Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Poder

26 de Julio de 2018

Leonidas Romero, el hijo de la Promesa

Su madre se encomendó a Dios para salvar la vida de Leonidas. Y Dios lo salvó. De chico tocó el triángulo en el coro de la Iglesia de Coronel y en la adolescencia se alejó del Padre y cayó en el vicio, deambuló por boites y lugares mundanos de vida licenciosa. Pero Dios lo salvó nuevamente. Y se hizo alcalde y parlamentario de la mano de Chile Vamos en una zona siempre ligada a la izquierda. Hoy, desde el Congreso, con su fe como escudo, arremete contra la Ley de Identidad de Género, el aborto y toda la llamada agenda valórica que, al final del día, lo tiene decepcionado de Piñera. Cuando los cristianos le preguntan “Leonidas ¿qué pasó? ¿tú mentiste o te mintieron a ti?”, el diputado -divorciado y casado en segundas nupcias-, responde: “Se equivocó el presidente al darle un reconocimiento de una mujer a un hombre (aludiendo a Daniela Vega) o nos equivocamos nosotros al votar por él. Si él mantiene esa postura nos equivocamos en votar por él”. (N de R: todas las citas bíblicas están sacadas del Twitter del diputado y fueron puestas indistintamente)

Por

“Un varón de vosotros perseguirá a mil; porque el Señor vuestro Dios es quien pelea por vosotros, como Él os dijo”.
Josué 23:10*

A ver, mire, primero mi nombre es Leonidas Romero Sáez. Hoy soy diputado y antes fui concejal y alcalde de Coronel, el primero de la derecha en la historia de la ciudad. Y lo más importante, soy evangélico, hijo de padre y madre cristianos. Mi madre, que tiene 85 años, aún es pastora.

¿Ha escuchado el concepto “Hijo de la Promesa”? A ver, le cuento: mi padre falleció hace tres meses, después de cumplir 87 años. Con mi mamá se conocieron cuando ella tenía 15 y era campesina y él, 17 y trabajaba como obrero en la ENACAR. Pololearon y se casaron. Yo soy su primogénito.

Mi madre me parió en la casa, en la emergencia, que eran unos bloques de madera donde los trabajadores tenían dos piezas. A 50 o 100 metros, había un horno, un lavadero y un baño común.

Cuenta mi madre que cuando nací, la partera le dijo “aparte de feo, su hijo viene bien enfermo”, por lo que me trasladaron al hospital de Lota. El médico fue lapidario: según él yo tenía sólo un par de días de vida.

En la sala común, al ver a mi madre sufrir, una anciana que también estaba hospitalizada le aconsejó: “Entrégaselo a Dios”. Esa misma tarde, el obispo Ramos de la Iglesia Universal de Cristo, fue a visitar a esta viejita, conversó con mi madre y, para acortar el cuento, mi madre se entregó a Dios y entregó a su hijo, es decir, a mí. Dios hizo sólo un milagro: me sanó, pero me dejó igual feo.

Eso significa ser hijo de la promesa. Y eso es lo que soy: un evangélico, a mucha honra.

PERDIDO DE LOS CAMINOS DEL SEÑOR
“Y volveré mi mano contra ti, y limpiaré hasta lo más puro tus escorias, y quitaré toda tu impureza”.
Isaías 1:25*

Yo tuve una bonita infancia en la Iglesia. Me dejaron participar en el coro y toqué el triángulo, no la pandereta. Después aprendí a tocar guitarra.

Mire, Dios ha sido muy generoso conmigo. La verdad es que yo me porté mal algún tiempo, porque por algo es que estoy hoy en el Congreso, porque Dios tenía un plan para mí. No me acuerdo que antes se dijera en el Congreso con tanta fuerza “soy evangélico” o “yo soy católico”, como lo han hecho otros después de mí.

