Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Opinión

10 de Mayo de 2019

Entrevista al diputado Gonzalo Winter: “Convergencia Social en ningún caso existe para ser un contrapeso de Revolución Democrática”

A días de la definición sobre quiénes presidirán Convergencia Social, la nueva fuerza política del Frente Amplio, el diputado Gonzalo Winter detalla en qué consiste esta alianza, cuáles son sus fundamentos, quiénes son los adversarios y sus objetivos de cara a las elecciones municipales del 2020.

Luis Tabilo Castillo
Luis Tabilo Castillo
Por

Convergencia Social es el nombre del nuevo partido político que reúne a cuatro movimientos del Frente Amplio y que el 11, 12 y 13 de mayo, decidirán la mesa central que dirigirá al naciente referente del conglomerado.

Se trata de la fusión de Izquierda Libertaria (IL), Socialismo y Libertad (SOL), Nueva Democracia (ND) y el Movimiento Autonomista (MA), quienes, tras meses de debates, congresos y votaciones para elegir el nombre del partido y sus fundamentos de base, zanjarán qué lista y líder feminista estará al mando de la colectividad.

La diputada del distrito 13, Gael Yeomans y el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, representan a “La Corriente”, lista que lidera las opciones de triunfar. En la vereda opuesta figura “Movilizando Territorios”, encabezada por la vocera del Movimiento Autonomista, Stephanie Peñaloza y el diputado Diego Ibáñez.

Son más de 100 militantes los que compiten por los 49 cargos que conformarán la primera Directiva Nacional: Una mujer en la Presidencia, cinco en la Dirección Ejecutiva y tres Encargados Macrozonales (Norte-Centro-Sur). Además, el Comité Central estará compuesto por 40 personas, de los cuales 20 serán elegidas con un sistema similar al parlamentario y con representantes de los militantes en el extranjero.

En este escenario conversamos con el diputado Gonzalo Winter, quién nos entrega detalles de la interna:

¿Cómo se define Convergencia Social?
Es un partido feminista que respeta y se reconoce en la tradición de lucha de la izquierda chilena, pero que también acepta el desafío de construir una izquierda del siglo XXI que esté profundamente arraigada en los saberes, sentires, dolores y esperanzas del momento que vivimos; que se hace cargo del cambio climático, del cambio cultural y de los cambios tecnológicos.

A propósito de los casos de SQM, financiamiento de la política y pérdida de confianza en los líderes, ¿cómo se encanta a la izquierda desde la izquierda?
Analizar la historia de la Concertación y la Nueva Mayoría es algo muy largo y que tiene muchas aristas porque es un periodo muy largo en la historia de este país. Por eso, yo veo que en las bases de lo que fueron estas coaliciones hay gente que realmente cree en la justicia social. Pero también creo que hay gente que trabajó por las AFP y contra los pensionados, por las universidades privadas y contra los estudiantes endeudados, por los bancos y contra los endeudados, por las inmobiliarias y contra los que no tienen casa. Y ese es el desafío fundamental, que es construir un proyecto que realmente haga sentido a quienes creyeron alguna vez en estos líderes de izquierda.
Creo que hay que admitir dos realidades: que la Concertación efectivamente ya no existe. Y que lo que queda de la Concertación definitivamente existe, tiene poder, tiene votos, tiene influencia y representa simbólicamente una cuestión que es respetada por un sector de la población chilena.

Lo que nosotros tenemos que hacer es distinguir lo que fue la base de lo que fue la Concertación y Nueva Mayoría, que estén interesados en la justicia social, que están interesados en construir otro país radical y profundamente democrático, transformador.

Todavía quedan juntas de vecinos que son de partidos de la Concertación y nosotros tenemos que ser capaces de construir un proyecto que sea capaz de convocar a esa gente que quedó huérfana de una coalición que hoy día no existe. Una de las diferencias entre de la Concertación con el Frente Amplio es que hoy el Frente Amplio sí está constituido como coalición. Nosotros tenemos que ser capaces de reencantar a esas bases. Ahora, a las personas de la Concertación que están en directorios de AFP, que están en directorios de bancos, no gracias, porque no se puede gobernar para el banquero y para el endeudado.

