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Opinión

5 de Julio de 2019

Alejandra Arratia, Directora de Educación 2020: “La experiencia formativa está siendo muy frustrante para muchos estudiantes”

Psicóloga y Doctora en Educación, Alejandra Arratia analiza el polémico nuevo currículo para tercero y cuarto medio que elimina como ramos obligatorios Historia, Educación Física y Arte, la crisis en el Instituto Nacional y abre la conversación con un provocativo cuestionamiento: “o resolvemos los temas más estructurales a través de formación y educación o, definitivamente, ampliamos las cárceles de frentón”.

Paolo Villagrán
Paolo Villagrán
Por

“La conversación sobre educación se queda muchas veces en la parte punitiva, más que en la parte formativa. Eso me preocupa”, afirma al comienzo de este diálogo Alejandra Arratia, psicóloga y Doctora en Educación de la Universidad de Melbourne, además de Directora Ejecutiva de la organización Educación 2020.

Cuando el paro de profesores está cumpliendo un mes y aún está la resaca de la tan comentada medida del Mineduc de retirar el carácter obligatorio para tercero y cuarto medio a los ramos de Historia, Educación Física y Arte, Alejandra tiene muchas cosas que decir. “Es entretenido hablar de educación, no?”, dirá después. 

Todo eso sin mencionar la crisis del Instituto Nacional. 

“En el caso del Instituto Nacional hay una crisis profunda, que necesita una intervención bien sistémica, porque quedarse en que el problema consiste en identificar a los niños que están teniendo actos disruptivos, que son totalmente inaceptables, y sacarlos, no es la solución. Porque los vamos a sacar pero además ¿dónde los vamos a poner?”, se pregunta.

Y va más allá. “Hay quienes dicen que el país tiene que tomar una decisión más de fondo que es decir dónde hacemos un esfuerzo mayor. En resolver esos temas más estructurales a través de formación y educación o, definitivamente. ampliar las cárceles de frentón,porque necesitamos como sociedad, formar de otra manera. Esa es la conversación que a veces uno echa de menos”, añade.

 ¿Cuál es su análisis de la crisis del Instituto Nacional? 

-Lo que uno ve en el caso del Instituto Nacional es que hay una crisis bien profunda. Honestamente, lo que uno esperaría o lo yo creo que esa comunidad necesita, es una intervención sistémica; que el municipio como sostenedor, ayudara con eso. Se requiere un ingreso que aborde los distintos aspectos. Los estudiantes están reclamando temas de infraestructura, de hacinamiento en las salas de clases, de convivencia, entonces se hace patente una intervención desde dentro, que aborde el trabajo con el equipo directivo. Nosotros tenemos mucha experiencia trabajando en escuelas y lo que hemos visto sistemáticamente es que si uno no cuenta con un equipo directivo que esté bien consolidado y bien focalizado en promover una cultura escolar de aprendizaje, de formación y de desarrollo integral, no vas a poder mover la institución.

¿Entonces qué se hace?

-Ahí se requiere un apoyo fuerte desde el equipo directivo, de los docentes y trabajo con los estudiantes, pero creer que solamente porque sacamos a un estudiante que está teniendo una conducta inaceptable se acabará el problema es erróneo. Lo que hay que hacer ahí es abordar el tema desde la perspectiva de cómo doy más oportunidades y una organización escolar que sea de otra forma. 

Es un problema complejo…

-Cuando uno mira los países que les va bien en educación, que lo han hecho bien, que logran que sus estudiantes no tan solo desarrollen los aprendizajes que queremos desarrollen, sino que además tienen experiencias formativas integrales y positivas en la escuela, lo que se repite es que han logrado grandes acuerdos país respecto a la importancia de la educación. Y también respecto a cómo cuidamos a nuestros niños y cómo nos ponemos todos de acuerdo en lo importante que es la educación para ellos.

¿Cuál es el desafío? 

-En eso en Chile tenemos un desafío tremendo. Nuestro deber como país es avanzar en ese tren de acuerdos. Yo siempre digo que cuando un niño entra a pre-kinder va a tener cuatro gobiernos a lo largo de su trayectoria escolar. Nosotros queremos que ese niño tenga una trayectoria escolar en que el apoyo que le damos como país a través del Estado y a través de los otros actores que también están apoyando, sea consistente. Porque si les estamos cambiando las reglas de juego a cada rato la cosa no irá como queremos. A los adultos también nos pasa: en nuestro trabajo necesitamos cierta continuidad y estabilidad. El país ya ha tomado bastantes acuerdos en temas estructurales.

