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Opinión

27 de Junio de 2019

Pablo Zambra, CORE: “Alto Hospicio merece justicia y calidad de vida”

Tras el incendio el pasado viernes en una planta de acopio de azufre en Alto Hospicio -siniestro que fue controlado el sábado-, las dos comunas más grandes de la Región de Tarapacá amanecieron cubiertas de humo producido por la combustión del azufre y su reacción con el agua. Hasta el domingo se registraron 258 personas que asistieron a centros asistenciales por los efectos de la contaminación. En esta entrevista, Pablo Zambra, presidente de la Comisión de Medio Ambiente del Consejo Regional de Tarapacá, explica los efectos producidos por el incendio, la cadena de irregularidades en la capacidad de respuesta del GORE y pide la renuncia de las autoridades regionales por “su nulo compromiso con la gente de la región”.

Gonzalo Oñate
Gonzalo Oñate
Por

 

No es la primera vez que esta planta se incendia ¿Cómo lo abordaron las autoridades en esta oportunidad?

El Gobierno Regional demostró su incompetencia. Cuando comenzó el incendio el viernes a las 11:30 de la mañana, nosotros estábamos en terreno con autoridades de Alto Hospicio y personas de la Superintendencia de Medio Ambiente, analizando las casi 30 hectáreas de vertedero ilegal en la periferia de Alto Hospicio.

Fue ahí cuando nos percatamos del siniestro y el delegado de la superintendencia notificó a las autoridades del gobierno que había un incendio que estaba comenzando. Ahí nos informan que la azufrera no estaba funcionando hace dos años. Ese fue el primer llamado de atención ¿por qué aún hay cerros de azufre ahí? El peor error fue no darle contención al fuego con espuma desde el principio. Parte del primer día se intentó controlar con agua, algo que aumentó la nube tóxica que terminó esparciéndose por todo Iquique y Alto Hospicio.

El actual controlador de la azufrera, Luis Simian, quien también fue director de Zofri en el gobierno de Piñera, es uno de los principales responsables. Declaró en quiebra la empresa pero no se hizo cargo de los restos de azufre. ¿Por qué nadie fiscalizó antes que el material fuera retirado?

Donde se ubica la planta, hace años, era sólo en sector industrial, pero con el crecimiento exponencial de los habitantes, cada vez las casas están más cerca de las industrias, las plantas de aguas servidas, los vertederos… El problema de fondo es que no está actualizado el Plan Regulador, entonces no se puede determinar el nuevo uso de suelo que debería tener ese sector.

Apenas se informó el inicio del siniestro ¿qué medidas se tomaron?

Las autoridades “aconsejaron” que las personas no salgan de sus casas, mantengan puertas y ventanas cerradas y, lo más terrible, que cubran su cara con paños húmedos.

Eso puede generar quemaduras en la piel por el contacto del agua y el gas emanado de la planta, lo que puede generar ácido sulfúrico. Luego la Seremi de Salud cambió de opinión e informó que los pañuelos húmedos eran para tapar puertas y ventanas, lo que tampoco es sensato, ya que la gente estará manipulando paños con altos niveles de toxicidad. Lo que debió ocurrir, por lo menos, era preparar una evacuación preventiva para los grupos de riesgo. Les dijeron que se quedaran en sus casas con todo cerrado. ¿Qué pasaba si el gas tóxico ya estaba dentro de las casas más aledañas al incendio? Era una invitación a intoxicarse.

El sábado por la mañana, cuando amaneció Iquique lleno de humo, incluso algunas autoridades dijeron que era camanchaca, cuando era dióxido de azufre. Hasta el ministro de salud, Jaime Mañalich dijo en su cuenta que estaba todo controlado, que era un percance menor, lo que a todas luces es mentira.

El domingo, cuando ya estaba controlado el siniestro, ahí recién apareció el Intendente Miguel Ángel Quezada. Eso causó mucha molestia en la gente, porque apareció 48 horas después diciendo que estaba todo controlado. Incluso hasta hoy la calidad del aire no es normal como para una ciudad costera que siempre tiene aire limpio.

El seremi de educación, Natan Olivos, no suspendió las clases en toda la región, incluso hoy, con el incendio apagado, muchos jardines y niños se vieron afectados con distintos tipos de irritaciones por la presencia de los restos del incendio en toda la superficie de la comuna. No hubo una evaluación seria de los riesgos. Fue una seguidilla de malas gestiones.

El lunes el gobierno se querelló contra los que resulten responsables del incendio. ¿por dónde pasa la solución del problema con la azufrera?

Como dijimos desde el día uno, exigimos que la planta sea retirada de Alto Hospicio.

Mientras las autoridades presentaban esa querella, la misma gente de su sector político, convocó a una sesión de régimen interno del CORE, algo que se debía tratar en la Comisión de Medio Ambiente en concordancia con la Comisión de Salud. A esa instancia no se invitaron a todas las autoridades pertinentes involucradas en el problema. No estuvo la Municipalidad de Alto Hospicio, ni la de Iquique. Tampoco fue invitada la Superintendencia de Medio Ambiente ni Bienes Nacionales, ni menos el Intendente. A la sesión asistió el Gobernador, Álvaro Jofré, pero a la primera presión por parte de los pobladores que asistieron, se paró y se fue, sin decir ni una palabra. No estuvo más de cinco minutos en la sala.

A la sesión asistió, invitado por el colega Alberto Martínez, Miguel Segovia, ingeniero civil ambiental de la UNAP. En su intervención explicó que la Seremi de Medio Ambiente tiene artefactos para medir el material particulado, algo que ocupa un volumen específico. El problema es que cuando se quemó el azufre, generó ácido sulfhídrico, el cual es un gas y por lo menos acá en la región, no tenemos equipos para medirlo. Ese gas fue el que generó los problemas respiratorios en gran parte de la población. El día del siniestro, la Seremi sólo dio la advertencia para la población de riesgo, siendo que esto afectó a toda la población. El gobierno jugó a la ruleta rusa a la hora de tomar medidas concretas.

Es por eso que exigimos la renuncia de los seremis incompetentes involucrados, también del intendente, por su nulo compromiso con la gente de la región. Es algo que sobrepasa los colores políticos, en la sesión también el concejal de Alto Hospicio, René Cáceres, pidió la renuncia de dichas autoridades, aunque sean de su propio sector. Alto Hospicio merece justicia y calidad de vida.

Alto Hospicio se ubica en el puesto 88 en el índice de Calidad de Vida Urbana de la Cámara Chilena de la Construcción, entre las peores del estudio. ¿Cómo se vincula este evento a esa realidad?

Alto Hospicio es una zona de sacrificio, como las hay muchas en este país. Una comuna estigmatizada por la pobreza y la delincuencia. Lo que está lejos de ser verdad. No olvidemos que la comuna nace a raíz de grandes tomas de terrenos, una necesidad ante la especulación inmobiliaria que ha elevado los costos de las viviendas por sobre la capacidad adquisitiva de la mayoría. Una comuna donde sólo se va a dormir, ya que la mayoría trabaja en Iquique.

Alto Hospicio necesita desarrollar su matriz productiva, necesita que el Estado tenga la voluntad de elevar la calidad de vida de las personas, necesita inversión en áreas verdes, en vivienda, en un mejor vivir. Las y los hospicianos, merece el respeto que cualquier ciudadano de Las Condes o el barrio alto de la capital tienen.

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