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Mundo

22 de Diciembre de 2017

¿Qué se le viene a PPK (y a Perú) tras superar la vacancia?

Tras superar por apenas ocho votos la solicitud de vacancia presidencial –la que pudo haber terminado en su destitución-, el presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski se apresta a continuar con un mandato lleno de cuestionamientos. Una tarea nada de fácil: la discusión en el Congreso dejó coletazos importantes en el panorama político peruano, y un daño importante a su credibilidad. Aquí, dos analistas desgranan el choclo de lo que se viene para Perú y la región.

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Hasta ayer en la tarde, en Perú, pocas personas habrían apostado a que el presidente, Pedro Pablo Kuczynski, hubiese evitado el proceso de vacancia iniciado por el congreso. Pero a medida que pasaban las horas –y con ellas, las alocuciones de los congresistas-, se produjo el “milagro”: por apenas ocho votos (se necesitaban 87) PPK evitó el proceso cuyo fin era la destitución de su mandato.

La vacancia presidencial –símil del impeachment vivido por Dilma Rousseff – fue solicitada luego de que salieran a la luz una serie de contratos millonarios que dos empresas ligadas a Kuczynski suscribieron con la constructora brasileña Oderbrecht, mientras este era ministro del gobierno de Alejandro Toledo.

“Lo de ayer fue un triunfo para PPK, pero uno bastante pírrico”, opina Alberto Rojas, director del observatorio de asuntos internacionales de la Universidad Finis Terrae. Todo el proceso, dice Rojas, dejó bastante debilitada la imagen de su figura y su gobierno. “Lo de ayer fue sólo un capítulo más en torno a la trama, ya que la justicia seguirá investigando sus vínculos con Oderbrecht. Es decir, logró salvar esta parte, pero claramente no es el fin de la historia”, arguye.

El perdedor de la jornada, por otra parte, fue el fujimorismo, representado por Fuerza Popular, conglomerado que cuenta con mayoría en el congreso. Parte de sus congresistas se abstuvieron y otros votaron en contra de la vacancia, generando una división al interior del partido.

La postura insigne fue la de Kenji Fujimori, hijo de Alberto y hermano menor de Keiko, quien se abstuvo junto a nueve congresistas de su sector. “Kenji ha sido el parlamentario más votado en las últimas dos elecciones, y su postura de ayer lo posiciona como un hombre de ideas distintas a las de su hermana”, dice Rojas. Aunque es apresurado decirlo, opina el analista, Kenji comienza a perfilarse como una futura opción presidencial.

La jornada, además, tuvo como segundo protagonista a un empresario chileno: Gerardo Sepúlveda, exsocio de Kuczynski en las empresas Westfield Capital y First Capital, ambos bancos de inversiones que recibieron pagos de Oderbrecht mientras PPK se desempeñaba como ministro. “De hecho, la única defensa de PPK era que él nunca negoció dichos contratos, sino que habían estado a cargo de su socio chileno. Su tesis es que se trató de un error involuntario”, complementa Gilberto Aranda, académico del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile.

Los cuestionamientos al vínculo de PPK con Sepúlveda fueron transversales. En su intervención, la parlamentaria Yeni Vilcatoma (exfujimorista), reclamó que Kuczynski “haya humillado a la nación ante un chileno”.

Gilberto Aranda piensa que esta es “una noticia mala para el vecindario”. “Hasta el momento, Chile no aparecía con implicados en el caso Oderbrecht. Ahora sí hay un nacional implicado, aunque civil”, dice. Para Rojas, el proceso de cuestionamientos políticos afectará la economía peruana. “Sectores como la minería son especialmente sensibles a la inestabilidad política, y mientras se mantenga el fantasma de una posible destitución, la inversión debería bajar”, reflexiona.

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