¿Cómo cuáles?

-Chile tenía una situación que no existía en el resto del mundo que era la triada del lucro, copago y selección. Así llegamos a ser uno de los países que tiene la mayor segregación del mundo en educación. Bueno, ya tomamos acuerdos sobre eso. Se discutió largamente en el Congreso, se llegó a acuerdo y se definió una gradualidad. Ahora llegó el momento de decir que ya tenemos una nueva estructura, un rayado de cancha distinto, ¡por favor! ahora concentrémonos en lo que está pasando en la experiencia formativa de los jóvenes. Y tenemos harta evidencia que esa experiencia formativa no está siendo buena. 

¿En qué punto está fallando?

-Yo diría que está siendo muy frustrante para muchos estudiantes. Lo primero es poner ojo en cómo fortalecemos la capacidad dentro de las escuelas para dar oportunidades de aprendizaje pertinentes a todos los estudiantes. Y ahí tenemos una conversación mucho más normativa, de regulación, y menos de aprendizaje. También tenemos que conversar más de aprendizaje y ver más a los jóvenes. No estamos viendo a los jóvenes muchas veces. Los adultos pensamos que los jóvenes y los niños que están en la escuela ahora son iguales a como éramos nosotros en nuestra época y el mundo ha cambiado. El mundo ha cambiado muchísimo. Entonces necesitamos cambiar muchas cosas de las que están pasando en la sala de clases para que los estudiantes puedan tener una experiencia de aprendizaje que sea más pertinente. 

Más moderna… 

-Cómo nos hacemos cargo, por ejemplo, de la diversidad. Chile es el segundo país del mundo que más aumentó las tasas de suicidio juvenil. No podemos quedarnos impávidos ante eso. Tenemos que preguntarnos qué queremos transmitirles a las nuevas generaciones

¿Qué tipos de especialistas o de andamiaje hace falta dentro de las escuelas para comenzar a trabajar estas diferencias en la escuela?

-Hemos avanzado en tener duplas psicosociales, las que se requiere ir expandiendo. El país tomó una decisión en torno a tener un sistema de desarrollo profesional docente, de modo tal que podamos tener mejores profesores trabajando con los niños, que los profesores tengan más tiempo para estar concentrados en lo que importa: estar viendo a los estudiantes. Muchas veces pasa que la presión que les hacemos desde el sistema a los profesores es rendir con mecanismos de control, más que dar espacio para una reflexión profesional respecto a lo que está pasando.

¿Cómo?

-Yo hago clases y trabajo con docentes, y siempre los profesores comentan que la presión es muy fuerte. Y eso muchas veces les dificulta poder hacer una pausa para ver a los estudiantes que tenemos adelante. Y eso es un símbolo súper potente. Necesitamos tener un sistema en que podamos estar centrados en lo que pasa con los estudiantes y en cómo ayudamos a que todos ellos aprendan. Eso implica tener más espacios de flexibilidad. Por ejemplo, si el niño está en segundo básico pero quedó anclado con contenidos de primero básico, yo le puedo abordar lo que no sacó de ese curso. Porque si no lo hago, voy acumulando retraso hacia arriba. La evidencia nos muestra que un niño que se atrasa en primero básico se empieza a quedar abajo en tercero o cuarto. De hecho algunos profesores reconocen que hay alumnos en segundo medio que no saben leer. Necesitamos movernos a un sistema en que los profesores puedan ir teniendo una conversación más sustantiva respecto a estos temas y más pedagógica. 

Informe de Educación 2020: Directores declaran ocupar entre el 40% a 80% de su tiempo en tareas administrativas – Educación 2020

En Educación 2020 elaboramos un informe -que incluye la revisión de las exigencias, entrevistas y una encuesta- donde planteamos cuatro principales propuestas para avanzar en la desburocratización. ¿El objetivo? Simplificar las obligaciones administrativas para que los equipos directivos se enfoquen en lo principal: ser líderes pedagógicos para mejorar la calidad de los aprendizajes.

¿Entiendes el paro de los profesores? ¿Qué te ha parecido la actitud de la ministra Marcela Cubillos?

-El paro es súper preocupante y entendemos que tiene consecuencias importantes sobre la educación pública y eso nos alerta. No se llega a un paro de un día para otro, sino que el paro es la última medida y entendemos los problemas de fondo. Aquí lo fundamental es promover el diálogo y seguir una mesa de trabajo para poder llegar a un acuerdo y arreglar esto prontamente. Si hay voluntad de ambas partes el problema se va a resolver. Esto está afectando a muchos niños y  gobernar es también resolver este tipo de problemas. 

