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Entrevistas

30 de Diciembre de 2023

José Antonio Viera-Gallo, embajador en Argentina: “La regla no puede ser que tenga que haber afinidad política para que haya buenas relaciones”

Fotos: Felipe Figueroa

El embajador de Chile en Argentina profundiza en la convivencia que sostendrán el Presidente Boric y Javier Milei. Plantea que la cercanía (o distancia) ideológica no es una condición determinante en la relación entre países y que eso quedó demostrado cuando el Mandatario, a contrapelo de sus pares de izquierda de la región, felicitó el triunfo del líder libertario. Viera-Gallo también aborda los temas pendientes: la controversia por la plataforma continental extendida en la Zona Austral, la extradición del exfrentista Galvarino Apablaza y la cooperación en la explotación del litio.

Por Rocío Latorre

Lleva apenas un par semanas asentado en Buenos Aires, pero al momento de esta entrevista, el embajador de Chile en Argentina, José Antonio Viera-Gallo está en el país a propósito de las fiestas de fin de año.

Familiarizado con la diplomacia desde el seno de su familia, la residencia chilena emplazada en el límite del barrio porteño de Palermo Chico y Recoleta no es nueva para el militante del Partido Socialista (PS): durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet -y con Mauricio Macri en la presidencia de Argentina- Viera-Gallo se desempeñó en el mismo rol en que hoy lo designó el Presidente Gabriel Boric.

“Buscaban una persona que conociera bien el país. Argentina es una sociedad de 45 millones de personas, muy compleja, con un Estado federal, con provincias bien autónomas. No es tan fácil de conocer”, apunta.

A 20 días desde que Javier Milei asumiera la presidencia en el vecino país, el representante diplomático acompañó ese día a Boric. Y, aunque se limita a su rol, da algunas definiciones sobre la álgida situación trasandina.

—Se dice que es poco sensato criticar al presidente Milei por las políticas anunciadas pues está concretando lo que planteó durante su campaña. ¿Cuál es su apreciación de la instalación?

—Argentina atraviesa por un momento económico y social difícil, muy complejo. Pero eso se arrastra desde hace ya mucho tiempo. Y frente a esa situación de inflación, de aumento de la pobreza, de inestabilidad del dólar y tantos otros problemas, el nuevo gobierno ha cumplido con lo que prometía. Eso se ha traducido en algunas medidas como la devaluación anunciada por el ministro de Economía, (Luis) Caputo, la entrada en vigencia hoy del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), con una serie de cambios a muchísimas leyes. Y luego vino el envío de un proyecto de ley al Parlamento que pasará a ser tratado en enero, que tiene que ver con una serie de reformas al Estado.

—La famosa “Ley Ómnibus”.

—Sí. El presidente Milei ha iniciado una nueva etapa, muy diferente a lo que había sido la Argentina en los últimos 80 años, gobernada -fuera del período de la dictadura- por radicales y peronistas.

—¿Le ha jugado en contra o a favor venir fuera de la política en el manejo de las primeras semanas? Se dice que los gobiernos tienen un período de “luna de miel” al inicio, pero ya tiene a un sector manifestándose contra las medidas.

—Lo primero, es que él construyó un partido en muy poco tiempo. Como tú dices, es un outsider. Pero de alguna manera, es algo que el electorado, más de la mitad, estaba anhelando. Había una sensación de querer dar vuelta una página. Ahora bien, hay otro 44% que adhirió a la campaña de (Sergio Massa). Y esa es la Argentina de hoy. Y de luna de miel, yo creo que no se puede hablar porque la situación era compleja antes de que él asumiera y sigue siéndolo hoy.

Viera-Gallo

—A propósito de la “Ley Ómnibus”, uno de los artículos controvertidos es el fin de la gratuidad en la educación superior para estudiantes extranjeros. Hay un número no menor de chilenos que estudian en universidades trasandinas. ¿Se mira con atención desde la embajada?

—Que a los estudiantes universitarios extranjeros no se les otorgue la gratuidad era algo que venía discutiéndose desde hace tiempo en Argentina. Existe bastante facilidad para estudiar, no hay examen de admisión y hay gratuidad en las universidades públicas. En el caso de los chilenos, hemos mandatado a que los 13 cónsules de Chile en Argentina hagan un catastro del número de estudiantes universitarios que, eventualmente, si esta norma se aprueba, podrían verse afectados. Nosotros sabemos que en Buenos Aires son, más o menos, cinco mil. Pero en casi todas las provincias fronterizas con Chile, y en universidades del interior, o en cualquier universidad pública argentina existe la posibilidad de que hayan connacionales.

—¿Influyó en su designación su experiencia previa con un gobierno de derecha como el de Mauricio Macri?

—No lo sé. Probablemente buscaban una persona que conociera bien el país y ese puede ser uno de los factores que influyó en mi nombramiento. Fui tres años embajador, y acá son 45 millones de personas, muy compleja, con un Estado federal, con provincias bien autónomas. No es tan fácil de conocer. Tengo la experiencia de haber sido embajador y conocer en parte la sociedad argentina.

