Representante de “Fieles Cristianos de Osorno” y el Caso Barros: “En este país ser víctima también saca bastante provecho”

El representante de la Comunidad Fieles Cristianos de Osorno, José Manuel Rosas, habló esta tarde con la prensa luego de entregar su testimonio en la nunciatura apostólica de lo que él describe como “lo que se está viviendo” en la diócesis de Osorno a propósito de las acusaciones de encubrimiento contra el Obispo de esa ciudad, Juan Barros en el marco de los abusos del sacerdote Fernando Karadima.

Rosas explicó que su organización “no es otra cosa que los agentes pastorales de la diócesis, donde somos alrededor de 23 Parroquias y muchas personas, no un grupo menor, como los Laicos de Osorno. Somos agentes pastorales que trabajamos en la orgánica de la diócesis”.

En este sentido explicó que “en la mañana tuvimos una entrevista, yo la solicité de forma personal al nuncio apostólico para dar a conocer la realidad de la diócesis de Osorno, descartando el tema del sensacionalismo que produce la prensa, y ver lo que hay detrás del telón. Hay mucha filtración por parte de las redes sociales que yo creo que es bueno que se tenga como antecedente, ayudaría a la causa de lo que se está investigando”.

Consultado por cuáles son los antecedentes a los que refiere, Rosas explicó que “hay gente en Osorno que realmente está en comunión con la Iglesia a pesar de los contextos que se viven. Hay gente en Osorno que no trata al Papa de ser miserable. Hay gente en Osorno que dice que el Vaticano no es la cuna de la pederastía. Hay gente en Osorno que no le teme a la jerarquía chilena, a la Conferencia Episcopal, y hay gente de Osorno que a pesar del contexto vive su fe. Es bueno que también se sepa, y también la gente a nivel del mundo, que hay intenciones de fondo aquí”.

En este sentido agregó que “Nosotros hemos sido muy tajantes en decir que aquí hay un trampolín político, una suerte de ideologización de la creencia, que hay muchas personas del ámbito político que han ocupado esto en plena campaña electoral, que a un cristiano católico común y corriente le duele bastante”.

Respecto a su opinión sobre las denuncias de encubrimiento contra Juan Barros, Rosas asegura que “nosotros estamos apostando porque la Iglesia, a través de su voz oficial, pueda dictaminar esto de una forma clara y distinta, y que todos quedemos conforme y en paz. Nosotros estamos esperando la voz de la Iglesia, no caemos en la dialéctica populista mediocre, que se ha filtrado a través de los medios, esto de estar a favor o en contra del obispo Barros, de ser detractores o estar a favor. No, nosotros estamos en comunión con la Iglesia, eso ha sido la tónica de la Comunidad de Fieles Cristianos desde el día uno, que a pesar de los contextos sufre, pero sí esclareciendo las intenciones de algunas personas que ya han venido a declarar aquí, que esto también ha servido para que personas fuera del muro de la Iglesia se aprovechen de esto”.

Cuando le preguntaron si confían en el actuar de Juan Barros pese al testimonio de las víctimas de Karadima, el Rosas respondió que “nosotros tenemos mucho respeto sobre los testimonios de las víctimas, pero también sabemos que no todos son víctimas. Se habla también de que los fieles que viven en Osorno también son víctimas. No, porque en este país ser víctima también saca bastante provecho, y se ha ocupado esto para subirse a la cresta de la ola. Y hay gente, y soy testigo de eso, que en silencio sigue trabajando por su diócesis a pesar de los contextos, que sigue estando en comunión con el Papa y que quiere escuchar de una forma clara la voz de la Iglesia en el caso del obispo de Osorno y en el de Karadima”.

A Rosas le pidieron que precisara acerca de quiénes han sido las personas que “han utilizado este contexto”, a lo que él contestó que “sería bueno que revisaran lo que alguna vez pasó en el Te Deum de Osorno, donde Fidel Espinoza, que abandonó lo que tenía que hacer en Santiago de acuerdo a su cargo, fue a estar casi en la funa que se hizo, casi en contra de la libertad de culto, que se tiene que respetar, y él con la jefa de campaña del señor Guillier estuvieron alentando a la organización de los Laicos, a eso me refiero. Al diputado Ojeda, a unos concejales de Osorno que después, cuando bajó la intensidad de estas manifestaciones, desaparecieron.

En cuanto a la división que habría en la diócesis de Osorno, lo que aseguró ayer un representante de esa organización, Rosas dijo que “hay que averiguar cuántos sacerdotes hay en Osorno, cuántas parroquias hay, que no son solamente dos, sino 23. Entonces si nos quedamos con hechos puntuales, obviamente se produce el sensacionalismo que todos quieren, y se dice que la Iglesia está dividida y estancada”.