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Opinión

5 de Diciembre de 2017

Carmen Hertz, diputada electa: “Piñera es el prototipo del farsante”

La nueva integrante de la bancada del PC por el distrito 8, no se esperaba el triunfo. Con solo dos meses de campaña en la Región Metropolitana, tras una jugada poco elegante de José Miguel Insulza para postular en Arica, logró salir electa. Pero más allá de su victoria, lo que tiene realmente entusiasmada a Carmen Hertz es el terremoto político que se produjo en la elección del 19 de noviembre, con la fuerte irrupción de Frente Amplio y la derrota de los sectores más conservadores de la Nueva Mayoría. “El estado de ánimo cambió en el mundo progresista. ¡Ahora estoy segura que vamos a ganar!”, dice.

Macarena García Lorca
Macarena García Lorca
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En la defensa de los derechos humanos, la abogada Carmen Hertz ocupa un lugar central en la historia del país. Lleva décadas en la batalla por la verdad, la justicia y la memoria. En 1968 ingresó a militar al MIR. Trabajó con Salvador Allende en la implementación de la reforma agraria. Tras el Golpe de Estado, la Caravana de la Muerte asesinó y desapareció a su esposo, Carlos Berger. Quedó viuda a los 26 años y con un bebé de 11 meses. Salió al exilio en Buenos Aires con su hijo pequeño y desde ahí trabajó en la clandestinidad para enviar recursos a la resistencia en Chile. De regreso al país, se unió al equipo de la Vicaría de la Solidaridad y de ahí en adelante no paró de defender a los perseguidos por la dictadura e intentar llevar a la justicia a los criminales de lesa humanidad. Apoyó el trabajo del juez Baltazar Garzón para solicitar la extradición de Augusto Pinochet a España. Y ahora, en una historia que no cesa, a sus 70 años, esta disciplinada militante comunista, que no supo decir que no a su partido, fue electa parlamentaria en el distrito 8.

Carmen vive con su perro en un piso seis de un departamento en Providencia, viste de traje blanco y holgado. En medio de su apretada agenda y antes de partir de viaje, nos recibe en su living, cargado al arte clásico, para conversar sobre los desafíos que enfrenta la centroizquierda de cara a la segunda vuelta presidencial. No disimula su entusiasmo. Está feliz con los resultados del 19 de noviembre y asegura que si el progresismo se alinea, Alejandro Guillier vencerá a Sebastián Piñera y se podrá seguir avanzando en los cambios que, cree, Chile necesita.

¿Cuál es tu análisis de los resultados del 19 de noviembre?
-Fue un terremoto político y dejó en evidencia como las encuestas y los opinólogos de todos los medios de comunicación se transformaron, básicamente, en instrumentos de propaganda de Sebastián Piñera. Establecieron como posverdad que Piñera salía en primera vuelta o que la diferencia sería irremontable en segunda vuelta. El sesgo de la televisión es un escándalo. Quedó en evidencia la manipulación. Pero lo más importante es la marea del Frente Amplio. El triunfo enorme de sacar 20 diputados, un senador y la votación de Sánchez, eso implica algo muy trascendente. Además los sectores más conservadores de la Nueva Mayoría, la vieja Concertación fue derrotada, perdieron. Eso es otra gran noticia.

¿Cómo lees la votación del FA?
-Diría que no todos son nuevos votantes. Dado lo que ocurrió con la NM, con el saboteo interno de las reformas, que las terminó por diluir, sobre todo el sabotaje de los sectores más conservadores de la DC, se debilitó mucho al gobierno y a la Presidenta Bachelet. Todo eso hace que haya decepción entre la ciudadanía.

Entonces piensas que el votante del FA es un desencantado de la NM que quería reformas más profundas.
-Sí, creo que en general sí. Gente que se decepcionó de cómo se llevó a cabo el programa de Gobierno. El votante del FA quiere reformas profundas, no cosméticas.

¿Tú no te sentirías más cómoda con el PC en el Frente Amplio que en la Nueva Mayoría?
-La vocación del PC siempre ha sido construir mayorías, nosotros tenemos que sumar fuerzas. El FA es un fenómeno que yo saludo con mucho respeto porque está expresando lo que una parte importantísima de la ciudadanía piensa, tiene métodos que me gustan. Ahora bien, es claro que para llevar las reformas adelante, es necesario construir mayoría.

