Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Poder

7 de Noviembre de 2018

Investigación, cultura y salud: Los damnificados por el recorte presupuestario de Piñera

El plan de austeridad fiscal anunciado por el gobierno tiene en alerta a diversas plazas. Mientras el área de investigación científica y multidisciplinaria sufrirá una disminución de $32 mil millones en sus fondos, el mundo de las artes, que ya ha expresado su malestar por el recorte económico que afectará a instituciones culturales y museos, insiste en su inquietud: “La baja del 30% nos obliga a recortar programación y estructura hasta llegar a un estado similar al de ocho o nueve años atrás. Una involución que nos complicaría mucho”, dice el director ejecutivo de Matucana 100, Cristóbal Gumucio. Por último, colectivos afines con la prevención del VIH manifiestan su preocupación por la eventual baja en la partida presupuestaria del Minsal para abordar la materia.

Por

A comienzos de esta semana, parte de la oposición redactó una minuta que expone la necesidad de revertir algunas de las “caídas presupuestarias” más controversiales que contempla el proyecto diseñado por el gobierno, que entró al Congreso el pasado 29 de septiembre de manos del ministro de Hacienda, Felipe Larraín.

Paralelamente, algunos de sus representantes en el Senado, como Carlos Montes (PS), Ricardo Lagos Weber (PPD) y Juan Pablo Letelier (PS), realizan gestiones para que La Moneda expanda los recursos en dos de las áreas más afectadas por el eventual recorte: ciencia y cultura.

La primera, en caso de aprobarse la propuesta del gobierno, sufrirá una baja superior a los $32 mil millones, lo que ha motivado una respuesta inmediata de la comunidad científica . Se supone que esta trabajaría en conjunto con el recién creado Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (MinCTCI), pero no se ha podido porque, hasta el momento, dicha cartera no cuenta con un secretario de Estado nombrado en el cargo.

Por esta razón, más de veinte organizaciones firmaron una carta titulada: “El lugar de la investigación en Chile”, donde manifiestan su preocupación por la situación presupuestaria de cara al 2019.

En ella, critican que “el actual Gobierno ha hablado de la necesidad de llevar a Chile al desarrollo a través de la mejora de la productividad y el crecimiento”, pero que el anuncio presupuestario “no tiene concordancia con los desafíos que tenemos como país y la institucionalidad creada”.

La socióloga de la Universidad de Chile y doctora en Hispanic Languages and Literatures de la Universidad de Pittsburgh, Carolina Gaínza, quien suscribió la misiva a través de la Asociación de Investigadores en Artes y Humanidades, afirma que las organizaciones relacionadas con la investigación multidisciplinaria se enteraron del millonario recorte “a través de las redes sociales”, ya que nunca se les comunicó de forma directa por parte del Ejecutivo.

A ojos de la investigadora, la rebaja presupuestaria en esta área “demuestra que no hay interés por parte del gobierno en invertir en investigación, ni en que las distintas organizaciones relacionadas a la materia puedan participar en ella a través del MinCTCI, que hasta el momento ni siquiera tiene alguien a su cabeza”.

Esta decisión, desde su punto de vista, es la “punta del iceberg de una postura mucho más compleja, ya que sin recursos apropiados en investigación, nuestro modelo productivo seguirá siendo extractivista y no estará basado en los conocimientos que se pueden generar en el país, donde hay mucho potencial”.

Por esto, la socióloga opina que una solución a corto plazo, además de nombrar un ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, “es incrementar el presupuesto para que el MinCTCI pueda trabajar de acuerdo a las expectativas, ya que la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt) está haciendo agua por falta de recursos”; mientras los lineamientos futuros “debieran estar orientados en una preocupación real por la investigación académica gestionada y desarrollada en Chile”.

CULTURA
Por otro lado, desde fines de octubre, el denominado “mundo de la cultura” ha expresado su inquietud por la propuesta que el gobierno envió al Congreso y que contempla una disminución del 30% del presupuesto para el funcionamiento de seis instituciones: Matucana 100, Museo Violeta Parra, Museo Precolombino, Balmaceda Arte Joven, el teatro Regional del Bío Bío y el festival Santiago a Mil.

Pese a que la titular del Ministerio de Cultura, Consuelo Valdés, ha insistido en que el recorte “no es tan abrupto” y que, más allá de estas cifras, el presupuesto global para la cultura tendrá un aumento del 4% interanual que favorecerá a fondos concursables, distintas voces del rubro han manifestado su preocupación por la desvalorización de las artes, al mermar su vinculación con la ciudadanía.

En este sentido, el actor y Premio Nacional de Artes de la Representación 2015, Héctor Noguera, envió una carta a un medio nacional en la que sostiene que: “El Estado responsable no debe desincentivar la creatividad, sino que debe alentarla, invirtiendo en un quehacer que redundará en una mejor vida para todos (…) Las artes son un bien público, una práctica social indispensable que se debe estimular con recursos sin tener que desvestir un santo para vestir a otro, sin castigar instituciones que ahora pertenecen a todos, gracias a su esfuerzo y buena conducción”.

En conversación con The Clinic, el director ejecutivo de Matucana 100, Cristóbal Gumucio, dice que le “cuesta entender el recorte, porque las razones que se han esgrimido no tienen mucho fondo, como el tema de la concursabilidad, ya que no existen referencias internacionales de modelos de instituciones culturales que funcionen a través de concursos año a año, básicamente, porque no permite planificación a largo plazo”.

“Tampoco entiendo el motivo de austeridad, ya que los recursos invertidos en cultura en general, y en estas instituciones en particular, son tremendamente eficientes en la promoción de las artes en Santiago y regiones, sobre todo en comparación a otros rubros donde se desembolsan cifras cuantiosas de dinero”, agrega.

