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Opinión

23 de Diciembre de 2013

UDI y RN alistan consejos para analizar derrota, perfilar directivas y organizar el “no pasarán” a reformas de Bachelet

La derecha se prepara en enero para realizar las reuniones en que se revisarán los factores que explican la caída electoral del sector. La UDI esta convocada el 10 y 11 a un Consejo Directivo Ampliado, mientras que RN hará lo propio el 18 con un Consejo Nacional. La ocasión servirá para que los partidos, que serán oposición a contar de marzo, definan cómo se van a comportar frente al Gobierno de Michelle Bachelet.

Ivonne Toro Agurto
Ivonne Toro Agurto
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Aún no está claro si las Termas de Cauquenes, el tradicional enclave donde la UDI realiza sus reuniones partidarias, estará disponible para el 10 y 11 de enero, cuando se ha fijado el Consejo Directivo Ampliado de la colectividad. Pero si no es así, el gremialismo buscará otra alternativa más cercana a la capital porque lo que sí ya está definido es que la instancia es indispensable para analizar las razones de la derrota electoral en las presidenciables, la ostensible baja del partido en las parlamentarias –perdió 12 diputados en ejercicio y las dos senatoriales de la región metropolitana-, cómo se definirá la nueva directiva partidaria y además la actitud que se tendrá con la administración de Michelle Bachelet, aunque ya adelantan en la colectividad que no se transará respecto de una reforma constitucional, el aborto terapeútico y el matrimonio igualitario “temas en los que la DC tampoco dará piso”, adelantan parlamentarios del sector.

Según el secretario general gremialista, José Antonio Kast, lo primero que se debe revisar, además del mea culpa por el traspié en los comicios, es “cómo trabajar en la formación de nuevos liderazgos, desde las bases, para seguir siendo el partido más grande en Chile que hace la diferencia para los triunfos. Tuvimos un muy buen Gobierno que mejoró la calidad de vida de las personas, pero no supimos encantar a las personas con ese bienestar social que hoy existe y eso es algo que la UDI sabe hacer y debe volver a hacer”, sostiene.

Sobre el desafío como oposición, Kast apunta a que “el trabajo de la UDI es volver al trabajo territorial. El electorado puede cambiar de opinión en cuatro años y tenemos que ofrecer una alternativa. La UDI va a tener nombres, va a hacer un trabajo”.

En esta misma línea, el senador Juan Antonio Coloma, quien suena como una de la cartas a asumir, nuevamente, la testera, aseveró que “la gracia de la UDI es que no tenemos proyectos personalistas, sino colectivos. Es hora también de incorporar a gente que hizo bien el trabajo en el Gobierno, como Golborne” y apuntó a que “la UDI siempre se ha caracterizado por renovar liderazgos, pero yo creo que que para dirigir el partido se va a necesitar una amalgama. Nadie sobra, son todos necesarios. Ahora, no está dentro de mis planes encabezar ese nuevo proyecto”.

NO PASARÁN
Otro de los puntos clave es la postura que tendrá la UDI, que continúa teniendo la bancada más grande de diputados, frente a iniciativas de quórum calificado como una reforma constitucional. Coloma adelantó que en estas materias es difícil que se produzca algún acuerdo y apuntó a que “la esencia del Consejo va a ser cómo vamos a defender como oposición las ideas que le han hecho bien al país”.

En esta misma línea, el senador Jovino Novoa –quien deja la Cámara Alta en marzo de 2014, pero cuya influencia en la UDI es indiscutida- argumentó que “nosotros nunca hemos bloqueado ninguna iniciatiava que consideramos buena para el país, pero si tenemos claro que el proyecto que presentó Michelle Bachelet es completamente distinto al país que nosotros queremos y es bastante distinto al país actual, donde pareciera que los ciudadanos están bastantes más conformes que lo que los políticos de izquierda dicen. Chile en estos últimos 30 años ha sido mirado como un ejemplo, y nosotros desde la oposición tenemos que defender eso”, planteó.

En cuanto a impulsar presidenciables, Novoa recalcó que “por cierto los candidatos son importantes, pero desde mi perspectiva son más importantes los proyectos colectivos. Yo consideraba lamentable que no habiendo terminado este proceso electoral ya se estaba hablando de los futuros candidatos, yo no digo que no haya que tenerlos, pero si nosotros ponemos por encima de un proyecto político común las candidaturas, corremos el riesgo de no fortalecer nuestra posición política”.

LA CRISIS EN RN
La semana pasada, el senador Antonio Horvath renunció, como estaba previsto, a RN, dando inicio a un éxodo que, plantean al interior del partido, probablemente continúe con los piñeristas que no comparten la línea de conducción de Carlos Larraín.

Renovación ha convocado a un Consejo Nacional para el 18 de enero en que se prevé que Larraín dé una cuenta de lo que ha sido su gestión y se perfilen quiénes pueden asumir la posta en mayo de 2014. La incógnita es si será o no una mesa de consenso, capaz de retener a quienes son afines al jefe de Estado que está trabajando en una Fundación que operará como centro de insumos para los parlamentarios que serán oposición al gobierno de Bachelet.

El temor es que la entidad se convierta en un actor político con peso propio y aglutine al ala liberal del conglomerado, una especie de tercera vía de centro que abra la puerta a reformas que la derecha dura no está dispuesta a aprobar. La otra alternativa es que esta facción decida competir por la dirección a través de una figura como el senador Alberto Espina, aunque, adelantan en el partido “ello podría significar una paliza”.
Por lo mismo se está potenciando el nombre de Cristián Monckeberg quien, en cualquier caso, tendría como vicepresidente a Larraín quien ya ha anunciado que no va a abandonar la directiva.

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