Volviendo a cuando me descarrilé, yo venía saliendo de cuarto medio y tenía 17 años. Postulé a la universidad, quedé en una carrera que no me gustó y empecé a trabajar. Y ahí me alejé de los caminos de Dios; como todo joven quería conocer el mundo. Y me arrepiento porque hice sufrir mucho a mis padres y a mis hermanos a propósito de mi adicción al alcohol. Estuve a punto de ser alcohólico, como un primo que murió alcoholizado.

Estuve perdido como cinco años. Gracias a Dios que en Coronel, en esa época, todavía no había llegado la droga, porque capaz que hubiese caído en ella. Aprovecho de decir, con la misma franqueza con la que estamos conversando, que nunca he tenido un pito de marihuana, ni nada, en mis manos. No la conozco.

En esos años perdidos conocí la jarana, como se dice tradicionalmente, los prostíbulos, las boites… Pero reaccioné a tiempo.

Mientras estaba en eso, yo tenía un sueño muy recurrente: caminaba y caía a un abismo. Y después tuve otro sueño, en el cual de mi estómago salía como un cordel que yo lo enrollaba y enrollaba y enrollaba, y se me dormían los brazos de tanto enrollar. Un día conversando con mi madre, me dijo: “este abismo que usted ve quiere decir que si no sale del vicio, se va a perder. Y Dios le tiene preparada otra cosa: Dios lo va a poner en un cargo o en una actividad donde usted va a hablar y va a cambiar a los que lo van a escuchar”. Y míreme, ella tenía toda la razón.

Ya en el evangelio, él puso en mi camino a una gran mujer que hoy me acompaña y me apoya. Ella es mi cable a tierra y también es cristiana.

TODO SE PAGA EN ESTA VIDA
“¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?”
Marcos 4:40*

Mucha gente dice que si alguien se muere después de cometer actos malos, se va al infierno, pero no, yo creo que el infierno está acá y que uno se muere cuando ya las ha pagado todas. Y no es que Dios sea vengativo; Dios aprieta pero no ahorca. ¿Qué nos ofrece Dios? Una vida tranquila, una vida ordenada, una vida con valores. Por eso yo defiendo la vida.

Caminar en el evangelio es caminar con seguridad hacia un futuro distinto y mejor.

Yo como diputado puedo decir lo que pienso y lo que siento y, obviamente, eso crea anticuerpos. Hoy día el diputado Leonidas Romero, -y no me importa que digan que hablo en tercera persona-, está acá por voluntad de Dios, quien le tenía una misión, algo por hacer y ese algo yo lo voy a hacer.

MI PRESIDENTE
“Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido”.
Mateo 23:12*

Cuando me cuestionan qué tiene que ver Dios con el Congreso o las leyes, o las creencias personales ante el supuesto bien común, yo respondo lo siguiente: ¿acaso yo debería pensar que lo que hace el Movilh y otras minorías con estas leyes aberrantes que, desgraciadamente, “MI” gobierno apoya, están bien? O sea, ¿eso es el bien superior? ¿Acaso yo debería aceptar y todos los cristianos deberíamos aceptarlo?

Voy con otro ejemplo: Leonidas Romero Sáez, es decir yo, alcalde de Coronel, en el gobierno de la señora Bachelet, cuando el ministro de Educación de ese tiempo sacó el libro “Nicolás tiene dos papás”, yo me reuní con él, traje al director de educación y le dije “Mire, si este señor entrega un libro yo lo despido”. ¡Me acusaron de prepotencia, de soberbia y hasta de persecución! ¡Me querían demandar!

Y mire, es bien simple: para que existiera o exista Nicolás en Coronel, no necesita dos papás, necesita tener un papá y una mamá, porque dos hombres o dos mujeres jamás van a tener un hijo. Por lo tanto, Dios no se equivoca y por eso creó al hombre y a la mujer. Si no existiera un hombre y una mujer, no existiríamos ni usted ni yo. Tampoco existiríamos si nuestras madres hubiesen abortado. Por eso le doy gracias a Dios porque, con todos mis defectos y con toda mi ignorancia, estoy hoy día acá en el Congreso y usted hoy día me está entrevistando, mire qué maravilloso.