Firmaste un manifiesto para un pacto social que apoye a Guillier, donde están algunas figuras del FA. ¿Pero qué piensas sobre la decisión política del bloque que fue ambigua?
-Habría preferido un apoyo explícito a Guillier, porque creo que estamos en un momento crucial en este país. Nos estamos jugando cuál es Chile en que vamos a vivir nosotros y nuestros descendientes. Si la derecha gana, no va ser solo por cuatro años y nos instalaremos en una nube negra de neoliberalismo al máximo, sin ninguna posibilidad de cambiar nada, junto a la retroexcavadora del retroceso. Este es el momento de las decisiones. Tenemos muy pocos días por delante. De todos modos, entiendo que para ellos no es fácil sacar una postura más decidida, son una fuerza joven, pero es necesario darle conducción política a ese capital electoral y la adhesión que representan no puede perderse. Ellos se van a transformar en el referente de una nueva centro izquierda, pero una de verdad. Este país no resiste más, no podemos seguir siendo los líderes de la desigualdad en la OCDE. Eso es una miseria.

¿Qué cree que va a pasar el 17 de diciembre?
-Va a ganar Alejandro Guillier, estoy convencida. El 19 de noviembre el estado de ánimo cambió en el mundo progresista. ¡Ahora estoy segura que vamos a ganar!

¿Cuál es el llamado que harías al progresismo, incluido el FA?
-Mi llamado es que tenemos ir con épica y alegría a votar en masa para derrotar a la derecha. Un escenario en que Piñera, aliado con José Antonio Kast, llegué al gobierno es un horror. Ellos surgen de los sarcófagos, son lo peor de este país, han tenido a Chile rehén del neoliberalismo.

¿Compartes que la segunda vuelta es un plebiscito sobre el modelo de país?
-Creo que se definirá qué país vamos a seguir construyendo. La urgencia al mecanismo para reformar la Constitución es algo fundamental, si no cambiamos la constitución de Pinochet, -por muchas reformas que le haya hecho el señor Lagos-, no se puede cambiar nada. No podemos terminar con las AFP porque no tenemos los quórum. Cambiar la Constitución es la madre de todas las batallas. En el Parlamento tenemos que dar esa pelea en conjunto con la sociedad civil. Necesitamos a la ciudadanía organizada.

¿Qué te parece esta campaña del terror de la derecha con temas como Chilezuela?
-Son los métodos viejos de la derecha, estas aseveraciones tan grotescas de Piñera de asemejar a Guillier con Maduro, refleja su desesperación. Son declaraciones que francamente suenan patéticas. Queda en ridículo y todo es falso, Piñera es el prototipo del farsante, todo lo que dice y hace está pensado por un objetivo. No tiene sinceridad y honestidad alguna en su actuar político y eso ¡se le nota a la legua! ¡Es un mentiroso y un falso!

¿Y la acusación de Piñera sobre los votos marcados a favor de Guillier y Sánchez?
-Piñera es un sujeto irresponsable y peligroso para la democracia chilena, como sabe que va a perder, intenta establecer un escenario de un supuesto fraude electoral a fin de recurrir a lo que se denomina la variante hondureña, es decir, desconocer la soberanía popular. Él representa a un sector político experto en Golpe de Estado, financiados además con platas extrajeras. Es necesario que todos los demócratas, todas las personas progresistas y honestas nos unamos para votar por Alejandro Guillier e impedir que Piñera gobierne este país.

LA DIPUTADA ELECTA

Si bien trabajaste en la Cancillería y en el gobierno de Allende, por lo general, te has mantenido en la antípodas del poder ¿Qué significa para ti llegar al Parlamento?
-Primero, es una responsabilidad enorme. El sistema político colapsó, está tremendamente desacreditado.Todos hemos sido testigo de los abusos, del financiamiento irregular, del cohecho, que existan leyes, como la ley de pesca, que fueron, prácticamente, redactadas en las oficinas de las grandes empresas, es decir, son barbaridades que debilitan mucho la democracia. La política se privatizó y desde la Constitución del 80′ de Pinochet se transformó en otro bien de consumo y eso llevó inevitablemente a la hecatombe. Para mi ser candidata por el Partido Comunista, que no está tocado por estas malas prácticas, fue una suerte de honor, no podía decir que no. No tengo, ni tenía, ningún anhelo personal por el poder ni por ser elegida diputada. Mi responsabilidad, ahora, es estar a la altura.

¿Crees que este es un reconocimiento de los electores a tu trayectoria en la lucha por los derechos humanos, a tu coherencia?
-Sí, pienso que sí, pero no es una adhesión a mi persona, sino a lo que encarno para la ciudadanía, tanto yo como muchos otros, porque no solo fue proteger a los perseguidos en dictadura, sino seguir luchando a lo largo de todas estas décadas, por instalar la verdad, la justicia y sobre todo la construcción de la memoria. Siento que es un reconocimiento a nuestra historia y al haber sido en esta materia intransigente. Yo jamás en términos de verdad y justicia transigí un ápice. ¡Nunca, jamás! Denuncié todo lo que me pareció eran arremetidas de impunidad a lo largo de todos los gobiernos de la Concertación, sin excepción. Creo que eso ha sido valorado.