—¿Cómo ve aspectada la relación entre el Presidente Boric y Javier Milei?

—Si uno pasa revista a las relaciones con Argentina, ha habido distintos momentos. La regla no puede ser que tenga que haber afinidad política para que haya buenas relaciones. En primer lugar, porque la estructura de los partidos es muy distinta a la chilena. En ese contexto, la afinidad es un poco hipotética. Incluso, gobiernos que en el siglo pasado que fueron bastante coincidentes como el de (Juan Domingo) Perón con el del general (Carlos) Ibáñez, tuvieron dificultades. Las relaciones internacionales se rigen por principios del derecho internacional al cual adhieren los gobiernos y se rigen por los intereses nacionales. A veces pueden ser muy coincidentes, más allá de las opciones políticas de los gobiernos. Las relaciones internacionales se construyen sobre el interés nacional y hay muchos campos en que el interés chileno y argentino coinciden.

—El presidente Milei ha tenido declaraciones bien controvertidas contra Boric.

—Yo entiendo que desde que el Presidente Boric llamó (a Milei) para felicitarlo por su triunfo, se abrió una etapa de colaboración y de diálogo. Como muy bien dijo el Presidente en su visita, los gobiernos pasan y los pueblos quedan.

Viera-Gallo

Los temas pendientes

—Una de las controversias territoriales con Argentina es la plataforma continental extendida. Se ha acusado “apropiación” por parte de Chile de territorio en los mapas del SHOA en la zona austral. ¿Cuál es el estado de la situación limítrofe?

—A raíz de los acuerdos internacionales, cada país hizo el mapa de su plataforma continental y la plataforma extendida. Argentina lo hizo y lo presentó ante la Comisión de Límites de Naciones Unidas. Y eso fue aceptado con dos reparos: que no podía pronunciarse sobre aspectos que pudieran tener alguna superposición con las Malvinas -por la posición de Inglaterra- y con la Antártida. Después Chile hizo lo mismo y está pendiente lo que diga la comisión. En todo caso, esa comisión no es un tribunal. Sino que, simplemente, acepta en términos técnicos si existe o no las condiciones geológicas, geográficas, para que podamos hablar de una plataforma extendida.

Si hay superposición, que en nuestro caso es un triángulo de 5 mil kilómetros que está a 3 mil metros de profundidad en el Mar de Drake, ahí verán los países cómo eso se puede enfrentar. En todo caso, hay superposiciones en muchas partes: en el mar de China, en el Mediterráneo. Que esto se pueda dar entre los países es muy frecuente. Ahí verán los países si es oportuno y cuándo y cómo enfrentar esa discrepancia.

¿Podría llegar a un tribunal internacional? Está el precedente de Nicaragua y Colombia en La Haya.

—El Tratado de Paz y Amistad entre los países establece todo un mecanismo para ir resolviendo discrepancias o controversias que hay que ver si es oportuno cuándo y cómo que eso ocurra. No es nada, entre comillas, urgente, en el sentido de que todavía no hemos tenido ni siquiera la decisión del comité de Naciones Unidas sobre el planteamiento chileno.

¿Hay algún avance respecto a la extradición de Galvarino Apablaza?

—Los gobiernos de Chile se han esforzado para que se cumpla la sentencia de la Corte Suprema que solicita su extradición. Eso fue dificultado porque se le dio la condición de refugiado político, con la intervención de ACNUR. Ahora, eso fue cancelado por el gobierno de Mauricio Macri y eso llevó a que recurriera contra la decisión que le cancelaba su condición de refugiado y perdió contra el juez federal. En este momento, él ha planteado la apelación. Nosotros tenemos asesoría jurídica permanente y tenemos que ver cuándo es oportuno hacer presente la posición chilena. Pero a nivel diplomático siempre se ha hecho presente que es necesario que se cumpla con la extradición.

Viera-Gallo

Chile firmó hace poco un memorándum de entendimiento con Argentina sobre el litio. ¿Cómo se suma eso al acuerdo público-privado para la explotación del recurso entre Codelco y SQM?

—Son importantes los yacimientos en Argentina y ya están siendo explotados. La exportación del litio debiese salir por puerto chileno y eso supone que haya facilidades en el transporte. Hoy solo tenemos una conexión ferroviaria que va de Salta a Mejillones y eso, evidentemente, no es suficiente. También hay desafíos sobre cómo explotar el recurso de la forma más amigable con el medioambiente y un tercer aspecto, que es quizás el más interesante, es cómo se da valor agregado a ese mineral.

En Argentina se ha hablado mucho de la posibilidad de establecer fábricas de batería. ¿Por qué? Porque Argentina tiene importantes armadurías de automóvil que exporta a Brasil. En vez de decir ‘el litio lo llevo lejos, donde se hace el automóvil y luego importo el auto’, a lo mejor, en alguno de los dos países, puede ser que el litio tenga el destino en fábricas más cercanas. Son demasiados los temas que se abren, valoro lo hecho con SQM y hay que ir viendo cómo se le da valor a ese mineral.

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