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Opinión

12 de Noviembre de 2018

Columna de diputados de oposición: 4 razones de por qué Aula Segura es un show

Para cualquier gobierno, el Ministerio de Educación es uno de los más sensibles. Bajo el mando de Sebastián Piñera se ha configurado un MINEDUC falto de claridades que parece develar que poco y nada hay en materia de política educacional. La administración de Varela dejó apenas cuñas lamentables mientras el propio ministro señalaba que estaban dedicados a "estudiar" los proyectos que habían en trámite y los que presentarían. Algo de todas maneras extraño si pensamos que los candidatos se preparan para gobernar, al menos, desde que presentan su programa de gobierno.

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Hoy se votará la iniciativa del gobierno que promete hacerle frente a los casos de violencia extrema en los colegios de Santiago. Su efectividad, sin embargo, está por verse.

Para cualquier gobierno, el Ministerio de Educación es uno de los más sensibles. Bajo el mando de Sebastián Piñera se ha configurado un MINEDUC falto de claridades que parece develar que poco y nada hay en materia de política educacional. La administración de Varela dejó apenas cuñas lamentables mientras el propio ministro señalaba que estaban dedicados a “estudiar” los proyectos que habían en trámite y los que presentarían. Algo de todas maneras extraño si pensamos que los candidatos se preparan para gobernar, al menos, desde que presentan su programa de gobierno.

El nombramiento de la ministra Cubillos, por otra parte, quiso venir a reforzar la supuesta mano dura del Presidente, dejando atrás los espectáculos desafortunados de su predecesor.

Como una de las primeras medidas de su gestión, la ministra impulsó el proyecto de Aula Segura, sacado prácticamente del escritorio del alcalde Felipe Alessandri, que promete hacer frente a los problemas de violencia extrema que viven algunos colegios de la comuna de Santiago.

Desde el inicio de la tramitación, sin embargo, la ministra y el Presidente han dejado en evidencia que, más que preocuparse por la convivencia escolar y el futuro de los jóvenes, Aula Segura es un espectáculo mediático, diseñado para agradar a las encuestas. Y acá les dejamos 4 razones de por qué:

1. No les importa la violencia.

Dos meses antes de que se presentara Aula Segura ingresamos un proyecto para mejorar los manuales de convivencia de las escuelas y hacerlo de manera participativa con la comunidad. A este proyecto le llamamos Escuelas sin Violencia.

Siempre señalamos que la expulsión era algo que ya estaba considerado en la legislación vigente. Prueba de ello es que entre 2016 y lo que va de 2018 se han expulsado a más de 1600 alumnos sólo por hechos de violencia. En el paso de Aula Segura por el Senado, sin embargo, lograron mejorar un aspecto del proyecto referido al tema: muchas veces la suspensión se toma como sanción final en vez de tomarla como medida cautelar, por lo que no se puede volver a sancionar el mismo acto con la expulsión. Esta indicación fue ingresada por Yasna Provoste y de la misma forma, nosotros ingresamos una en ese sentido en Escuelas Sin Violencia. Así este último abordaba tanto la prevención como la sanción. Aula Segura, sin embargo, se quedaba únicamente en expulsar alumnos.
Dado que el gobierno obstruyó la votación de Escuelas sin violencia al ponerle urgencia a ultima hora a otros proyectos (como el de multas para quienes ensucien playas), decidimos poner todo nuestro esfuerzo en mejorar el proyecto de Aula Segura en el trámite en la Comisión de Educación de la Cámara Ingresamos una indicación que obligaba a que cualquier sanción fuera acompañada de un proceso correctivo y pedagógico. ¿De qué sirve expulsar a un niño violento si no corregimos y atacamos las causas de esa violencia? Sólo estaremos trasladando el problema de un lugar a otro. Esta indicación fue rechazada gracias al voto de la DC, a solicitud del Ejecutivo.

2. ¿Y la violencia de los adultos?

