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Opinión

15 de Diciembre de 2012

Adam Lanza, el asesino de la matanza escolar en Estados Unidos

The New York Times publicó en su sitio un perfil sobre el asesino de 28 personas - y 20 niños- en una escuela básica de Newton, Connecticut, Estados Unidos. No tenía Facebook, algunos compañeros ni lo recuerdan graduándose con ellos y al parecer tampoco tenía amigos. Retraído y tímido, sus ex compañeros creen que tenía el síndrome de Asperger o algún trastorno mental. Aquí, la historia del loco que protagonizó la segunda matanza pública más grande de Estados Unidos.

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Adam Lanza, de 20 años, asesinó este viernes a 28 personas en una escuela básica en Newton, Estados Unidos. La matanza convulsionó a Estados Unidos y pasó a la historia por ser la segunda matanza escolar más numerosa, tras la de Virginia Tech ocurrida en 2007, donde murieron 33 personas.

Por New York Times, traducido por The Clinic Online.

Llevaba un maletín negro su clase avanzada de inglés en décimo grado (algo así como segundo medio). Se sentaba cerca de la puerta para fácilmente poder entrar y salir. Era inteligente, pero nervioso e inquieto, escupía sus palabras, como si tener que hablar fuera doloroso.

Pálido, alto y flaco, Adam Lanza pasó a través de la escuela secundaria en Newtown, Connecticut, con las manos pegadas a los costados, los lápices en el bolsillo y la camisa abotonada al cuello. Son de las pocas cosas que sus compañeros de clases recuerdan de él.

Adam, hizo todo lo que pudo para evitar llamar la atención, al parecer. Hasta el viernes.

Lanza, que llevó a cabo uno de los tiroteos más mortales en la historia de las escuelas de Estados Unidos, iba vestido con un uniforme de combate, según la policía. Adam Lanza mató a 20 niños y ocho adultos en la escuela básica donde trabajaba su madre. Luego se suicidó. Más temprano, antes de la matanza, dijo la policía, que también mató a su madre.

En su breve adultez, Lanza dejó pocas huellas. Al parecer, no tenía Facebook, a diferencia de su hermano mayor, Ryan, que reside en Hoboken, New Jersey, y que durante varias horas fue identificado erróneamente como el autor de la masacre.

Lanza, ni siquiera aparecía en el anuario -irrenunciable costumbre gringa- de la escuela donde estudió la media, de la que salió en 2010. En el espacio que se le asignaba decía: “tímido a las cámaras”. Algunos de sus ex compañeros, dudaron incluso de que si se había graduado realmente.

Trastorno mental

Matt Baier, ahora estudiante de la Universidad de Connecticut, y otros compañeros de media de Lanza, recordaron lo incómodo que se sentía Adam en situaciones sociales.

Varios dijeron en distintas entrevistas que creían que Lanza tenía un trastorno mental. Cuentan, que les habían dicho que tenía el síndrome de Asperger, una especie de autismo.

“No es como que la gente abusara de él por eso”, dijo Baier. “Por lo que vi, la gente simplemente lo dejó ser, y eso fue todo.”

Los oficiales de la policía estado unidense dijeron el viernes que estaban investigando si efectivamente Lanza tenía un trastorno mental.

Otro compañero de media, quien dijo estar familiarizado con ese tipo de trastornos, dijo que  Lanza “era muy poco expresivo (…) si lo mirabas, no podías darte cuenta de las emociones que pasaban por su cabeza”.

Otros decían que el malestar de Lanza provocaba burlas en los que no lo entendían.

“Se notaba que se sentía incómodo cuando hablaban sobre él”, dijo Olivia DeVivo, también ahora estudiante la Universidad de Connecticut y ex compañera de Adam. “Creo que tal vez no se le dio atención o ayuda. Creo que pasaba tan desapercibido que la gente ni siquiera se detuvo a pensar que tal vez estaba pasando algo más dentro de él. En el colegio, nadie se toma el tiempo para mirar y pensar, ¿por qué él es así?”.

DeVivo recuerda a Lanza, en la básica, hablando de extraterrestres y de “volar cosas”, pero atribuyó esto a las típicas conversaciones o ideas de los niños pre-púberes.

Sin embargo, después de enterarse de la noticia el viernes, DeVivo habló con ex compañeros y el consenso fue absoluto: “No les sorprendió. Dijeron que siempre pareció que Lanza sería alguien capaz de hacer algo así porque realmente no estaba conectado con nuestra escuela ni con nuestra ciudad”. Además, agregó que nunca lo vio con nadie. “Ni siquiera puedo pensar en una persona que haya entablado una relación con él”.

Matt Baier, quién se sentó al lado de Adam Lanza en las clases de matemáticas, dijo que lo vio hablar muy pocas veces y que tenía muy buenas notas. Según Baier, supo eso sólo porque miraba cuando el profesor le pasaba las notas a Lanza.

La adolescencia

Fuera de la vista de sus compañeros de clase, la adolescencia de Adam Lanza, parece haber sido complicada. En 2006, su hermano mayor, Ryan, salió del colegio y se fue a la Universidad de Quinnipiac en Connecticut, dejándolo solo con sus padres, cuyo matrimonio estaba en crisis.

De hecho, en el 2008, se separaron después de 17 años de matrimonio. Su padre, Peter Lanza, un ejecutivo de la empresa General Electric, se fue a vivir a Stamford y en enero de 2011, se casó con una mujer que es bibliotecaria en la Universidad de Conecctitut.

Su madre

Su madre, Nancy -que también habría sido asesinada por Lanza- mantuvo su hogar en Newtown,  en un barrio próspero, de colinas y casas amplias, a unos kilómetros de la escuela básica donde trabajaba, la misma en la que Lanza asesinó a 28 personas. Se cree que Adam estaba viviendo con su madre.

Amigos recuerdan que la madre de Lanza estaba muy involucrada en la vida de sus hijos.

“Su madre era muy protectora”, dijo Gina McDade, cuyo hijo era amigo de Ryan Lanza y pasaba mucho tiempo en su casa. McDade recuerda la casa de Lanza como “una gran casa colonial de dos pisos y una piscina”.

“Ella era una buena ama de casa, mejor que yo. Se notaba que sus hijos realmente eran lo primero” dijo McDade.

Beth Israel, de 43 años, vivía en la misma calle que la familia de Lanza y, de hecho, su hija fue a la misma escuela que Adam. “Era un niño socialmente torpe. Él siempre tenía problemas. Él era solitario. No sé quiénes eran sus amigos.”

Ella dijo que iba a hablar con su madre de vez en cuando, pero aseguró que la familia no era sociable.

El viernes, la policía y los agentes de la Oficina Federal de Investigaciones pululaban por el barrio de Lanza, bloqueando calles y pidiendo a los residentes a abandonar sus hogares.

A lo largo de la tarde, el hermano de Adam, Ryan Lanza, fue nombrado por algunos medios de comunicación como el asesino. La confusión se debió a que, en la ropa del ya muerto Adam Lanza, se encontró el carnet de identidad de su hermano.

Brett Wilshe, un vecino de Ryan Lanza en Hoboken, New Jersey, dijo que se comunicó con él a las 1:15 pm del viernes.

“Me dijo que creía que su madre había muerto y que se dirigía de regreso a Connecticut”, aseguró Wilshe. “Me dijo: ‘Era mi hermano'”.

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