Ni usted ni nadie logrará que me refiera a Daniela Vega como mujer. Él tiene nombre masculino. Tengo su certificado de nacimiento. Y no es que me lo haya conseguido; me llegó y se lo juro por Dios que fue un regalo.
El punto es este: no es posible que el presidente Sebastián Piñera, -un hombre inteligente y capaz, por quien me la jugué -, haga un reconocimiento a varias mujeres, entre ellas un hombre. Reconoce a la senadora Allende que tiene la escoba con miles de falsos exonerados y gastos millonarios en sedes parlamentarias que no corresponden; a la expresidenta Bachelet que hizo uno de los peores gobiernos después de Allende y colapsó el país dejando una corrupción galopante después que su familia se llenara los bolsillos a costa de su cargo; y tercero, reconoce a un hombre como una mujer. Es una falta de respeto para todas las mujeres de este país.

Para que sepa, mi presidente en su campaña dijo muchas cosas y si él no hubiese prometido nada, nadie le estaría reclamando, menos yo, pero él lo hizo y yo me la jugué por él. Yo me comprometí con el mundo cristiano que hoy me pregunta “Leonidas ¿qué pasó? ¿tú mentiste o te mintieron a ti?”, yo respondo: “Se equivocó el presidente al darle un reconocimiento de una mujer a un hombre o nos equivocamos nosotros al votar por él. Si él mantiene esa postura nos equivocamos en votar por él”.

SOLOS Y ABANDONADOS
“Pelearán contra ti, pero no te vencerán porque yo estoy contigo dice el Señor, para librarte”.
Jeremías 1:19*

Me sorprende que el ministro de Educación se haya reunido con este señor cuyo nombre no me aprendo… con el señor de las minorías… ¡Jiménez! Se reunió con el señor Jiménez avalando y respaldando la entrega de un documento para que los niños de la básica, siendo hombres, puedan sentirse mujeres o siendo mujeres, puedan sentirse hombres. Eso que han llamado “identidad de género” y que tiene que ver con ir vestidos como ellos quieran. Y digamos las cosas como son: hoy día los papás objetores están molestos con este tema y yo también.

¿Sabe? Yo tengo familiares homosexuales y lesbianas y convivo con ellos… En mi equipo trabajaron y trabajan personas que son homosexuales y lesbianas y no tengo ningún problema con ellos. Dios cambia la vida de los que quieren ser cambiados. Por ejemplo, lo que yo le contaba: estuve a punto de ser alcohólico y Dios me dio la posibilidad y yo cambié. De la misma manera yo conozco a homosexuales y lesbianas que al conocer a Dios han cambiado su vida. Lo que no conozco son lesbianas u homosexuales que hayan llegado a viejitos felices… Terminan solos y abandonados…

MI DIVORCIO
“El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre”.
Juan 14:12*

Sí, soy divorciado. Es una experiencia muy dolorosa. Es que a veces uno tiene que priorizar en la vida… Mire, mi primera mujer, la madre de mi hija, una gran mujer, la verdad una muy buena dueña de casa y profesional, tenía unos pequeños problemas, era celosa y veía cosas donde no existían. A ella no le gustaba que yo participara en política, pero Dios me tenía preparada otra cosa y ella no lo entendió. Hoy tenemos una muy buena relación.

Con ella me casé por la Iglesia y según la Iglesia, los matrimonios son para toda la vida. Uno no debiera divorciarse, pero lo hice.