Este punto es, más bien, una continuación del anterior. No les importa la violencia ni mejorar el ambiente educativo porque si fuera así, este proyecto no buscaría sancionar sólo a los estudiantes. Sobre todo si consideramos, por ejemplo, que la mayor cantidad de agresiones a profesores viene de parte de apoderados.

Otra indicación que rechazaron fue la de que las medidas cautelares deben ser claras para todos los miembros de la comunidad y, por lo tanto, posibles victimarios. No sólo los estudiantes ejercen violencia. ¿Qué medida cautelar aplicamos a profesores, funcionarios o apoderados que participen en hechos de violencia extrema contra otros miembros de la comunidad? Aula Segura no da ninguna claridad porque desde el principio ha sido un proyecto populista que busca responsabilizar únicamente a los estudiantes por los climas de violencia escolar.

3. Romper una oficina o abuso sexual: mismo castigo

Dado que este proyecto entendía exclusivamente a los estudiantes como quienes ejercen violencia, y que desde el ministerio parecen entender la violencia de manera miope, enfocándose únicamente en actos llamativos comunicionalmente, no se consideraron otras formas de violencia, mucho más frecuentes y que afectan a todo el país, no sólo a una comuna. En el trámite en el Senado, se incluyeron otras formas de violencia, como la psicológica, verbal y sexual.

En la Cámara, sin embargo, quisimos clarificar que todo tipo de violencia no puede tener la misma sanción, tal como sucede en el sistema penal. El robo de un auto no puede tener la misma pena que la violación, por ejemplo.

¿Ya adivinan qué pasó con la indicación? Rechazada. Aula Segura otorga la misma sanción a romper una oficina que a abusar sexualmente de un menor de edad

4. ¿Y la deserción? Nadie se hace cargo

Durante la tramitación exprés de Aula Segura (sólo tuvimos 4 días para discutir y votar en la Cámara), logramos escuchar a varios expertos. Dada la importancia del tema de la violencia y que ya habíamos discutido y votado Escuelas sin Violencia, muchos parlamentarios además estuvimos reuniones de audiencia con organizaciones que nos ayudaran a dar con buenas propuestas para mejorar el clima de violencia en las escuelas. Entre muchos y muchas expertas, Unicef nos recordaba el caso de EEUU. Implementaron una política de tolerancia cero y expulsión frente al porte de armas en las escuelas. ¿El resultado? Los tiroteos no disminuyeron y aumentó la deserción escolar. En los últimos años han tenido que buscar propuestas de políticas públicas para detener y revertir este fenómeno. Nos señalaron que incluso al reubicar al estudiante, en la mayoría de los casos termina desertando del sistema escolar. Y ya todos sabemos cómo sigue ese camino.
La ministra Cubillos señaló en múltiples intervenciones que este proyecto se preocupaba de reubicar a los alumnos expulsados. En la práctica, sin embargo, lo único que hacen es mostrarle al apoderado o apoderada la “oferta” de matrícula y ya. No se establece ninguna obligatoriedad del Ministerio de hacerse cargo del destino del alumno o alumna expulsada. Una vez más: ingresamos una indicación para que el Mineduc asegurara la reubicación del alumno y se preocupara de su correcta adaptación al sistema escolar. ¿Y? Rechazada.

¿Por qué la ministra Cubillos se esfuerza tan arduamente por detener indicaciones que apunten a la corrección de la violencia, a la reinserción de los alumnos violentos, a entender y abordar la violencia de manera sistémica? La respuesta es una sola. En la tramitación de este proyecto la ministra Cubillos, así como el ministro Blumel y el Presidente Piñera demostraron que no tienen mayor interés porque los niños de hoy sean adultos saludables, respetuosos, tolerantes, con vocación de diálogo y democracia. Demostraron, por el contrario, que su único interés es subir un par de puntos en las encuestas y que con eso, ojalá nadie se de cuenta de que no tienen una política educacional, de que vivimos con los índices de desempleo más altos de los últimos años (sobre todo para las mujeres), y de que no han sido capaces de estar a la altura de sus propias promesas de bonanza económica.

Firman:

Camila Vallejo
Gonzalo Winter
Cristina Girardi
Camila Rojas
Rodrigo González

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