¿Pensaste que ibas a ganar?
-No, la verdad no lo esperaba, estuve solo dos meses de campaña. Fue muy austera, con muy pocos recursos. Todo se hizo con voluntarios, amigos, el comunista de pie. En realidad, me interesaba sumar votos junto con Lorena Pizarro para lograr un cupo del PC en el distrito 8, que es el más grande de Chile. Ahí no teníamos parlamentarios desde el año 73.

En lo personal, ¿qué implica para ti?
-Bueno, es un esfuerzo, por cierto. Tengo la sensación que desde siendo una cabra, muy joven, desde el 68′ que ingresé a militar en el MIR, nunca más paré. Llevo 50 años en estado de alerta máxima, de acuartelamiento. Trabajé con Allende, después vino el Golpe, el exilio en Buenos Aires trabajando de forma clandestina para enviar plata a la resistencia en Chile, ni pensábamos en los riesgos, era lo que había que hacer y punto, encima éramos padres de niños pequeños. Varios de mi grupo fueron detenidos. Hasta ahora Germán, mi hijo, me dice medio en broma, que tuvo la suerte que no lo criara un cana argentino. Luego vino el trabajo en la Vicaría de la Solidaridad. Nunca más paré y ahora que ya estoy en la tercera edad avanzada, me meto en esto, ja, ja,ja. Además como tengo alma de matea, voy a estudiar, es imposible que no lo haga.

En tu nueva labor parlamentaria, ¿cuáles serán tus énfasis y tus caballos de batalla?
-Quiero estar en la comisión de DDHH, los temas que abordan son de mi mayor interés, entre ellos, pueblos originarios, la deuda que hay ahí es enorme, el reconocimiento constitucional es lo mínimo. La adecuación de la legislación interna a los pactos internacionales en materia de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad, también el tema de los niños en el Sename.

¿Compartes que el Estado incurrió en una violación a los derechos humanos de los menores en el Sename?
-Pero por supuesto, ha habido una vulneración sistemática y masiva a los derechos de los niños. Tiene todos los elementos para tipificar como violación a los derechos humanos porque lo practica el Estado, es una situación gravísima. También me interesa trabajar los derechos de los migrantes.

MUJER Y PODER

Ahora subió la representación de mujeres en el Parlamento. ¿Te interesa la agenda de género?
-Sí, claro, es fundamental que exista una regulación para que todas las políticas públicas, en todos los ámbitos del quehacer del Estado, tengan una perspectiva de género. Una cosa no menor es que Chile es uno de los países con mayor brecha salarial entre hombre y mujer a igual responsabilidad.

¿Te parece un aporte la ley de cuotas?
-Es un avance, pero tenemos que recurrir a las leyes para que los partidos den espacios a las mujeres. Igual vimos que algunos partidos pusieron a algunas mujeres que no tenían ninguna posibilidad de ser electas para cumplir formalmente, estaban ahí de relleno. Es lamentablemente, tenemos que combatir esas prácticas.

Las candidatas al Parlamento recibieron aportes entre dos y tres veces menores que los hombres.
-Ahí ves los conservadora que es la élite, además no es solo la representación en el Parlamento o la brecha salarial, también está todo el trabajo no remunerado de las mujeres que sostienen las casas y este sistema. En el caso de los adultos mayores, que no hay políticas publicas para ellos, ¿quién se hace cargo de su cuidado? Las mujeres, las hijas mujeres.

En tu caso tuviste que cambiarte de distrito por la candidatura de José Miguel Insulza.
-El PC no apoyó a Insulza. José Miguel, el día anterior al cierre de las inscripciones, dijo que solo competiría por Atacama. Horas después fue proclamado candidato a senador por Arica por el PS, el PPD, el PR y la DC. En ese escenario, la dirección del PC y yo en conjunto, decidimos que no tenía sentido insistir en mi candidatura en Arica. No era propicio, iba a ir de relleno en la lista para apoyarlo y sumarle votos a él, entonces no. Fue una típica maniobra politiquera. A última hora, me salen con eso, por eso movimos la candidatura al distrito 8.

¿Te consideras feminista, Carmen?
-Mira, vengo de una generación en que nuestra definición principal es que éramos revolucionarios. Creíamos en la transformación profunda de la sociedad y que estábamos obligados a llevarla adelante. Eso, por supuesto, incluía las relaciones de género.

Pero el marxismo clásico se anduvo olvidando de la relación de opresión entre hombre y mujer, ¿no?
-Es que era un tema de época, pero si ves quiénes son las figuras emblemáticas del feminismo, son las mujeres revolucionaras del siglo XIX. En la revolución de Octubre en Rusia, la igualdad entre hombre y mujer era absoluta.

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