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Cultura

17 de Noviembre de 2017

Nélida Piñón: “Para que una escritora destaque hay que hacer un esfuerzo extraordinario de visibilidad permanente”

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La escritora brasileña Nélida Piñón niega que ella haya sido la representación femenina del “boom” latinoamericano, que estuvo integrado por hombres, y considera que hasta hoy, el papel de la mujer y su visibilidad en la literatura es menor que la de los varones: “mejoró pero no se igualó”.

Piñón, que fue la primera mujer en presidir la Academia brasileña de las Letras, se encuentra en Madrid por la publicación de “La épica del corazón”, editado por Alfaguara, un libro que recoge el pensamiento de esta escritora en 28 textos.

Con una importante formación feminista, Nélida Piñón, nacida en Río de Janeiro de padres españoles, rememora que coincidió en Barcelona con los miembros del “boom”: “pero yo era una mera brasileña, mujer, con lengua portuguesa”.

Con un sólido bagaje cultural, en ese círculo, recuerda Piñón, había un contexto que permitía analizar la exclusión de la mujer, pero su visibilidad y reconocimiento no es equitativo al de los hombres, “ni mucho menos”.

“Para que una escritora destaque hay que hacer un esfuerzo extraordinario de visibilidad permanente”, señala esta escritora que está convencida de que algunos autores prefieren decir que no han leído a una colega para evitar reconocer su talento.

Nélida Piñon, que se llevó en 2005 el que entonces se llamaba Premio Príncipe de Asturias de las Letras -ahora Premio Princesa de Asturias-, recorre en el libro sus propios pasos desde la infancia y a lo largo de su evolución creadora y se interesa en la tradición literaria de los países de su entorno.

Así, su homenaje a maestros y escritores le sirve para analizar las obras emblemáticas de autores como Juan Rulfo, Octavio Paz, Julio Cortázar, José María Arguedas, Machado de Assis, o relatar sus relaciones de afecto con figuras como la editora española Carmen Balcells.

Piñón habla también de su relación con la escritora brasileña de origen ucraniano Clarice Lispector, con la que mantuvo una gran amistad hasta su muerte, a los 56 años, en 1977, una mujer convertida en una de las figuras míticas de Brasil.

“Era una amiga amada. Nos hablamos diariamente durante 7 años”, recordó la escritora, que la acompañó en sus últimos momentos.

Piñón considera que la cultura es “la expresión de lo cotidiano” y tiene un gran poder de salvación pero también, sostiene, a veces siembra discordia y se puede llegar a matar en su nombre, no por la cultura en sí sino por lo que representa para los pueblos.

En “La épica del corazón”, la escritora y académica brasileña muestra su interés por la tradición literaria iberoamericana, el origen de la identidad brasileña, los mitos griegos o la herencia española y portuguesa.

Piñón describe la cultura como algo antropológico “que se practica todo el día”.

Y cree que las personas están hambrientas de furia”: “somos seres dotados para la tragedia” sostiene esta autora que considera que en la actualidad estamos en un momento difícil porque hay que lidiar “con tantas perplejidades que nos faltan elementos para discernir los peligros”.

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