¿Quién es el adversario de Convergencia y cómo le van a responder?
El adversario es la gran industria pesquera que compra políticos para destruir a los pescadores artesanales. Es la especulación inmobiliaria, son las AFP, el que te sube la luz, el que sube el pasaje del metro y el patriarcado. El adversario es el banco que quiere determinar todos los aspectos de nuestras vidas. Todos los que están de este lado en esa contradicción son amigos de Convergencia y son eventuales aliados de Convergencia.

En el Parlamento hay que transar y negociar, ¿Van a transar con lo que queda de la Nueva Mayoría y Concertación?
La lógica de administración y de trabajo al interior del parlamento es una lógica que es distinta a la lógica municipal, presidencial y de construcción de movimientos sociales. El parlamento se trata de contar votos. La pregunta en el parlamento todos los días es qué opción obtuvo el 50% +1 de los votos. Aprobar o rechazar. Cuando tú te enfrentas a una Reforma Tributaria que se trata de bajarle los impuestos a los ricos, lo que tú tienes que preguntarte es qué estoy dispuesto a hacer. Nosotros tenemos que tener la responsabilidad de articular mayorías para evitar definitivamente que eso ocurra, lo que no significa que vayamos a construir un movimiento político al interior del Parlamento. Porque para construir un proyecto político hoy día, y lo que está haciendo Convergencia Social, es justamente estar en los espacios de base de la sociedad en donde se producen las repercusiones y consecuencias de los proyectos políticos.

Nosotros no estamos haciendo nuestra política de vivienda en la Comisión de Vivienda de la Cámara de Diputados, la estamos haciendo en el movimiento de pobladores. Nosotros no estamos construyendo la política para el mundo de la pesca en el Parlamento, la estamos haciendo con el movimiento de pescadores. Nuestra política de pensiones la estamos elaborando con la coordinadores No+AFP y los miles de sindicatos que adhieren a ella.

¿Cuáles son los desafíos de Convergencia?
El principal desafío que tenemos hoy día es hacer una distinción entre quienes están en contra de este modelo y entre quienes están decepcionados de este modelo. Yo creo que en la segunda parte está el principal desafío de los primeros años del Movimiento Convergencia Social, que es preguntarnos qué le decimos al que sí entró en la rueda del consumo, al que sí creyó en el copago, al que sí creyó en seguir adelante pidiendo un crédito con aval del Estado y luego un crédito hipotecario, al que sí creyó en la selección escolar, al que creyó en el modelo y finalmente ven las ganancias de las AFP y ve la pensión con la que va a jubilar tiene una indignación que es inabordable por ningún sector político.

El principal desafío es lograr salir de los espacios en que estamos cómodos, salir de aquellos espacios en donde la identidad de izquierda es un refugio ante nuestra impavidez y salir allí donde estamos incómodos a construir un proyecto común con los desencantados del modelo.

Es bastante simbólico e importante que dos mujeres estén en la dirección de Convergencia Social…
Los últimos 4 mil años nos tocó a los hombres. Ahora, yo creo que es un momento en que la irrupción del Movimiento Feminista y la irrupción de la mujer como actor político en tanto mujer, es una cuestión que sí es nueva porque siempre hubo mujeres en política (…) Pero no la mujer actuando en política en tanto mujer y eso muy potente. Lo relevante de esta elección entre estas dos candidatas a presidenta es que son dos tremendas dirigentas.

¿Qué está en juego con los liderazgos de Gael y Stephanie?
Este tipo de partidos no quedan del todo determinados por su Presidencia. Son partidos muy participativos, con directivas integradas entre listas. El órgano ejecutivo va a estar integrado entre listas, el órgano colegiado del Comité Central también es integrado entre muchas listas y las direcciones regionales también. Es un tipo de partido en que no se da la situación del que gana-gana.