Por favor no confunda los planos… Yo no me separé para casarme con otro hombre. Si ese hubiera sido el caso, obviamente que habría sido, -bajo mi personal punto de vista y del mundo cristiano-, un pecado. Pero no fue así.
Afortunadamente, no estuve en la votación del divorcio, porque, a lo mejor habría votado distinto a lo que usted está planteando… Lo que yo estoy diciendo de forma responsable es que yo estoy en contra del aborto, yo estoy en contra del matrimonio igualitario y estoy en contra de la adopción homoparental.

No, no es un discurso acomodativo. Le voy a dar otro ejemplo, yo he dicho que estoy a favor de la vida ¿cierto? Mire, si una niña es violada, ¿por qué vamos a matar a la persona que no tiene ninguna responsabilidad, a un ser indefenso? ¿por qué no matamos al violador y terminamos con el problema? Me dijeron “¡pero cómo! ¡Es contradictorio lo que usted está diciendo!”. Y sí, exactamente, hay una contradicción, pero hay que ponerlo así de fuerte para que reaccionemos y dejemos de pensar en seguir matando el producto de esa violación, porque ese violador va a seguir violando, entonces ¿por qué no lo matamos o por qué no lo castramos?

INSCRIPCIÓN DE FETOS
“Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; no te olvides ni te apartes de las razones de mi boca”.
Proverbios 4:5*

Tengo un proyecto que tiene que ver con que, principalmente, la mamá cuando se entera que está embarazada, pueda ir al Registro Civil a inscribir con nombre a esa persona que está por nacer ¿sabe por qué? Yo le voy a contar mi experiencia: mi exseñora tuvo una guagüita en su vientre que murió antes de nacer. Cuando fuimos a la clínica nos dijeron que no nos iban a entregar a la guagüita, que la iban a cremar porque como no nació viva, no tenía derecho a sepultura. Mi mujer me dijo: “mira, si no sepultamos a mi hija yo me mato”. Hablé con el director de la clínica e hice todo lo posible por cumplir el deseo de mi mujer. Conversé con mucha gente y lo conseguí; fui a la funeraria, compré un cajoncito y enterré a mi hija. Con esta ley la gente que pase por algo similar no va a tener tantos problemas. Es una inscripción voluntaria.

En otras áreas legislativas, hemos hecho muchas indicaciones a la ley de identidad de género con el apoyo del equipo de la señora de José Antonio Kast. A él lo considero un amigo, un gran político, un gran cristiano y me gustaría mucho que mañana fuera presidente de Chile.

ORAR
“En aquel día mirará el hombre a su hacedor, y sus ojos contemplarán al Santo de Israel”.
Isaías 17:7*

Yo no rezo, yo oro. Los católicos repiten rezos, no sé cómo explicarlo, pero es algo como estructurado, mientras que yo oro, le cuento mis penas a Dios, le pido sabiduría, paciencia y conocimiento. Es lo primero que hago en las mañanas.

En fin, yo creo que Dios me puso en este camino por algo. Dios, conmigo, ya sembró la semilla y espero que dé frutos. Mi misión, creo, es la de hacer conciencia y atreverme. Ya somos varios los parlamentarios evangélicos y se está formando un grupo de parlamentarios católicos. Antes no se atrevían a reconocerse, había un temor de decirlo… Esto me trae a la memoria mis inicios en la política cuando en Coronel se creía que todo el mundo era de izquierda y un día yo dije “perdón, a mí nadie me ha preguntado, yo no me siento de izquierda”. Y así empecé a alzar la voz en una radio local y resulta que yo hablaba y aparecían 30 personas haciéndome pebre, pero al tiempo después algunos dijeron “este loco tiene razón” y así llegué a ser alcalde de una comuna de izquierda. Quiero decir que hay que atreverse. Algunos van a decir que soy loco, pero para mí fue la voluntad de Dios que tenía preparado este camino para Coronel y este humilde servidor. Se trata de lo que yo creo y de eso no me lo va a cambiar nadie, así me caricaturicen, me denuesten y digan cualquier cosa.

Notas relacionadas