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Cultura

3 de Diciembre de 2018

REVIEW | Jorge González, ‘Nada es para Siempre’ (M&E, 2018)

Revisa acá la reseña de " Nada es para Siempre", el concierto que se realizó en homenaje a Jorge González y que se lanzó en 2018.

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A casi 20 años del recordado disco Tributo a Los Prisioneros – placa publicada el año 2.000 por el sello Warner Music Chile, en la que diversos artistas nacionales se juntaron para tributar el repertorio histórico de Los Prisioneros-, se acaba editar “Nada es para Siempre”, disco doble publicado por el sello Música  y Entretenimiento que registra y resume el concierto homenaje a Jorge González, celebrado en el Movistar Arena a fines del 2015. El punto de unión entre estos dos álbumes es el repertorio escogido y la aproximación diversa a este. En ambos discos encontramos las canciones más célebres de Los Prisioneros (y de Jorge González), re interpretadas en las voces de los más diversos -y destacados- músicos chilenos.

Y aunque varios de los temas y artistas se repiten entre uno y otro disco, el contexto, obviamente, es el que hace la diferencia. El concierto “Nada es para Siempre” se llevó a cabo para tributar –en vivo y directo y con público- la obra y figura de Jorge González, y se realizó, como hemos dicho, el 2015, pocos meses después del ACV que afectó al líder de Los Prisioneros en medio de una gira por Chile. Conmovidos por su situación de salud, su banda y diversos músicos se juntaron para celebrar junto al público, la fuerza y absoluta vigencia de estas canciones, algunas con más de treinta años, razón por la que la re-interpretación de estos temas incluidas en este CD, poseen una fuerza y una emoción distintas, mayor.

Secundados por quienes compusieron durante cinco años o más la banda estable de Jorge González (Gonzalo Yáñez, Pedro Piedra, Jorge de la Selva,  Felipe Carbone y Ed Quiroz), artistas como Florcita Motuda, Álvaro Henríquez, Javiera Mena, Roberto Márquez, Gepe, Beto Cuevas y Zaturno, entre otros, tributan en esta placa y como hemos dicho, parte importante del repertorio Prisioneros. Varias novedades aparecen en estas nuevas lecturas, como por ejemplo, las originales versiones ofrecidas por los personajes y músicos del programa infantil 31 minutos: la sentida interpretación de “Estrechez de Corazón” realizada por Beto Cuevas; el charango en vivo en “Tren al Sur”, interpretado por Roberto Márquez de Illapu, quien le dio a su vez una emoción especial a las voces en el famoso tema del disco Corazones.  Zaturno a su vez brindó una fuerza especial a “Corazones Rojos”, tema compuesto en clave rap y versionado anteriormente por otra figura importante del hip hop chileno como lo es Jimmy Fernández.

Gran parte de esas versiones, sin embargo, no sorprenden tanto pues responden a vínculos anteriores (y conocidos) de Jorge con tales artistas: los solos de Álvaro Henriquez en “No Necesitamos Banderas” o “Sudamerican Rockers”, recuerdan o rememoran incluso la etapa en que el líder de Los Tres tocó en Los Prisioneros (el año 2003);  las versiones de artistas como Gepe o Javiera mena refieren a acercamientos anteriores y propios de ambos músicos a este repertorio; y la versión de Florcita Motuda, por otro lado, revisa sin grandes variaciones lo que fue su versión de “Porque No se Van”, incluida en el disco tributo del año 2.000, con el texto y título cambiado a “Mejor yo me voy”.

Lo realmente novedoso en este concierto y CD, son los acercamientos y versiones al repertorio solista de Jorge González, un catálogo a veces eclipsado por las canciones de Los Prisioneros, pero donde también abundan los clásicos y singles que merecían también un justo saludo musical. Allí están “Esta es para hacerte feliz”, rescatada/cantada por Gepe (y versionada meses después por Américo en TVN);  “Esas Mañanas”, abordada con sensibilidad por Manuel García y “Mi casa en el árbol”, cantada por Gonzalo Yañez, quién a la vez fungió como director musical del espectáculo. Se echan de menos, quizás, temas como “Carita de Gato” o “La Cumbia Triste”, este última rescatada por Jorge para su despedida de los escenarios, al año siguiente, en la Cumbre del Rock. Los vínculos de Jorge con la electrónica son, sin embargo, tributados, en este disco doble, con la presencia en algunos temas de Cecilia Aguayo y de Atom Heart, con quienes Jorge grabó el disco Corazones en vivo, en el festival Primavera de Fauna.

Pero el  punto de emoción más intenso  del disco lo aportan sin duda, las canciones re-interpretadas por el propio Jorge, quién realizó un esfuerzo muy grande para – en medio de su recuperación-, poder estar presente y cantar estas canciones en el show.