Las dos listas que compiten, “La Corriente” y “Movilizando Territorios” tienen experiencias distintas. Una concentra lo que es la Izquierda Libertaria, lo que fue Convergencia de Izquierda, algunos autonomistas, personas de Nueva Democracia y la Alcaldía Ciudadana de Jorge Sharp. Y el otro lado, concentra gente de todos los sectores. Lo que está en juego es qué tipo de experiencias políticas se ponen a la cabeza del movimiento.

¿Y con qué cabeza política sientes mayor cercanía tú?
Yo siento cercanía con ambas, sin embargo, mi balanza se inclina hacia votar por Gael. Conozco a Gael hace muchísimos años, militamos juntos desde hace más de 10 años. Creo que el sector de ella puede otorgarle una experiencia en la coyuntura municipal al partido que difícilmente vamos a encontrar en otro lado.

¿Cómo ha sido el proceso de unir los criterios de estas 4 fuerzas que forman Convergencia?
Fácil nunca es. La esperanza que yo tengo es que la política debe ordenar los actos. Nosotros tenemos que ser capaces de ordenarnos en función de nuestros objetivos y no en función de lotes, amiguismos o identidades que muchas veces tienen que ver con otros momentos de la historia. Nosotros tenemos que ser capaces de generar una cultura política común y una acción común que esté estrictamente ordenada por la política.

¿Cómo recibes las críticas de que Convergencia Social es más bien el nacimiento de algo instrumental, en miras a las Municipales 2020, que un partido de fondo?
El Frente Amplio desde el momento en que surge toma la decisión de que la disputa de cargos institucionales es relevante y está en su horizonte político. Siempre, en cualquier momento en que nace un nuevo partido, va a haber una elección muy prontamente. Debemos ir a sacar a la UDI y a la gente que está financiada por los bancos y a la gente que está financiada por SQM de los cargos institucionales en que están. Tenemos que sacar a Virginia Reginato, que tiene un desastre, y poner, por decirlo de una forma, más Sharp. La gente que entra a nuestro movimiento no se viene conociendo recién. Confluimos en el Frente Amplio antes, nos encontramos en No+AFP, nos encontramos en el Movimiento Estudiantil, en la Coordinadora 8M y en la lucha por la Vivienda Digna. El proceso no se dio porque 4 cabezas se juntaron y lo decidieron. El proceso se dio justamente porque llevábamos demasiado tiempo encontrándonos. ¿Falta crear una política común y una cultura política común? ¡Sin lugar a dudas! Por eso la Convergencia empieza cuando termina.

Convergencia se plantea como una nueva fuerza del Frente Amplio, ¿cómo y en qué se diferencia de Revolución Democrática?
Convergencia Social en ningún caso existe para ser un contrapeso de RD. Convergencia Social nace porque hay un conjunto de historias, reflexiones, identidades y trayectorias políticas que van confluyendo y que tienen muchas cosas en común que tienen que ver con experiencias de vida política y social muy ligada a la construcción desde movimientos sociales. Nuestra trayectoria autonomista viene de hace 20 años en Chile y con la trayectoria libertaria. La gran diferencia el día de hoy es que tenemos trayectorias distintas para llegar a este punto de encuentro de alianzas y complementariedad.

¿Y un enfoque más ligado a la izquierda?
El tiempo lo dirá…


No es que quiera sacarle el poto a la jeringa. Estamos en un proceso de rediscutir qué significa ser de izquierda. Convergencia Social tiene mucha más gente que viene de lo que se llamaba la “Izquierda Extraparlamentaria” y en Revolución Democrática hay más experiencias de haber participado en la “Izquierda Parlamentaria” en épocas previas al Frente Amplio.

Notas relacionadas