Acoso sexual con peos incluidos en el Museo de Milán

Dos guardias del Museo de la Cultura en Milán denunciaron a un colega por molestias sexuales, sin embargo, los hechos tienen algunos aspectos sin duda bizarros.

Las dos mujeres, de 50 y 60 años, criticaron y lamentaron el montón de cumplidos explícitos con contenido sexual, frases vulgares e incluso peos.

El cuidador, que “producía con su cuerpo ruidos molestos”, molestaba continuamente a sus colegas “de manera que en ellas perdurara un grave estado de ansia y miedo”, condición sicológica necesaria para que se pueda acusar la conducta de stalking.

Claramente, podría resultar divertido imaginar el desarrollo del juicio, con situaciones originales dignas de la comedia italiana, respecto el tema de adquisición de pruebas concernientes a la explícita modalidad del crimen en cuestión.