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Mundo

19 de Octubre de 2017

Michael Kiok, defensor de la zoofilia responde al repudio: “Me atraen todo tipo de animales, excepto cocodrilos y delfines”

Junto con reconocer que ha sufrido múltiples amenazas de muerte, uno de los zoófilos más conocidos de Europa y presidente de Zeta (Asociación de Compromiso Zoófilo por la Tolerancia y la Claridad) detalló que “desde mi infancia, siempre ha habido animales en lugar de personas cuando imaginaba relaciones sexuales". Al respecto sostuvo que "en seguida me di cuenta de que estos sentimientos eran rechazados por la sociedad. Lo que me hizo ocultarlo y supuso que en mi adolescencia muchos pensasen que era homosexual”.

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Uno de los zoófilos más conocidos de Europa y presidente de la Asociación de Compromiso Zoófilo por la Tolerancia y la Claridad, Michael Kiok (58), salió a defender públicamente la reivindicación del sexo con animales, todo esto luego de la prohibición de la zoofilia en Alemania desde 2013.

Según consigna El Desconcierto, Kiok recordó en primer lugar que “un día mi vecino me dejó a su perro porque iba a mudarse y no podía hacerse cargo de él. Era un rottweiler macho, estuvimos un tiempo jugando y finalmente decidí ofrecerme. Él saltó sobre mi y practicamos sexo anal”.

Junto con reconocer que ha sufrido múltiples amenazas de muerte, el hombre detalló que “desde mi infancia, siempre ha habido animales en lugar de personas cuando imaginaba relaciones sexuales”.

Al respecto sostuvo que “en seguida me di cuenta de que estos sentimientos eran rechazados por la sociedad. Lo que me hizo ocultarlo y supuso que en mi adolescencia muchos pensasen que era homosexual”.

Respecto al placer que siente con la zoofilia, Kiok contestó que “me atraen todo tipo de animales comunes excepto los cocodrilos y los delfines, aunque estos últimos son monos y muy inteligentes”.

Contó además que estuvo casado durante 10 años, hasta que le incautaron su computador en el que tenía material relativo a sus abusos.

Sobre la zoofilia soltó que “estuve cinco años con mi primer perro y llevo 12 años con Cessy. Sin embargo, ella no tiene interés sexual en mí por lo que es algo más emocional que físico. Tumbarme con ella es un sentimiento extraordinario de bienestar. Alguna vez he tenido deseos sexuales y he tratado de estimularla, pero después de 30 segundos ella se ha ido”.

Su postura ha sido mundialmente criticada y repudiada, de hecho el director clínico del Instituto Madrid de Sexología, Héctor Galván, explicó que esta parafilia se manifiesta a temprana edad, generalmente en zonas rurales donde la zoofilia pueda pasar más inadvertida.

Por su parte, advierte que “la mayoría de las personas zoófilas realizan estas prácticas con sus propias mascotas”. El error que cometen, afirma, es que piensan que no le causan daños a los animales. Vale decir que la zoofilia está considerada como delito y puede significar penas de entre 3 meses a un año por lesiones o daños “que menoscaben gravemente su salud o sometiéndole a explotación sexual”.

En tanto, la vocera del Partido Animalista Pacma, Laura Duarte, arremetió con que ésta “es una práctica indefendible desde cualquier punto de vista y fuera de toda ética, decir que ‘o me lo permites o lo haré de peor forma’ no es admisible en una discusión”.

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