Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Nacional

16 de Abril de 2018

Abogado UC va más allá que Kast: “un varón sometido a estas mutaciones no es una mujer, y lo mismo vale para la mujer”

"El cambio de sexo es imposible. El transexualismo es una anomalía cuyas causas no se conocen bien: El transexual se identifica psicológicamente con el sexo contrario: se habla de la anatomía cerebral y de factores psicológicos, etcétera. Pero cualquiera que sea la causa de la anomalía en referencia, ella no puede remediarse con tratamientos hormonales y quirúrgicos, por la sencilla razón de que el sexo no se puede cambiar", dice José Joaquín Ugarte en una columna que escribe en El Mercurio.

Por

La semana anterior, el ex candidato presidencial, José Antonio Kast, escribió una columna en La Tercera bajo el título “Una verdad incómoda”. En este texto, y a propósito de una pregunta que desencajó a Manuel José Ossandón en Estado Nacional de TVN, el ex UDI decía de frente: “yo le voy a ayudar al Senador: Daniela Vega es hombre”.

Y bien, después de las reacciones a viva voz que generó el escrito, y de las encubiertas también, el profesor de derecho de la UC, José Joaquín Ugarte, mandó una columna a El Mercurio en la que de alguna manera se cuadra con la tesis de Kast. Además argumenta en base a derecho.

“En este momento se discute si los menores de edad podrían acceder a este cambio de sexo, y hay quienes piensan que ello no sería lícito, y que debería esperarse la mayoría de edad. Ante semejante discusión, querríamos por nuestra parte hacer ver que el problema es otro, porque el cambio de sexo a cualquier edad, y aunque sea con el consentimiento de quien a él se somete, es contrario a los preceptos primarios del Derecho Natural, e incluso a la Constitución Política de la República”, sostiene de entrada.

Para tales efecto -argumenta- “el cambio de sexo es imposible. El transexualismo es una anomalía cuyas causas no se conocen bien: El transexual se identifica psicológicamente con el sexo contrario: se habla de la anatomía cerebral y de factores psicológicos, etcétera. Pero cualquiera que sea la causa de la anomalía en referencia, ella no puede remediarse con tratamientos hormonales y quirúrgicos, por la sencilla razón de que el sexo no se puede cambiar: un varón sometido a estas mutaciones no es una mujer, y lo mismo vale para la mujer. El concepto de operación o tratamiento de cambio de sexo es tan irreal como el de operación de rejuvenecimiento: nadie puede rejuvenecer: la naturaleza es implacable en sus leyes. Por eso no es infrecuente que quienes se hacen operaciones de cambio de sexo terminen en una decepción que los empuja al suicidio”.

Ugarte también afirma que “el llamado cambio de sexo es intrínsecamente contrario al Derecho Natural”. En ese punto, cita al jurisconsulto romano Ulpiano:

“Aquel que la naturaleza enseñó a todos los animales… de ahí deriva la unión del macho y la hembra que nosotros denominamos matrimonio; de ahí la procreación de los hijos y de ahí su educación”.

Entonces, dice que “la unión sexual es instituida por la naturaleza -por Dios, autor de la naturaleza- para la procreación: este es su fin primario. Por la procreación la naturaleza ha hecho biológica y psicológicamente complementarios los sexos, y ha establecido, en el género humano, el amor conyugal”.

En síntesis- propone- “ello lleva a concluir que el único uso de la sexualidad conforme al Derecho Natural primario -el que mira a los fines mismos del ser humano- es la unión entre varón y mujer, apta de suyo para la generación (Platón, Leyes 840c), sea que la procreación pueda producirse, o que por esterilidad u otra causa involuntaria no pueda tener lugar”.

“De aquí se sigue que la unión sexual entre un transexual y otra persona del mismo sexo biológico es contraria al Derecho Natural primario, y ninguna ley humana puede válidamente autorizarla”, lanza.

Para cerrar, en el tercer punto que expone asevera que “el cambio de sexo, a cualquier edad, es también contrario a la Constitución Política de la República, que protege a la familia y que garantiza a todas las personas la integridad física, que no es un bien disponible”.

 

Notas relacionadas