¿Qué es lo más urgente del petitorio que se puede resolver en el corto plazo?

-De lo que se ha planteado, yo creo que el tema de los montos que están considerados para los educadores diferenciales y educadores de párvulo. Creo que se puede llegar a un acuerdo en eso porque si bien son montos grandes, son montos que no son exorbitantes para el presupuesto que se maneja en educación. Además que el Colegio de Profesores ha manifestado que no lo quieren ni para éste ni el próximo año, sino que quieren una respuesta respecto de la gradualidad que esto va a tener. La evidencia demuestra que la educación parvularia que reciben los niños es especialmente importante. El gobierno ha dicho “los niños primero”, entonces hagamos la inversión ahí.  

¿Te pareció tardío el gesto de la ministra Cubillos de sentarse a conversar con los profesores la semana pasada? 

-Habría sido ideal que se sentaran a la mesa desde el principio. Que no se hubieran perdido tantas semanas en esperar este gesto porque estas cosas, creemos, se abordan dialogando. Y en particular en este proceso, en que estamos en un paro. Pero en general, cómo se hace política pública, cuidar el tono y la forma es muy importante. En el fondo, el mensaje es que cuidemos la calidad del debate público. Eso es importante porque así se construye. 

 

HISTORIA, EDUCACIÓN FÍSICA Y ARTE

¿Cuál es la importancia que el currículum deje de estar en las manos del gobierno de turno y que se pueda articular como una política de Estado?

-Es fundamental. El currículum tiene un principio de equidad súper importante en la base y lo que busca es cómo nosotros, como sociedad, nos comprometemos con la meta país de lo que vamos a ofrecerle a la nueva generación, a todos por igual. Y desde esa perspectiva tiene una base de equidad fundamental. Tiene que ver con qué es lo que nos une. Hay muchas otras cosas que nos diferencian, pero lo que nos hace reunirnos en torno a algo en común es el currículum. Por eso es fundamental que trascienda a un gobierno. Eso es lo que tiene la Ley General de Educación cuando lo pone en el Consejo Nacional de Educación. 

Una discusión muy actual.

-Creo que ahí es interesante la discusión que se ha producido ahora, una reflexión un poco más profunda en torno cómo construimos currículum y cómo hacemos un debate más abierto y de largo plazo. A mí me tocó trabajar en el Ministerio de Educación en una mesa de trabajo de desarrollo curricular y ahí nos plantearon hartas preguntas. Una fue cómo se hace una conversación respecto a cuál es el diagnóstico que está en la base cuando uno construye esta carta magna. Ahora, por ejemplo, hay un diagnóstico bien compartido respecto a la necesidad de una formación más integral, la necesidad de que los estudiantes puedan desarrollarse como personas, el tema de la salud mental, el tema de la crisis de sentido. Ese es un diagnóstico, sí, pero ¿es ese diagnóstico compartido? Cómo lo ven los otros actores, los jóvenes, etcétera. Eso también es importante.

¿Hay poco espacio para que los profesores metan mano?

-Ese es el tema de la arquitectura curricular. Si haces un currículum con muchos objetivos, con detalle fino, de alguna manera es muy prescriptivo y dejas poco espacio para la profesionalización docente en términos de tomar decisiones curriculares. Hay algunos en el mundo que tienen big ideas, las ideas centrales. Y un docente bien formado sabe cómo trabajar en eso. Al final los profesionales estudian para eso; ahí hay una educación país que es interesante comenzar a tener y que sería positivo mirando a la pertinencia de la experiencia formativa de los estudiantes. Tenemos harta evidencia que eso está al debe. 

¿Qué le pareció el debate en torno a la salida de Historia y Educación física del currículum de tercero y cuarto medio?

-Yo entiendo el debate. Aunque creo que nos ha faltado información para poder debatir con antecedentes porque lamentablemente no la tenemos toda. A mí me tocó conocer el proceso en el gobierno anterior y sé lo que pasó ahí. Conversé, además, con un equipo de profesionales que trabajó en eso y esta es la ocasión que el currículum ha pasado más veces por el Consejo Nacional de Educación. Tuvo siete iteraciones. Siete. ¿Por qué? Porque es súper difícil. Lo más complejo es que había una definición que ya estaba tomada, que se tomó el 2013, que apuntaba a que la formación general del sector técnico profesional era de solo 14 horas. Entonces eso de alguna manera tensionaba a que si se quería resguardar una formación general que fuera común entre los dos (con los establecimientos científicos humanistas), no podía ser más de 14. Nosotros la primera que lanzamos fue de 19. Pero el Consejo dijo que no. Entonces teníamos que acogernos a esas 14 horas. Esto da cuenta de los ripios que se producen y es bien impresionante que el mundo técnico profesional como que no está en esta conversación. La gente habla y discute pero se olvida que los colegios técnicos profesionales son el 40%.

