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Mundo

15 de Noviembre de 2013

Así nos ven en el mundo: “Las nuevas dinastías políticas que buscan consolidarse en las elecciones chilenas”

Encontrar el mismo apellido en diferentes papeletas electorales es parte de la tónica de las elecciones de este domingo en Chile para escoger un nuevo presidente y renovar parcialmente el Congreso. Nepotismo o tradición, lo cierto es que 13 candidatos a diputados, de un total de 470, tienen algún familiar que también postula al Senado, […]

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Encontrar el mismo apellido en diferentes papeletas electorales es parte de la tónica de las elecciones de este domingo en Chile para escoger un nuevo presidente y renovar parcialmente el Congreso.

Nepotismo o tradición, lo cierto es que 13 candidatos a diputados, de un total de 470, tienen algún familiar que también postula al Senado, según datos del sitio web decidechile.

En el Congreso de 1900 apellidos como Bulnes, Larraín, Errázuriz o Valdés se repetían con frecuencia, marcando un fuerte predominio de la “aristocracia criolla”, en el poder político.

De hecho, un 60 por ciento de los miembros de ese parlamento estaban emparentados.

Hoy la proporción no es tan alta y las familias que se imponen en los cargos de elección popular son menos “ilustres”, pero de una u otra forma van configurando una nueva “fronda”, tanto en el bloque de derecha como en el de centroizquierda, opinan analistas.

Un ejemplo destacado es el de la familia Sabat.

El patriarca, Pedro, es alcalde de la comuna santiaguina de Ñuñoa. Su hija Marcela se vuelve a presentar para la Cámara de Diputados como representante de esa misma zona, mientras que su hermano menor, Franco, compite por un cupo como consejero regional.

El excandidato presidencial de la derecha Laurence Golborne aspira a ganar uno de los cuatro escaños al Senado por Santiago y una de sus hijas, Ignacia, es candidata a diputada por uno de los distritos populares de la capital, de 6,2 millones de habitantes.

La dupla padre-hija fue criticada incluso por integrantes de su mismo bloque político, como el también candidato a senador Andrés Allamand, quien dijo hace un tiempo que le parecía “inexplicable” y que nunca aplicaría esa fórmula en la selección de candidatos.

Otro ejemplo es el del candidato Manuel José Ossandón, que libra una dura batalla por ser electo senador en el sector oriente de la capital, mientras que su hermana Ximena busca un cupo como diputada en uno de los distritos de esa misma área.

En la centroizquierda el panorama no es muy diferente. Al senador Eugenio Tuma no le corresponde buscar la reelección, ya que en estos comicios se renueva sólo parcialmente el Senado, pero sí están en la carrera por ser electos nuevamente diputados su hija y su hermano.

A su vez, Guido Girardi intenta retener su cupo como senador por Santiago poniente y su hermana Cristina su banca como diputada.

El politólogo de la Universidad de Chile Miguel Ángel López opina que en estas elecciones hay algunos ejemplos de “dinastía política”.

“Están los padres en política, luego los hijos, nietos y hermanos. Una cosa complicada es cuando son familias ligadas por matrimonio o son parientes de partidos distintos”, agrega.

A nivel normativo, en otros países existe un código de incompatibilidades en el servicio público a fin de proteger la probidad del Estado, pero en Chile no.

La Fundación Ciudadano Inteligente ha planteado que, aunque los vínculos entre familiares son permitidos a la hora de ejercer cargos públicos, urge ahondar en la influencia que ejercen los partidos cuando eligen a sus candidatos y cómo estos pasan por encima de representantes locales.

La organización independiente plantea que el tema es bajo qué criterios los candidatos son nombrados. “Si responden a la militancia y si reflejan los programas, no constituye un problema que ciertas familias se repitan. Pero las alertas deben estar (…) en algunos casos (…) cuando se pasa por encima de la democracia partidaria local”.

Por lo pronto, en esta elección son siete los ejemplos de la derechista Alianza por Chile y cuatro en la centroizquierda Nueva Mayoría de políticos que suman a sus hermanos, hijos o sobrinos en estas elecciones. EFE

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