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Opinión

16 de Noviembre de 2013

Misterio: el extraño caso de los Monosílabos Ortográficos

  Vía Yorokobu Diptongo y Triptongo eran hermanos y espías infiltrados en el Reino de las Palabras Polisílabas. Como espías no habían cosechado una gran carrera, la verdad. Su trabajo se limitaba a simular ser un grupo de vocales que no se llevaban bien y que se pronunciaban por separado. Diptongo y Triptongo eran, en […]

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Vía Yorokobu


Diptongo y Triptongo eran hermanos y espías infiltrados en el Reino de las Palabras Polisílabas. Como espías no habían cosechado una gran carrera, la verdad. Su trabajo se limitaba a simular ser un grupo de vocales que no se llevaban bien y que se pronunciaban por separado. Diptongo y Triptongo eran, en realidad, Monosílabos Ortográficos, pero nadie lo sabía.

¡Vaya espías que serían!, pensaréis. Lo cierto es que nadie en el Reino sabía de su verdadera personalidad y les concedían el privilegio que se otorgaba a algunas palabras polisílabas: llevar tilde. Pero un día, la Academia de la Lengua, la más tenaz ‘desfacedora’ de entuertos, la agente más temida por los espías que en el mundo han sido y serán, desenmascaró a los dos hermanos mentirosos. Y desde entonces, presentados ante el resto de súbditos como lo que eran en realidad, perdieron su tilde para siempre.

¿Habéis entendido algo? ¿No? Vamos a explicarlo.

¿Qué me diríais si os escribiera esta palabra así? ‘Guion’. O esta otra: ‘truhan’. O esta: ‘lias’ (en modo voseo)… Seguro que se os ha formado de nuevo esa sonrisilla de… “¡te pillé!”. Le falta la tilde, diréis. Pues ya podéis dejar de sonreír porque no le falta nada de nada.

Están perfectamente escritas según la nueva ortografía de la RAE. Chirría, a que sí. A mí me pasa lo mismo. No sé si voy a conseguir acostumbrarme, son muchos años adornándolas con la tilde. La de veces que me habrán suspendido por no ponerla. ¿No podrían plantear, ya de paso, la posibilidad de un aprobado retroactivo? Visto lo visto, hemos sido muchos los visionarios que adivinamos por dónde irían las nuevas normas de ortografía. Pero fuera preámbulos y al lío.

¿Por qué ya no se escriben con tilde?, os preguntaréis inquietos. Estamos ante el caso de palabras que forman diptongos ortográficos (o sea, escritos). Un diptongo ortográfico, independientemente de cómo se articule (pronuncie), es el que está formado por la unión de vocal abierta (a/e/o) seguida o precedida por vocal cerrada (i/u) átona. Sí, sí, ya voy, un ejemplo: diario, guion, estabais, aunar, reunir…

O bien, dos vocales cerradas distintas (i/u): ciudad, diurno, muy, huir…

Y, por lo tanto, son monosílabos (la regla es la misma si forman triptongos ortográficos: buey, lieis, fiais, guau…).

Como ya hemos dicho, la norma dice que los monosílabos no llevan tilde. A no ser que esta sea diacrítica (o sea, que diferencie palabras: de o dé, te o té…), que, como veis, no es el caso.

No sirve la excusa de que “yo lo pronuncio en dos sílabas”, que daréis más de uno. Da igual cómo lo pronuncies. Importa cómo lo escribes. Así que, no. No se tilda.

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