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Mundo

17 de Abril de 2018

Alias Guacho: líder de la disidencia de las FARC y el hombre más buscado por Colombia y Ecuador

Walter Patricio Arizala alias 'Guacho' es un ciudadano ecuatoriano que lidera el Frente Oliver Sinistierra (FOS), al que se atribuye el secuestro y asesinato del equipo periodístico del diario El Comercio.

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Alias Guacho se ha convertido en el hombre más buscado en Colombia y Ecuador después de que el presidente Lenín Moreno confirmó este viernes el asesinato de dos periodistas y un conductor del diario ecuatoriano ‘El Comercio’ que llevaban 19 días secuestrados en la frontera entre ambos países.

Walter Patricio Arizala alias ‘Guacho’ es un ciudadano ecuatoriano que se unió a la columna Daniel Aldana de las FARC a finales de 2005. A mediados de 2016, unos meses antes de la firma de la paz en Colombia, se apuntó a la disidencia. Pronto lideró el Frente Oliver Sinistierra (FOS), una poderosa facción que no se quiso sumar a la negociación para dejar las armas con el Gobierno colombiano de Juan Manuel Santos.

“Estuvo desde muy chiquito en las FARC, entró con 15 años. Ahora se calcula que tiene 27. Al principio estuvo vinculado a las labores de movilización política y agitación de masas pero después se especializó en dos áreas de gran importancia: en manipulación de explosivos y como responsable de las finanzas de la ruta del narcotráfico que se mueve por el río Mataje, el área donde se produjo el secuestro de los tres ecuatorianos”, explica a Univision Sergio Guarín, de la Fundación Ideas para la Paz (FIP) que realiza un trabajo de campo sobre las disidencias de las FARC desde hace un año y medio.

El poder de este frente se ha incrementado enormemente desde sus primeras acciones en el segundo semestre de 2016, cuando apenas contaba con un centenar de tropas. Ahora se calcula que tiene al cargo a unos 400 hombres y armamento de alto poder destructivo. Hace unos días el Ejército colombiano les incautó una caleta (un escondite en la selva) que contenía ocho fusiles, dos ametralladoras, cuatro lanzagranadas, dos granadas y municiones, según la revista colombiana Semana.

El poder de este frente se ha incrementado enormemente desde sus primeras acciones en el segundo semestre de 2016, cuando apenas contaba con un centenar de tropas. Ahora se calcula que tiene al cargo a unos 400 hombres y armamento de alto poder destructivo. Hace unos días el Ejército colombiano les incautó una caleta (un escondite en la selva) que contenía ocho fusiles, dos ametralladoras, cuatro lanzagranadas, dos granadas y municiones, según la revista colombiana Semana.

1.500 tropas en las disidencias de las FARC

Fuentes militares colombianas confirmaron en febrero de 2018 que la disidencia de las FARC sumaban entonces 1,500 tropas. Eso supone un aumento del 375% en siete meses, desde agosto de 2017, cuando apenas eran 400 según cálculos del Ministro de Defensa Luis Carlos Villegas.

El 90% de las acciones criminales de estos grupos estarían localizadas en Nariño, el área de influencia de Guacho, y en el sur del país, en los departamentos de Guaviare, Cauca, Meta y Caquetá.

La relación de las disidencias con el Secretariado de las FARC reconvertido en partido político desde la legalidad es tensa. “En los testimonios directos que hemos recogido, los disidentes dicen que sus líderes traicionaron la causa revolucionaria al entregar las armas y firmar la paz”, dice Sergio Guarín, para quien es “llamativo” que los líderes de las FARC, salvo excepciones, no hayan condenado públicamente las acciones violentas de la disidencia.

Estos hombres suponen no sólo un problema para los miembros de FARC que tratan de reintegrarse en la sociedad e incluso hacer política desde el Congreso, sino que son un riesgo creciente para el propio proceso de paz en un año de elecciones en Colombia. No hay que olvidar que gran parte de las 12,000 tropas desmovilizadas todavía permanecen en zonas rurales por todo el país en espera de que el Gobierno les garantice un futuro.

El botín del narcotráfico: una razón para volver a las armas
Los subversivos que siguen en armas manifiestan que el Gobierno colombiano no ha cumplido sus promesas y ese estado de zozobra e incertidumbre es lo que ha empujado a muchos a volver a la guerra. Sin embargo, el tentador botín de las drogas y otros negocios ilegales (minería ilegal de oro, extorsión) es sin duda otra razón importante para no querer reintegrarse a la sociedad.

El área de acción del frente de Guacho es estratégica para el narcotráfico. Operan en el departamento de Nariño, en la esquina suroeste de Colombia, una zona selvática que conecta con Ecuador y que funciona como un corredor clave del narcotráfico. Es una de las regiones de mayores cultivos de coca en todo el mundo. La FIP calcula que el 10% de sus miembros proceden de Ecuador. Con la presión del Ejército colombiano, este grupo estaría captando nuevos cómplices en el país vecino, igual que hace el ELN en Venezuela.

En un informe sobre las disidencias de FARC de febrero de este año la FIP ya alertaba sobre el riesgo de expansión de este frente hacia zonas de control histórico del ELN, la segunda guerrilla del país con cerca de 3.000 hombres, y hacia la provincia de Esmeraldas, en Ecuador, cerca de donde se produjo el secuestro de los tres ciudadanos ecuatorianos.

Sus acciones incluyen amenazas, enfrentamientos, extorsiones, fabricación, tráfico y porte de armas y de estupefacientes.

Guacho y sus hombres, además de los milicianos desarmados que les apoyan en cascos urbanos y áreas rurales, han sembrado el terror en Tumaco, el puerto más importante del departamento de Nariño. En 2017 los enfrentamientos con otros grupos armados ilegales como las Guerrillas Unidas del Pacífico (GUP) obligaron a desplazarse por miedo y amenazas a 1,500 personas de la ciudad y las cifras de homicidios se dispararon, superando los 200 tan sólo el año pasado.

Organizaciones como Insight Crime alertan de una posible alianza entre distintas facciones de las disidencias de FARC para controlar los negocios ilegales en los territorios. En concreto, creen que el Frente 1 se podría unir al de Guacho. El Frente Primero es el actor criminal más importante al sur de Colombia y su área de acción se expande por el otro extremo sur de Colombia, en los departamentos de Guaviare, Vaupés, Meta y Vichada. Una alianza con los hombres de Guacho les aseguraría el control de las rutas del narco desde Colombia hasta Ecuador y el pasadizo estratégico por el sur que conecta con Venezuela y Brasil.

La presión social que ha generado el asesinato de los tres ciudadanos ecuatorianos mientras realizaban una labor periodística en la frontera entre Ecuador y Colombia ha colocado a alias Guacho en la lista de los más buscados y a su frente como objetivo número uno de las fuerzas militares. Por el momento, ambos países realizan un operativo con tropas de élite en la zona para intentar recuperar los cuerpos y atacar a los criminales. Lenín Moreno ha puesto una recompensa de 100.000 dólares a quien ayude a ubicar al líder de este frente de las disidencias de FARC.

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Este texto fue publicado originalmente en Univisión.com.
Autor: José Fajardo.

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