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Opinión

9 de Enero de 2019

Columna del Tío Mamo: Ultraderechista Sí, pero a la Chilena

“… Y es por eso que desde hoy me declaro punk, ¡Punk y anarquista! Pero a la chilena, o sea ni tan punk ni tan anarquista tampoco…” —Coco Legrand, genio del humor y amigo de Pilar Sordo. Hay veces en que me cuesta entender el actuar de mi amada derecha cavernaria: Durante años se han […]

Tío Mamo
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“… Y es por eso que desde hoy me declaro punk,
¡Punk y anarquista!
Pero a la chilena, o sea ni tan punk ni tan anarquista tampoco…”
—Coco Legrand, genio del humor y amigo de Pilar Sordo.

Hay veces en que me cuesta entender el actuar de mi amada derecha cavernaria: Durante años se han quejado de que el Che Guevara se ha convertido en el símbolo visual del zurderío, en un artículo de merchandising marxista, en resumen, en una polera; y ahora que le hacen flor de publicidad a la imagen de Jaime Guzmán, plasmando su rostro en una camiseta, hasta con la venia del “Ángel” Gabriel Boric, se quejan.

En lugar de revivir ese tema tan añejo, el oficialismo debería priorizar en la agenda pública temas más actuales y que suscitan el apoyo de la población, como por ejemplo ese proyecto de Ley que incorpora a los trabajadores independientes al sistema de AFP. Justo lo que el pueblo clamaba a gritos: Darle más fondos a nuestras bienamadas Aseguradoras de Fondos de Pensiones.

Volviendo al tema de la polerita, el video aquel fue liberado por JAK (ojo que no es una marca de autos china, me refiero al candidato presidencial de la UltraDerechaNeofascista), quien hoy por hoy anda todo cocoroco porque en la encuesta Research lidera las menciones espontáneas sobre quién le gustaría que fuera el próximo Presidente de Chile.

Esta coyuntura nos obliga entonces a hurgar en la carrera política del rucio Painino(gentilicio de la gente de Paine, millenials). Me voy a saltar su etapa de concejal en Buin porque me imagino que —al igual que el resto de los concejales del país— no hizo nada. Como diputado, el tío de Felipe “fuente confiable” Kast tiene un historial tan impecable como la ética de la UDI (su antiguo domicilio político), ya que su participación más destacada en el hemiciclo consistió en ser parte del séquito de congresistas que desfiló por las oficinas de Penta pidiéndole plata a Huguito Bravo. Tan así es la cosa que he llegado a la conclusión de que JAK debería reclamar los votos de los comunistas, esto porque en los más de 15 años que estuvo como parlamentario su producción de proyectos de ley fue menos prolífica que tribunal de justicia del Vaticano. De esto tomó nota Juan Pablo Letelier, quien presentó esta semana un proyecto de ley para que la Brisca sea deporte nacional. Una idea genial y que demuestra que la izquierda chilena está a punto de salir de su letargo, ya que entienden que con este tipo de leyes volverán a conectarse con las reales necesidades de la ciudadanía.

¿Y la propuesta política de Kast? Para los irreflexivos que creen que Kast es la copia infeliz de Bolsonaro o de Trump les aviso que andan más perdidos que Fernanda Bachelet cotizando en Fonasa. No señores, el próximo Führer de Chile tiene una gracia, y es que entiende que el Chileno es bueno para copiarle a los demás países, pero que también le gusta darle su toque personal. José Antonio, el defensor de la libertad de represión, y cuyo lema de campaña (tentativo) sería: “Balas para todos”, emulando el lema de Joaco Lavín con el que casi le gana a Lagos en las elecciones del año 2000 no es un ultrón que grita cabezas de pescado en voz alta. Las dice, pero en un tono tan calmado y cansino que hace ver a Ossandón como un patrón de fundo histérico.

Sobrinos, la madre del cordero (como diría Tito Fernández, el Temucano-tula-loca) es bien sencilla: José Antonio NO es Pinochetista, es Jaime Guzmanista. ¿Qué cuál es la diferencia? Simple, Augusto fue un hombre apasionado, vigoroso, no muy brillante quizá pero como le hacía caso en todo a su señora Lucía (igual que todos ustedes, chilenos proletarios, no me vengan con engañifas) tomó muchas buenas decisiones (risas), Jaime en cambio era una especie de señor Smithers maquiavélico, que ordenó el sistema político oculto bajo esos lentes poto botella y esa boca de zorzal. Y para que su legado se mantuviera adoctrinó y endiucó a jóvenes como José Antonio, quien parece ser su alumno más aventajado, y no me refiero tan sólo a su cosmovisión política, sino que sobretodo a su forma de naturalizar su ideología conservadora. Pareciera ser que lo único que Jaime no pudo inculcarle a José Antonio fue su diversidad.

No sé ustedes sobrinos, pero yo creo que poner al “Nazi de Paine” (ese es el mote que le ha puesto ahora el zurderío) en el sillón presidencial suena tan absurdo como contratar a Tomás Jocelyn-Holt de delivery de aplicación de comida.

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