Mineduc libera nuevas bases curriculares para tercero y cuarto medio

Tras un mes desde la aprobación por parte del Consejo Nacional de Educación de las nuevas bases curriculares para tercero y cuarto medio, el Mineduc liberó los documentos donde se detalla la comentada medida que deja fuera a Historia, Artes y Educación Física de los ramos obligatorios para estos dos cursos de la enseñanza media.

Hubo un desfase entre ambos procesos.

-Claro. Lo que debería haber pasado, en rigor, es que tú hubieras pensado todo el ciclo de tercero y cuarto medio junto. En la Ley General de Educación también quedó establecido que debíamos pasar al sistema “6+6” (seis años de básica y seis años de media). Eso tuvo que ser el año 2018 pero se postergó en una ley miscelánea y tiene que ser para el 2026. El año 2026, Chile debería tener un sistema de educación básica de seis años y un sistema de educación media de seis años. Yo creo, pensando positivo, que esto es una oportunidad para el país. 

¿La mesa en la que usted trabajó recomendó eliminar alguna asignatura? 

-Esa mesa no se metió en recomendaciones respecto a contenido. El foco de esa mesa fueron más bien los procedimientos, en cómo se construye currículum en los países e hizo recomendaciones sobre eso: de los actores que se involucran, de la institucionalidad… la institucionalidad que tiene el Ministerio para hacerlo es súper frágil. Es un área que ni siquiera tiene división dentro del Ministerio. Está en una glosa. La mesa también hizo recomendaciones respecto a la necesidad de vincular la definición curricular con la evaluación tanto interna como externa. En lo que sí se metió fue en recomendar objetivos de aprendizaje más nucleares. O sea más grueso. Y no tanto detalle fino. 

“Te quieren sin memoria y gordo”, se leía en las redes sociales. ¿Qué le pasaba cuando leías cosas como esas?

-Lo que me pasa, honestamente, es que me dan ganas de tener una discusión en que saquemos todas las asignaturas y tengamos una estructura escolar súper distinta, revolucionaria total. Tengo claro que eso no puede ser. Pero me pasa que igual entiendo porque se ha entregado poca información y cuando falta información se genera más espacio para el ruido. Y creo que eso es súper legítimo.

Aquí también pasa que la gente siempre pide más cosas y Chile es uno de los países de la OCDE que tiene más horas a la semana (42) y las horas, lamentablemente, no son elásticas. Entonces cuando alguien dice: “pongamos algo nuevo en el currículum”, a mí lo que me dejan ganas de decir: “Bueno ¿y qué sacamos?” Porque no cabe todo. Es súper complicado, y lo que yo creo que hubiese sido ideal habría sido tener una formación general compartida para técnicos profesionales y científico humanista, porque creo que era importante que hubiera sido más amplia, de más horas…

Suena complicado…

-Ahora, en honor a la verdad, hay que decir los países que están más avanzados en educación, en los dos últimos años de la media reducen la cantidad de asignaturas fuertemente. Nosotros revisamos mucha evidencia comparada: tanto de países OCDE como de la región latinoamericana. Y reducen, todas reducen. Yo hice un doctorado en Australia y mis hijos hicieron la media allá. En tercero y cuarto medio ¿sabes cuántos ramos obligatorios tenían? Uno: inglés. El resto eran solo optativos. Ahora, tenían un pool para elegir, como de 80. Ya han tenido diez años de asignaturas obligatorias, los últimos dos años podemos tener una cantidad un poco menor.

Además en este caso estaba la tensión que estaban las dos asignaturas que no tienen ninguna presencia previa en el currículum: Filosofía y Educación Ciudadana. Como no estaban existía la demanda de incorporar esos dos ramos. Incluso la demanda de incorporar Educación Ciudadana viene de un artículo transitorio en la ley del Plan de Formación Ciudadana, que la pidió el Congreso. 

En el caso de Historia, creo que más bien se reconvierte en una asignatura que tiene otro título, pero en rigor es más o menos lo mismo. Actualmente en tercero es Historia de Chile tiempo contemporáneo y en cuarto es Formación Ciudadana.

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