Debido a esto, Gumucio, especializado en Gestión Cultural, califica la decisión de recortar el presupuesto como un “impulso de ideas muy básicas, más que como un tema estudiado o elaborado”.

No obstante, en algunos círculos de las artes y la cultura, se ha instalado la idea que la decisión del gobierno por disminuir los recursos tiene motivaciones “ideológicas”, o bien, con el papel que jugaron los representantes del mundo cultural en la salida del exministro Mauricio Rojas. Gumucio no lo descarta, pero afirma que “yo esperaría que no, ya que este año es el de la instalación del ministerio y requiere políticas de Estado de largo plazo, y la cultura no puede quedarse atrapada en cosas tan pequeñas”.

Más allá de los supuestos, lo cierto es que de aprobarse el presupuesto el impacto podría ser devastador para algunas instituciones culturales. La directora ejecutiva de Fundación Teatro a Mil, Carmen Romero, dice a The Clinic que con los nuevos fondos algunas instituciones correrían el riesgo de volverse poco sustentables y cerrar definitivamente.

Con relación a esto, Gumucio aclara que si bien Matucana 100 “no dejaría de existir, porque hemos tenido el mérito de desarrollar una gestión que nos ha permitido crecer y fortalecernos, la baja del 30% nos obliga a recortar programación y estructura, hasta llegar a un estado similar al de ocho o nueve años atrás. Una involución que nos complicaría mucho”.

Romero agrega que otro motivo esgrimido para ejecutar el recorte, es que “se necesitan recursos para mantener patrimonio en regiones, pero una de las instituciones que le disminuyen el 30% es el Teatro Regional del Bío Bío”.

La directora de Teatro a Mil, finalmente, sostiene que “aún no entendemos esta decisión, más aún cuando la realizaron sin ningún aviso, porque nos habían enviado un mail confirmando que nuestro presupuesto sería de continuidad. Además, demuestra una ideología de concursabilidad en las artes y las culturas que no es admisible”.

SALUD
En mayo de este año, el ministerio de Salud presentó el Plan Nacional de VIH/Sida y enfermedades de transmisión sexual. El anuncio se realizó en el Centro Cultural Gabriela Mistral y fue encabezado por el ministro Emilio Santelices, quien dijo haber “contado con el apoyo del Presidente Sebastián Piñera” para ejecutar el programa, “toda vez que él ha recogido esta necesidad de salud pública como de máxima importancia”.

Según la propia cartera, el objetivo de esta iniciativa era disminuir la transmisión del VIH a través de estrategias de testeo y prevención combinada; la promoción del sexo seguro y medidas de prevención del VIH, especialmente en adolescentes y jóvenes; aumentar la detección precoz; fortalecer la red de atención de VIH del sistema público; y disminuir la mortalidad a causa de esta enfermedad. Para ello, el Minsal se comprometió con una extensión presupuestaria que alcanzaría los $18 mil millones.

A seis meses del anuncio, sin embargo, organizaciones ligadas a las campañas de prevención de VIH acusan extrema lentitud en la ejecución del Plan Nacional, mientras otras dicen saber, a través de versiones extraoficiales provenientes del Minsal, que se habría recortado parte de los $18 mil millones prometidos por el gobierno.

En esta línea, el secretario ejecutivo de la Coordinadora Nacional de Atención en VIH-Sida, Michael Díaz, dice a este medio que en un principio “el Plan fue bastante celebrado, porque se hizo en conjunto con organizaciones y distintos actores de la sociedad civil, especialmente entre abril y mayo, donde hubo reuniones bastante productivas con el Minsal”.

No obstante, agrega que tiempo después del lanzamiento del programa, la cartera que lidera Santelices ajustó piezas de forma unilateral y sin consultarlo a los grupos que participaron en el debate previo. En este escenario, es que Díaz dice haber tomado conocimiento de una “lamentable noticia”: “A la fecha, el Plan Nacional no tiene garantizada su partida presupuestaria. Se le ha consultado de manera extraoficial al ministerio de Salud, y la respuesta es que efectivamente hay problemas que no tenían contemplados en esta materia, pero que están buscando una estrategia de reasignación de fondos”.

Díaz asegura que la versión de pasillo ha sido contrastada y confirmada por personeros del ministerio de Hacienda y por parlamentarios de la Comisión de Salud del Congreso.

“Al parecer el ministro Emilio Santelices, cuando hizo el anuncio, no tenía contemplado que Hacienda le podía rechazar los $18 mil millones, y según hemos podido recabar hasta el momento, ese es el problema. El monto final sería cercano a los $12 mil millones”, afirma Díaz, de acuerdo a versiones que ha podido recapitular desde los ministerios y el Parlamento.

Consultado el ministerio, informó a The Clinic que “actualmente se encuentra en proyecto de presupuesto 2019 una expansión” de más de cuatro mil millones de pesos, “lo que equivale a un incremento de 3,7 por ciento respecto del año anterior”. “El presupuesto de VIH no presenta recorte alguno para 2019, ya que mantiene su continuidad reajustada y, además, presenta expsansión”, insistió el ministerio.

El Director de Gestión Pública de Acción Gay –institución enfocada en reducir la transmisión de VIH y en prestar apoyo a personas seropositivas, con más de treinta años de funcionamiento-, Marco Becerra, dice que aunque hasta el momento no ha sabido de recortes presupuestarios de forma oficial, está “en condiciones de afirmar que la ejecución del Plan Nacional ha sido extremadamente lenta. Las personas que están encargadas de llevar adelante este plan parecieran estar operadas de los nervios, porque no demuestran ningún sentido de urgencia por acelerar su implementación”.

Notas relacionadas