Para la otra llevamos huevos duros en tupper: Nuestra experiencia en Fauna Primavera

Melancolía, melodrama y euforia: todas y no necesariamente en orden. Con una parrilla de artistas diversificada y amable para todo público (bueno, mayor de 18 años, pues la venta de alcohol prohíbe el ingreso de menores de edad), Fauna Primavera logró reunir emociones no vinculantes y algo contrariadas.

Iarahei, Gianluca, Playa Gótica, Rubio, Bronko Yotte, Fernanda Arrau y, la ya internacional, Javiera Mena le dieron el toque criollo a un evento sin fronteras. Esta última, compitió en horario con la autoproclamada sandunguera Nathy Peluso, sin embargo, el público mostró un interés similar en ambas músicos.

La jornada contó con un sol cálido, acompañado por un viento amable y un espacio con suficiente espacio verde como para hacer del evento una instancia perfecta de relajo y música.

Con la comida no se juega, y si hay algo que despierta la bestialidad de cualquier ser humano es un mal servicio gastronómico. Filas de 1 hora 45 minutos hartaron a cuanto asistente hizo el valiente intento de comprar una pizza o un paquete de papas fritas que, por cierto, sus precios sobrepasaban los 5 mil pesos en su mayoría. La zona de comidas no dio el ancho para satisfacer a un público que se le prohibió el ingreso de alimentos externos. Faltaron foodtrucks, sobraron bares (que, por cierto, una cerveza individual marcaba $4 mil).

En tanto a las actividades no-musicales, la ruleta fue todo un hit. Auspiciada por Pepsi-cola, el juego provocó enormes filas para esperar el ingreso a él. Colas que, sin embargo, no se hicieron con caras largas. Poleras gratis, una selfie a elegir impresa y de regalo, y para rematar una hermosa vista del evento desde las alturas. Gran acierto de la organización contar con actividades de entretención.

Los puntos altos de la jornada sin duda fueron Death Cab for Cutie, MGMT y Lorde.  Puntuales, los músicos supieron hacer frente al frío de la noche y complacer a un público que anhelaba por verlos. Shows duraderos, cargados de hits y con una puesta en escena que cumplió expectativas. A eso de las 1 de la mañana finalizó el último show en los stages exteriores, quedando sólo operativo el espacio destinado a la música electrónica, lugar el cuál extendió el jolgorio hasta las 5AM.

En conclusión, Fauna Primavera se lleva el visto bueno. Sus fallas estuvieron exclusivamente vinculadas a la logística del evento: los problemas con los stand de comidas, el caos para subirse a sus buses de traslado (cuyo costo era de $8 mil ida y vuelta) y algunos problemas técnicos en shows como el de Nathy Peluso (a la artista se le vio haciendo indicaciones de sonido durante varios momentos dentro presentación) o Playa Gótica (bajista sufrió el corte de una de sus cuerdas) que fueron evidentes pero no restaron  euforia ni emoción.