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Poder

7 de Junio de 2011

El nana-gate del Ministro de Hacienda

A fines de 2010 el ministro de Hacienda enfrentó junto a su esposa, Francisca Cisternas Lira, la denuncia de una asesora del hogar por haber sido despedida mientras estaba embarazada, según un documento de fiscalización al que tuvo acceso The Clinic Online. Pese a que hoy fuentes cercanas al titular de Hacienda niegan que la familia hubiera sabido del embarazo al momento de la decisión, la fiscalización dice lo contrario: reconocieron el hecho y reintegraron a la mujer.

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En medio de la discusión por el posnatal, donde el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, ha liderado la viabilidad económica del proyecto y se ha enfrentado con la oposición y con parlamentarios de su propio sector por mantener sin variaciones la propuesta que fija el tope salarial de 30 UF para recibir el beneficio, en su casa y meses antes lidiaba otra pelea.

Su esposa, Francisca Cisternas Lira, fue denunciada en la Inspección del Trabajo (IT) por despedir a su nana, pese que estaba embarazada, tal como lo dice el documento de fiscalización de la Dirección del Trabajo al que tuvo acceso The Clinic Online.

El portazo

La presentación la realizó la afectada y el procedimiento siguió su curso hasta que el 24 de noviembre del 2010 una fiscalizadora de la institución se constituyó en el domicilio de los Larraín-Cisternas para informarle a los empleadores que debían reintegrar a la afectada y dice el documento- quien confirmó que los empleadores “tenían conocimiento” de que la trabajadora estaba embarazada al momento de ser despedida.

Según el relato de la inspectora, le señaló a Cisternas Lira lo que en derecho correspondía y le entregó un documento que debía firmar para confirmar la fiscalización y darse por notificada.

Sin embargo, tal como lo establece el informe, Cisternas Lira “se niega a firmar dicho documento, respondiendo en forma altamente agresiva y cerrando violentamente la puerta de la calle en el momento en que la suscrita procedía a explicar el motivo de la Fiscalización”.

Es decir, despidió de un portazo a la funcionaria de gobierno.

Pese a lo anterior, la fiscalizadora dejó en el buzón de la casa una citación para las nueve de la mañana del 26 de noviembre.

Ese día llegó hasta la oficina laboral un representante legal de la empleadora, el abogado Daniel Lizama -“con poder suficiente”, como dice el documento- quien confirmó que los empleadores “tenían conocimiento” de que la trabajadora estaba embarazada al momento de ser despedida.

De acuerdo al Código del Trabajo en su artículo 201, las mujeres embarazadas tienen fuero desde el momento de inicio de la concepción hasta un año luego de culminado el posnatal (o sea, cuando el niño tiene 1 año y 3 meses). Este fuero es irrenunciable (Ver ley) y rige aún cuando las partes desconozcan el embarazo.

En estos casos, el leguleyo procedimiento laboral determina que quien despide a un empleado tiene la posibilidad de “allanarse” a reincorporarlo a las labores convenidas, como sucedió en el caso de los Larraín-Cisternas, quienes admitieron la falta y la mujer volvió a trabajar, previo pago de los días adeudados y las respectivas cotizaciones.

Pero también estipula que en caso de un despido irregular de una trabajadora con fuero, el procedimiento establece que la empleada debe ser recontratada durante la primera fiscalización, algo que la mujer del hombre que maneja la billetera de Chile respondió con un portazo.

Las versiones

The Clinic Online intentó comunciarse con el ministro de Hacienda, su esposa, jefe de gabinete y jefa de comunicaciones, pero no fue posible obtener una versión al respecto.

Sin embargo, cercanos al ministro Larraín explicaron que la familia desconocía el estado de la trabajadora, pese a que fue contratada en agosto de 2010 y su embarazo se produjo el 7 de octubre de ese año.

Una versión distinta a la que dio el representante de la familia cuando aceptó recontratar a la mujer argumentando, según da cuenta del documento, que sabía de la existencia del embarazo.

Como argumento, la fuente agrega que la joven no habría realizado normalmente su trabajo y que se había ausentado. Hechos que fueron también denunciados a la Inspección del Trabajo.

Independiente de lo anterior, el fuero maternal es irrenunciable, incluso si la madre así lo quisiera. La única forma de acuerdo a la ley para revocar el beneficio es con la sentencia de un juez, algo que las fuentes allegadas al secretario de Estado no pudieron responder.

Para ello se debe construir un caso, ingresando constancias a la Dirección del Trabajo de las inasistencias de la empleada hasta que el juez decida el desafuero.

Las fuentes allegadas al ministro Larraín señalaron que hubo varias constancias de ese tipo. Y curiosamente la última fue el 6 de junio -según un documento que cercanos al ministro mostraron a este diario-, es decir, ayer y a nombre de la esposa del ministro luego de que fuera requerida por este medio.

The Clinic Online consultó también la opinión de la ministra del Sernam, Carolina Schmidt. Pero no hubo respuestas.

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