentido o salvo que la ausencia de ideas constituya un sentido o salvo que los temores alimentarios constituyan un sentido- que ahora Alejandro Guillier demande a Lagos y a los miembros de la vieja Concertación el apoyo, porque ¿cómo podría Guillier solicitar ese apoyo sin socavar el suelo donde se afirman sus pies iniciales de candidato: el rechazo al proyecto que Lagos condujo? ¿Y cómo podrían Lagos y el resto conferirle explícitamente ese apoyo, sin que al hacerlo consintieran tácita e implícitamente que sí, que las críticas de Guillier eran correctas?”

Recuerda Peña que precisamente “lo que el comando de Guillier parece olvidar -o más bien quiere hacer olvidar- es que la actual fisonomía de la izquierda en Chile se ha construido sobre la crítica y el rechazo al estilo de modernización que la Concertación en su momento impulsó”.

“Y ahora, al advertir que eso solo podía conducir adonde condujo -al fortalecimiento de la derecha, más sintonizada con el centro y con los grupos medios- se imagina un procedimiento para acercarse a Lagos y a los demás a fin de que estos le manifiesten su adhesión”, advierte.

Por eso es que Carlos Peña opina que ya es demasiado tarde, pues es “como si después de haber estado convencidos de que en la marea de la sociedad chilena había un apetito de izquierdismo, y darse cuenta a poco andar de que no era así, quisiera ahora retroceder dos o tres pasos”.

Así las cosas, “la distancia que ahora el equipo de Guillier quiere corregir y achicar, sirviéndose para ello del prestigio de Lagos y de quienes lo rodean, es por todo eso una de las ironías más rotundas del último tiempo (…) Porque, se dan cuenta ahora, cuando quizá sea demasiado tarde, que el talento en política no consiste tanto en oír lo que la calle dice, o en obedecer lo que el líder dice, sino en interpretar lo que la mayoría calla”, cierra.

Temas relevantes

#guillier#Lagos#peña#Poder

Notas relacionadas