“El camino de los ensayos estuvo peliagudo y no pocas veces llegué a pensar que esto no era una buena idea”, confesó días después del show, el músico Pedro Piedra. “Yo tenía miedo del mensaje que pudiera recibir la gente, porque la verdad es que yo tampoco lo tenía muy claro. Al momento de subir al escenario estaba tan nervioso, incierto y expectante de lo que podría pasar como cualquiera de las personas que repletaron el Arena. Por suerte su música es tan poderosa que simplemente no puede ser malentendida, y con el primer acorde de “Esta es para hacerte feliz” todas mis dudas se disiparon y pude entregarme a esta especie de laguna mental que me colma cuando estoy tocando con estos amigos tan queridos, compartiendo una experiencia tan mística que nos une aun más, si es que esto era posible”, señaló el cantante y baterista en un texto en donde contó los pormenores de este show.

Abordando primero varios temas de sus discos grabados en Alemania (la trilogía de Berlín, como es conocida) el segmento de Jorge González en el disco culmina  con algunos clásicos de Los Prisioneros, siendo el más emocionante “El baile de los que sobran”, cantado con Miguel Tapia, baterista y miembro histórico del trío de San Miguel.

Consultado por Patricia Rivadeneira para The Clinic, Jorge contó tiempo después, que al momento de salir a cantar en ese show “estaba más preocupado de no caerme. Pensaba: si me caigo, se caen ellos también. Y tengo un poco de razón, porque soy una especie de maestro de ceremonias. No soy un ídolo, sino que al final soy un sirviente, lo que me honra mucho. Pongo lo mío al servicio de la comunidad, y eso es lo que hay que hacer, ser uno entre tantos. Por eso me molesta que me hicieran un ídolo. Porque yo, en verdad, soy más persona que personaje”, dijo, exponiendo la responsabilidad que sintió en ese momento para con su público y la fragilidad que lo acompañó en este desafío gigante. Sin embargo, González no solo salió victorioso de este reto auto impuesto, sino que recibió esa noche con creces el cariño de su público y de los medios que cubrieron el show.

“Emotivo reencuentro de Jorge González con el público en concierto. Tras nueve meses de intensas terapias de recuperación y luego de sufrir un accidente cerebrovascular a comienzos de año, el cantante Jorge González salió al escenario del Movistar Arena con un poco de dificultad al caminar, en el marco de su concierto homenaje “Nada es para Siempre”. Parado en medio del escenario, con la mano izquierda apoyada en una discreta estructura metálica, González volvió a cantar”, dijeron en TVN

El Mercurio por otro lado, destacó también la cita. “Jorge González regresó a los escenarios con emotivo y multitudinario concierto. En medio de una atmósfera emotiva, respetuosa, y que a ratos se convirtió en una fiesta, Jorge González regresó a los escenarios la noche del viernes, a nueve meses de sufrir el infarto isquémico cerebeloso que aún lo tiene en recuperación. González sigue en terapia kinesiológica para mejorar sus habilidades motoras, por lo que sus movimientos en el escenario fueron reducidos. No obstante, jamás utilizó la silla que la producción ubicó a sus espaldas. Y aunque tuvo leves tambaleos al comienzo, éstos luego desaparecieron. El artista había preparado seis canciones, pero llegado el momento de la despedida se animó con “Pa Pa Pa” y “El baile de los que sobran” , junto a Miguel Tapia y Claudio y Juanita Parra. Con ellos en el escenario, compartió el momento más emotivo de la noche, con las casi doce mil personas gritando aquel himno de los ochenta”, publicaron.

El concierto y el disco terminó con el tema  “Fe”, con todos los artistas invitados citando y revisitando juntos, la versión de este clásico de su primer disco solista, grabada previamente para promover el show.

“Nada es para siempre” es un disco valioso e interesante pues resume, por un lado, las más importantes de las canciones de Jorge González, re interpretadas por músicos destacados del medio chileno; la variedad de voces presentes hablan de un reconocimiento transversal a la obra de Jorge y le ofrecen al auditor una experiencia llamativa por lo variada y por la emoción impresa en cada uno de estos tracks. A la vez el disco es un documento de un momento importante, una noche histórica para la música en la que mucha gente y músicos se juntaron para saludar una trayectoria destacada a nivel latinoamericano.

A su vez el disco tiene el valor de ponderar el trabajo de Jorge, más allá de Los Prisioneros al incluir, como hemos dicho, ese repertorio solista, querido también por el público, pero que a veces se pierde de vista a propósito del peso histórico que tienen las canciones de Los Prisioneros.  Esos temas de los 90 y 2.000 de Jorge encuentran aquí, también, su justo reconocimiento. Una pieza doble, de lujo y de colección, para quienes estuvieron allí y valoren la obra y el trabajo de Jorge González.

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