Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Nacional

28 de Diciembre de 2017

Caso Minifalda: Periodista de Corporación Cultural de Ñuñoa renuncia tras ser marginada de actividad por su vestimenta

La periodista Natalie Salvatierra renunció a su trabajo en la Corporación Cultural de Ñuñoa alegando discriminación y avalar conductas machistas de parte de su jefa Verónica Farfán al marginarla de una cuenta anual en el municipio por andar vestida de minifalda. Farfán, en tanto, afirma que sólo le pidió formalidad en el vestuario. Juzgue usted.

Por


Hoy jueves en la mañana la periodista Natalie Salvatierra llegó a trabajar como siempre a la Corporación Cultural de Ñuñoa, donde se desempeñaba como encargada de comunicaciones desde octubre de este año. Nunca pensó que una minifalda floreada le traería problemas con su jefa, Verónica Farfán, quien es la directora general de la corporación. “Teníamos una reunión de la cuenta anual en la municipalidad y, poco antes de partir, entra Verónica a mi oficina que comparto con dos compañeras más y me dice a viva voz: ‘Natalie tengo un problema con tu ropa, pero es culpa mía, porque no te avisé de la formalidad de la reunión y no te puedo llevar así, mientras me miraba de arriba a abajo”. Natalie Salvatierra lo único que atinó fue a decirle: “No te preocupes, me quedo acá. Por supuesto, que me sentí mal. Creo que nunca me había sentido humillada de esa manera por cómo andaba vestida. Yo tengo una vasta experiencia en el mundo de la prensa y las comunicaciones externas desde el mundo privado y nunca había tenido problemas por vestirme así. Nunca fue tema mi ropa. Nunca un jefe me había llamado la atención por eso. De hecho, esta situación me parecía insólita porque no andaba mal vestida. Ni siquiera era una falda tan corta. Es totalmente absurdo”. Sus compañeras quedaron igual de sorprendidas. Parecía una escena sacada del siglo pasado. “Ellas me dijeron que, en todo caso, no era primera vez que le llamaba la atención a una empleada por su manera de vestir”, acota. Sus colegas le recomendaron que tuviera cabeza fría y que mejor fuera a cambiarse de ropa a su casa. “No me pareció correcto. ¿Acaso estaba haciendo algo malo?”, se preguntó.

Salvatierra esperó a que su jefa entrara a su oficina y fue a pedirle explicaciones. “Le comenté que me había hecho sentir súper mal por sus comentarios acerca de mi vestuario, más encima delante de mi equipo, que eso no se hacía, y que, por otro lado, no solamente me había hecho sentir mal a mí, sino que también a mis compañeras. Le dije que para la próxima tuviera más tino y que me lo dijera, por lo menos, en privado. Entonces, ella me dijo que peor se sintió ella por habérmelo dicho así, pero caía de cajón que no podía ir a una reunión así, que no podía trabajar como estaba, que cómo me iba a llevar a la municipalidad con minifalda, que incluso en una ocasión, según ella, el alcalde había echado a una secretaria de una reunión por andar con minifalda. Lo más heavy que me dijo es que cómo yo iba a ir vestida a una reunión donde habían caballeros y señoras. Yo pienso que ella creía que me veía vulgar, que mostraba mucho, y por eso me dijo que habrían ‘caballeros” y señoras. Con eso, me sentí muy mal y me dieron ganas de llorar pero no lo hice. Era darle en el gusto no solamente a ella, sino que a un sistema machista y violento que denigra a la mujer”.

Pese a las disculpas que le dio su jefa, partieron todos a la reunión a la municipalidad, menos Natalie Salvatierra que quedó en su oficina. Tras pensarlo un rato, la periodista decidió renunciar a su trabajo y dejó una carta explicando sus razones a Verónica Farfán y al alcalde Andrés Zarhi: “Considero que con los altos niveles de violencia hacia la mujer, que vivimos actualmente en todo sentido, las trabajadoras no estamos para aguantar humillaciones por la manera en que vestimos”, dice la misiva.

“Por qué me iba a quedar ahí donde se piensa de esa manera, donde se humilla de esa manera, donde se violenta a la mujer de esa manera. Me parece insólito para cualquier mujer en el mundo. Y menos que esa discriminación salga de la boca de una mujer. Es humillante. Me parece terrible que se justifique un machismo como este. No quiero avalarlo. O sea, esto está diciendo que la mujer no puede mostrar siquiera un pedazo de pierna o un pedazo de escote porque sabemos que nos van a comer con la mirada. O sea, no sé en qué mundo estamos viviendo. Al mismo tiempo, tenemos altos niveles de machismo, de violencia contra la mujer en todos los sentidos, y tenemos que aguantar este tipo de humillaciones. Me parece tremendamente injusto”, alega.

Verónica Farfán, la directora de la Corporación Cultural de Ñuñoa, a quien acusa Salvatierra, al ser contactada por The Clinic Online, se defendió: “No tengo nada que decir en contra de Natalie. Es una excelente profesional, pero niego tajantemente lo que está diciendo en su carta. Solamente le dije que no podía participar por como andaba vestida, no por discriminarla, sino porque es una reunión formal. Su vestimenta no ameritaba la formalidad que el evento requería. Eso es todo. Trabajamos muchas mujeres acá y todas se preocuparon de ir bien vestidas.

¿Esto sucede por el uso de una minifalda?
-Para nada. Sólo le dije que no podía ir vestida de esa manera. Yo ando con unos pantalones negros, muerta de calor, no podemos estar frente a todos los adultos de esa reunión sin esa tradición formal. No es que yo sea machista, como ella dice. Ella ha venido a trabajar desde que está acá en la Corporación como ha querido, nunca le he dicho nada por su ropa, pero a esta reunión, que es una formalidad de una institución con una tradición, era distinto, nada más”.

Notas relacionadas