Cuando el cliente no tiene la razón
Vasos, ceniceros y cuchillos; pero también las ampolletas del baño, el lápiz de un garzón, cuadros y hasta pesados platos de piedra. De todo se llevan algunos comensales tras disfrutar de alegres veladas en restaurantes y bares de la capital. Aquí, algunos testimonios al respecto.
Copia y pega esta URL en tu sitio WordPress para embeberlo
Copia y pega este código en tu sitio para embeberlo