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Nacional

23 de Junio de 2018

Capellán de Gendarmería dice que las cárceles chilenas son “una vergüenza”

Las cárceles en Chile “son una vergüenza y es una vulneración tremenda a los derechos humanos” y por ello el país debería ser sancionado internacionalmente, afirmó hoy el capellán de Gendarmería, Luis Roblero. “Yo creo que Chile debería ser sancionado internacionalmente, al igual que muchas realidades carcelarias, la chilena no es una excepción”, añadió el […]

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Las cárceles en Chile “son una vergüenza y es una vulneración tremenda a los derechos humanos” y por ello el país debería ser sancionado internacionalmente, afirmó hoy el capellán de Gendarmería, Luis Roblero.

“Yo creo que Chile debería ser sancionado internacionalmente, al igual que muchas realidades carcelarias, la chilena no es una excepción”, añadió el sacerdote.

En declaraciones a radio Cooperativa, Roblero señaló que “las condiciones son una vergüenza. Es una vulneración tremenda a los derechos humanos que no queremos ver y eso es gravísimo”, enfatizó el religioso en referencia al grave hacinamiento que se vive en esos recintos.

El capellán aseveró que antes se escuchaban muchos relatos de hombres y mujeres que han sido abusadas pero que tiene “la impresión que cada vez son menos los relatos”.

“Insisto que es gravísimo de todos modos”, apostilló el religioso, aunque destacó el trabajo de la actual directora de Gendarmería, Claudia Bendeck.

El pasado 19 de febrero, la Corte Suprema dio a conocer un informe en el que reveló los altos índices de hacinamiento y creciente población de reos, además de las excesivas horas de encierro a los que están siendo sometidas las personas privadas de libertad.

Según el documento, en 28 de los 53 recintos se contempla sobrepoblación.

Como un ejemplo de este estudio, en la Penitenciaría de Santiago hay capacidad para 2.384 y existen 4.486 internos, lo que implica un 88 % más de personas que pueden estar en ese recinto.

Un ejemplo del hacinamiento de las cárceles chilenas es la tragedia ocurrida el 11 de diciembre de 2010 en la prisión de San Miguel, donde perdieron la vida 81 reclusos en un incendio.

La cárcel de San Miguel estaba preparada para 1.100 reos, pero estaba ocupada por 1.961 internos.

En relación con las torturas sufridas por un grupo de detenidos ecuatorianos acusados de asesinar a una mujer, el cura Roblero sostuvo a radio Cooperativa que las cárceles reproducen lo que la ciudadanía quiere con las personas que han cometido actos delictuales.

“Si tú lees todos los comentarios en las redes sociales, la gran mayoría de la gente dice que los debieran haber matado y que es espectacular y felicita a los que torturaron”, añadió.

Los ecuatorianos agredidos se encuentran en prisión preventiva desde el martes pasado, cuando fueron imputados junto a otros jóvenes por el delito de robo con homicidio.

El miércoles circularon en redes sociales imágenes que muestran a dos de estos jóvenes ecuatorianos arrodillados y con las cabezas rapadas mientras otros convictos les pegan puñetazos, patadas y les aplican descargas eléctricas con un cable pelado.

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