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30 de Enero de 2013Operación E: la película de Colombia que tal vez no puedan ver los colombianos
Vía BBCMundo Este miércoles vence el plazo para que la justicia colombiana decida, en primera instancia, si permitir o no la exhibición de una película filmada en Colombia y basada en un episodio reciente de la historia del país. Se trata de “Operación E”, una producción franco-española que, según sus productores, cuenta la historia de […]
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Este miércoles vence el plazo para que la justicia colombiana decida, en primera instancia, si permitir o no la exhibición de una película filmada en Colombia y basada en un episodio reciente de la historia del país.
Se trata de “Operación E”, una producción franco-española que, según sus productores, cuenta la historia de José Crisanto Gómez Tovar, el campesino que tuvo a su cargo durante varios años al hijo de Clara Rojas, la abogada colombiana secuestrada por la guerrilla de las FARC en febrero de 2002 junto a la entonces candidata presidencial Ingrid Betancourt.
Rojas sostiene que la exhibición del filme en Colombia podría afectar el libre desarrollo de la personalidad de Emmanuel, el hijo al que concibió y dio a luz mientras estaba en cautiverio, y sobre esa posibilidad es que tendrá que pronunciarse el Juzgado Primero de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Bogotá.
Pero en Colombia el debate también ha sido planteado como un importante examen para la libertad de expresión.
Y, en cierta forma, la disputa también tiene que ver con el derecho a tener control sobre la propia historia.
Una historia que, en el caso de Rojas, originalmente salióa la luz pública por circunstancias fuera de su propio control.
Consentimiento
Farruco Castroman, uno de los productores de “Operación E”, sostiene, sin embargo, que la película no cuenta tanto la historia de Clara Rojas, o la de su hijo, como la del campesino que recibió al menor de manos de las FARC.
“Esta es una película hecha como homenaje a las víctimas del conflicto armado y los desplazados. Y se eligió la historia de José Crisanto Gómez Tovar como podría haber sido la de otro desplazado. Pero está clarísimo que el auténtico protagonista, el único protagonista es José Crisanto Gómez Tovar”, le dijo a BBC Mundo.
“Obviamente, no podemos negar que toda la relación que ha tenido José Crisanto en ese período de su vida con Emmanuel. Y que Emmanuel sea el hijo de Clara Rojas es un atractivo”, reconoció Castroman.
“Pero lo que no podemos hacer es quitarle el derecho a alguien que cuente su propia historia, su propia vida, porque haya estado relacionado con terceras personas”, insistió.
Rojas, sin embargo, ha dicho en repetidas ocasiones que la historia de su hijo es central en la trama.
Y también ha acusado a los productores de utilizar su nombre con fines de promoción.
Estos, sin embargo lo niegan y afirman que, en el fondo, fue únicamente la falta de un acuerdo económico lo que eventualmente hizo que Rojas les negara un consentimiento que ellos igual dicen no necesitar.
“Los creadores tenemos el derecho de contar todo lo que es de dominio público. Lo que no se puede es contar hechos privados de esas personas a menos que se cuente con su consentimiento. Y nosotros no contamos nada privado de la vida de Emmanuel, todo está referenciado de hechos públicos”, le dijo Castroman a BBC Mundo.
“Mientras que José Crisanto, quien es el verdadero protagonista, sí nos dio su autorización”, insistió.
¿Y si José Crisanto se hubiera negado a dar su consentimiento? ¿Hubieran seguido adelante con la producción?
“En ese caso habría que haber evolucionado en esa conversación con él y ver por qué razones. Habría que intentar valorar cuáles serían los motivos para no querer que se contase esto. Y dependiendo de los motivos que nos diese, entonces moralmente nosotros tendríamos que decidir”, dijo.
“Pero siempre dependiendo de los motivos, porque igual que él tiene sus derechos nosotros también tenemos los nuestros. Aunque nosotros nunca haríamos una película que, por ejemplo, pudiera poner en peligro a una persona”, afirmó.
“Prueba de madurez”
BBC Mundo también intentó conversar con Clara Rojas para conocer su versión y opiniones sobre el tema, pero sin éxito.
Y, por lo pronto, las instituciones colombianas no parecen ponerse de acuerdo sobre el posible impacto de la exhibición de la película sobre el propio Emmanuel.
Mientras la Procuraduría Delegada para la Defensa del Menor y la Familia parece inclinarse por la prohibición de la película en Colombia, en agosto del año pasado el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar determinó que el filme no amenazaba los derechos del menor.
Y Castroman no cree que la censura de la película sea un mecanismo efectivo para enfrentar el riesgo que Rojas dice querer evitar.
“Por un lado, yo entiendo que la señora Clara Rojas quiera denunciarnos a nosotros pensando que se le está causando un daño o un perjuicio porque tiene algunos derechos de imagen o derechos económicos. Si ella lo cree, ahí está el juzgado de lo civil para demandar, y si tiene razón pues habrá que cumplir con la ley. Lo que no se puede es por intereses personales utilizar constitucionalmente el daño que se le puede causar al menor, que no se le está causando, para conseguir otros fines”, le dijo a BBC Mundo.
“Pero es que además la censura no arreglaría el problema (de la supuesta afectación del libre desarrollo de Emmanuel), porque la película, por desgracia para mí, se va a piratear, y cuando se piratee va a estar en los semáforos de Colombia”, añadió.
“Y yo creo que la sociedad colombiana es lo suficientemente moderna, evolucionada y democrática para buscar otras herramientas de solución y de protección a un menor que no sea la censura. Este es un claro ejemplo donde tienen que convivir ese derecho con el derecho a la libertad de expresión. Esta es una prueba de madurez para este país”, concluyó.