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Opinión

27 de Abril de 2018

Columna: Nuevas visas, un trato discriminatorio

Texto de los abogados Evelyn Pino y Rafael Ferrada En Chile no hay, ni puede haber grupos privilegiados”. Este principio constitucional existe desde los albores de nuestra república. Pese a esto, han existido y siguen existiendo etapas en la historia donde este principio se ve puesto en peligro, como sucede hoy con la nueva política […]

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Texto de los abogados Evelyn Pino y Rafael Ferrada

En Chile no hay, ni puede haber grupos privilegiados”. Este principio constitucional existe desde los albores de nuestra república. Pese a esto, han existido y siguen existiendo etapas en la historia donde este principio se ve puesto en peligro, como sucede hoy con la nueva política migratoria impulsada por el gobierno actual.

Hemos visto como el Presidente Piñera presentó sus propuestas en torno a la materia, las que se dividen entre las administrativas, que son de efecto inmediato; y las legislativas, que dicen relación con la tramitación del proyecto de ley que fue presentado en 2013 y con una serie de indicaciones al mismo.

Respecto a las medidas administrativas, existen algunas que nos parecen pertinentes, como el proceso de regularización de los extranjeros en nuestro país. Pero así también existen medidas que son manifiestamente discriminatorias, como sucede con el otorgamiento de visas de acuerdo a la nacionalidad que tenga el solicitante y la imposibilidad del cambio de categoría migratoria dentro de nuestro país.

En particular, nos queremos referir a la visa que se otorgará a los ciudadanos haitianos. Dicha población sufre de una grave vulnerabilidad en nuestro país debido a la precariedad laboral (malos sueldos, inexistencia de contratos y acoso por parte de los empleadores), hacinamiento en las viviendas (arriendo de piezas en condiciones infrahumanas sin servicios mínimos), a lo que se suma la barrera lingüística, razones que hacen aún más difícil la integración.

Hoy el gobierno crea una nueva exclusión, la llamada “visa consular de turismo”, donde cada persona haitiana que quiera venir al país por turismo, debe obtener la visa previamente en su país, la cual tendrá vigencia de sólo 30 días, mientras que, para el resto de nuestros visitantes, indiferente de su país de origen, se les otorga la misma hasta por 90 días.

Cuesta encontrar argumentos razonables que sustenten esta distinción. En primer lugar, no es motivo la cantidad de población de esta nacionalidad que ha ingresado a nuestro país, pues dicho pueblo ocupa el puesto noveno en cantidad de visas permanencia definitiva otorgadas en el periodo 2010-2016 (siendo un 3% de la población migrante total), y el cuarto dentro de las visas temporales (5,8%), encontrándose a 20 puntos porcentuales del primer lugar, el cual es ocupado por Perú . (1)Incluso, si sumamos el número de residentes irregulares que existirían, dicha cifra está alejada de ser una gran población en el país.

Otro argumento que se ha sostenido es el gran incremento que habría tenido la inmigración haitiana. Respecto a esto, cabe decir que el año pasado se entregaron 267.956 visas, de las cuales 73.386 correspondió a venezolanos y poco más de la mitad (46.239) a haitianos. Por esto, no se entiende que a estos últimos se les establezca mayores trabas para su ingreso, mientras que al pueblo venezolano, se le otorgan mayores facilidades para residir en el país, a través “Visa de Responsabilidad Democrática”.

De acuerdo a lo anterior, estimamos no existen razones plausibles para poder sostener un distinto trato a la población haitiana frente al resto de la población migrante de nuestro país. Queda en evidencia el trato discriminatorio del gobierno a la población haitiana en este nuevo proceso, donde pareciera existir detrás motivos raciales, culturales o sociales, frente a la inmigración de mayor precariedad. Junto a esto, el cambio improvisado en estas condiciones, ha significado la separación de centenares de familias, que verán retrasado su reunificación debido a medidas tomadas como una manera de propaganda comunicacional, pero que no ven el tema de fondo: la vulneración que puede significar a las personas que se ven obligadas a dejar sus países para buscar una mejor vida en Chile.

(1) Datos: Reporte Migratorio Chile. Departamento Extranjería. Ministerio del Interior. Septiembre 2017.

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