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Cine

7 de Enero de 2022

Muere el ganador del Óscar Sidney Poitier, símbolo del movimiento por los derechos civiles

Muere el ganador del Óscar Sidney Poitier, símbolo del movimiento por los derechos civiles
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A los 94 años, falleció Sidney Poitier, el primer actor negro en ganar un Óscar y quien fue renonocido símbolo del movimiento por los derechos civiles en Hollywood.

Casi por encima de su estatuilla por “Los lirios del valle”, 1964), fue a lo largo de 50 años una de las mayores estrellas de la industria del cine estadounidense.

Su fallecimiento fue confirmado en un breve comunicado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Bahamas. No se precisaron más detalles de la causa de la muerte del legendario actor, nacido en Miami en 1927 y de padres naturales de la isla de Cat.

El intérprete, director, activista y diplomático estadounidense de origen bahameño fue un auténtico ídolo de Hollywood, con medio centenar de películas a sus espaldas. Entre ellas, destacan “Al maestro con cariño”, “En el calor de la noche” y “Adivina quién viene a cenar”. Todas fueron estrenadas entre junio y diciembre de 1967 y cimentaron su icónico estatus en la sociedad estadounidense.

Esas interpretaciones, que en mayor o menor medida hablaban del racismo en EEUU, ayudaron a derribar las barreras sociales entre afroamericanos y blancos, y le convirtieron en la primera gran estrella negra de la industria.

Poitier lo consiguió con talento, conciencia, integridad, carisma y un encanto extraordinario, sin que eso impidiera a sus personajes replicar a una bofetada o pedir respeto con iracunda frialdad.

Bálsamo para el público

Su figura fue un bálsamo para el público, alguien con la contención de Martin Luther King en plena era de rebeldía y convulsión.

Sus películas mostraron la división estadounidense, pero también las ganas y el deseo de unirse para dejar atrás la confrontación, un mensaje que quedó grabado a fuego en el rostro impávido del actor, imagen de la resistencia y estandarte de la dignidad en unos tiempos donde el cine pedía a gritos la figura de un héroe que ejemplificara esa lucha por la igualdad.

Y Poitier no solo aceptó ese rol, sino que agitó conciencias.

“Los negros que aparecían en las películas cuando yo empezaba siempre eran estereotipos negativos: payasos, mayordomos arrastrados, inadaptados… Yo elegí no formar parte de esos tópicos. Quiero que mis hijos se vean reflejados en el cine”, explicaba el intérprete en 1967.

Que Poitier naciese en EE.UU. fue fortuito. Sus padres, ciudadanos de las Bahamas y propietarios de una granja de tomates, viajaron a Miami a vender la cosecha cuando la mujer dio a luz de forma prematura.

Poitier nació el 20 de febrero de 1927, pero se crió junto a sus seis hermanos en Cat Island, la humilde localidad de las Bahamas donde pasó sus 10 primeros años. De allí se trasladó a Nassau y poco después se fue a Florida a vivir con uno de sus hermanos mayores.

Que sean neutrales

Solo entonces comenzó a comprobar el racismo que existía en aquel país que comenzaba a ser su hogar, adonde acudió con un encargo de su madre: “Cautívalos, hijo. Haz que sean neutrales”.

Sin educación, sin apenas dinero pero con la firme determinación de convertirse en artista, Poitier se desplazó a Nueva York en busca de oportunidades, aunque al principio pasara más tiempo lavando platos que aprendiendo a leer.

En 1945 entró en un programa de educación teatral y, apenas cinco años después, logró su primer papel en una película: “No Way Out”, dirigida por un Joseph L. Mankiewicz que se había propuesto rodar películas que dieron protagonismo a artistas afroamericanos.

Después llegarían títulos como “Blackboard Jungle” (1955), “Edge of the City” (1957), “The Defiant Ones” (1958), “A Raisin in the Sun” (1961) o “Pressure Point” (1962), antes de que ganara el Óscar y enlazara las tres películas que lo solidificaron como un talento trascendente.

Más adelante, en las décadas de 1970 y 1980, se aventuró en la dirección de películas como “Buck and the Preacher” y “Stir Crazy” -protagonizada por Gene Wilder y Richard Pryor-, aunque siguió apareciendo en obras como “Shoot to Kill”, “Little Nikita”, “Sneakers” y “The Jackal”.

El adiós de Sidney Poitier

Su último papel fue en el telefilme “The Last Brickmaker in America”, en 2001, un año antes de que la Academia de Hollywood le entregase el Óscar honorífico de manos de Denzel Washington, su gran sucesor en la industria.

Poitier subió al escenario y, tras llevarse la mano al corazón, dijo: “Acepto este premio en recuerdo de todos los actores afroamericanos que lucharon antes que yo en los años difíciles”, con la misma pose de dignidad y compostura con la que sus más recordados personajes hacían frente a la ignorancia y el odio.

Su última aparición pública fue en la 86° edición de los Óscar, en 2014, en la que entregó un premio junto a Angelina Jolie. Dos años más tarde, fue galardonado con un Bafta honorífico.


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