Comerciantes romanos urgidos: Liquidan todos los souvenirs de Benedicto XVI

Como todos sabemos, bajo cualquier actividad que junte masas, hay un nicho comercial explotable. En la Torre Eiffel, los partidos de fútbol, el Coliseo de Roma  y cómo no, el Vaticano y el Papa. Relojes, llaveros, tazones, poleras, pinches y prendedores. Puede llevar de todo con el rostro del Papa Benedicto XVI, hasta hoy. Porque claro, Joseph Ratzinger hizo ejecutar su renuncia como Papa y todos los cachibaches con la cara de su “Santidad”, serán inútiles en poco tiempo.

Y más allá de que se pueden seguir vendiendo algunas cosas de Benedicto XVI, quedarán desactualizadas, y más importante aún, hay que renovar las mercancías con el rostro del nuevo Papa. Por ello, deshacerse de Benedicto, o más bien de sus souvenirs, es el objetivo. Provocando así liquidaciones en todos los kiosquitos de Roma y sobre todos en los más cercanos al país del Papa.

“Debemos vender la mercadería con la imagen de Benedicto XVI a bajo precio, porque luego los turistas y peregrinos buscarán recuerdos que presenten al nuevo Papa, no al renunciante”, explicó un comerciante de la zona. Como dato adicional: los comerciantes del lugar prefieren que el nuevo Papa sea brasileño porque los turistas cariocas gastan más plata que la chucha.