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Nacional

13 de Julio de 2019

Corte Suprema confirma que directora del Servicio de Salud Metropolitano Central es responsable de negligencia médica

El máximo tribunal ratificó la sentencia de la Corte de Apelaciones que había sancionado a la doctora Patricia Méndez Del Campo, directora del Servicio de Salud Metropolitano Central, a pagar 10 millones de pesos a Marta Niemann Aguirre, quien la demandó en 2017 por de negligencia médica y daños morales.

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El 12 de septiembre de 2018, mientras la doctora Patricia Méndez del Campo asumía como directora del Servicio de Salud Metropolitano Central (SSMC), The Clinic, publicaba un reportaje dando cuenta de que la facultativa contaba con una demanda interpuesta por Marta Niemann Aguirre (causa rol C12286201 del 17º Juzgado Civil de Santiago), en la que alegaba que la doctora Méndez le realizó un procedimiento quirúrgico distinto al que estaba programado y la intervención que realizó la dejó con una discapacidad irreversible, por el daño que le produjo en uno de sus brazos .

A pesar de que estos antecedentes se encontraban en conocimiento de las nuevas autoridades, Méndez fue ratificada en cargo en que fue nombrada bajo el actual gobierno. 

La demanda pasó por todas las instancias judiciales y, en todas ellas los argumentos de la directora del SSMC fueron desechados.

La última instancia a la que acudió Méndez, representada por abogados del Consejo de Defensa del Estado, fue la Corte Suprema. Sin embargo ese tribunal volvió a fallar en su contra, al considerar que, a la luz de todos los antecedentes obtenidos, la facultativa incurrió en negligencia médica, pues ella no cuenta con la especialidad de neurocirujana, necesaria para la intervención que practicó, por lo que no debió haber operado a la paciente, y porque, además, la practicó sin realizar ningún examen previo, como ordenan los protocolos. 

Por lo anterior, la Tercera Sala de la Corte Suprema se pronunció de la siguiente manera: “Que en estos autos Rol N° 6709-2019, se ha ordenado dar cuenta, de conformidad con lo dispuesto por los artículos 781 y 782 del Código de Procedimiento Civil, de los recursos de casación en la forma y en el fondo deducidos por el demandado, a saber, el Servicio de Salud Metropolitano Central, en contra de la sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago que confirmó la de primer grado que acogió la demanda de indemnización de perjuicios deducida por doña Marta Raquel Niemann Aguirre y lo condenó a pagar a la actora la suma de $10.000.000, por concepto de daño moral con los reajustes e intereses que en el fallo se especifican”. En cuanto a negligencia médica, la sentencia señala: “Que la judicatura de base resolvió que la falta de servicio se configuró porque la Dra. Méndez, sin contar con la expertiz (sic) de neurocirugía y con los antecedentes médicos pertinentes, decidió extraer del brazo izquierdo de la demandante la masa encontrada, no obstante que la lex artis del caso, indicaban conforme a lo expuesto abstenerse de ejecutar la intervención y derivarlo a un especialista, más aún si el caso no ameritaba urgencia”.

¿QUIÉN ES EL DOCTOR?

La historia se remonta al año 2015, cuando Marta Niemann Aguirre, asistió al Hospital El Carmen de Maipú, derivada del Cesfam de la misma comuna, para someterse a una cirugía en su cadera derecha por la aparición de un lipoma, es decir, un tumor benigno de carácter blando formado por tejidos liposos. Cuando estaba preparada para la intervención en el pabellón quirúrgico, ingresa la doctora Méndez, quien realiza las preguntas de rutina. Marta Niemann, recuerda que aprovechó ese momento para comentarle que se había palpado una dureza en el brazo izquierdo y que pensaba que podría ser un quiste. Méndez palpó la zona y le indicó, sin examen previo, que esa dolencia podría ser mucho más peligrosa que la que tenía en la cadera. Méndez consideró que la dureza de la que hablaba la paciente, era, en realidad, una “masa tumoral”, por lo que en ese instante tomó la decisión de operarla inmediatamente del brazo para extraer el tejido sospechoso.

Marta Niemann relata que sintió miedo y que le dijo a la doctora que ella pensaba que sería mejor tener exámenes, una ecografía al menos, pero que la doctora Méndez se negó a su requerimiento. “Yo soy la doctora y sé lo que hago y una ecografía no me dirá nada” remató Méndez.

El resultado de la decisión de la médico cirujano, fue nefasta. Con la primera incisión para intentar extraer la masa, bajo anestesia local, se dio cuenta que ésta se encontraba muy adherida y optó por cortar solo un trozo de la masa para enviarla a biopsia. Sin embargo, al realizar el corte pasó a llevar el nervio radial del brazo izquierdo (nervio que permite el movimiento de la mano). Niemann Aguirre se dio cuenta de inmediato que algo no andaba bien. En medio del temor y dolor, Niemann Aguirre intentó conversar con la doctora Méndez, pero, ésta se negó a atenderla, en tanto, la dirección del Hospital El Carmen, sólo le informó que el procedimiento practicado se encontraba ajustado a los protocolos e, igualmente, le ofreció atención psicológica y fisiológica. Después de consultar con sus más cercanos y, también, con especialistas, comprendió que no volvería a tener movilidad en su extremidad izquierda. Es así, que, por recomendación de sus más cercanos, Marta Niemann decidió recurrir a la justicia en el año 2016, un año después de la fracasada intervención, e interpone una demanda civil en contra de Méndez Del Campo. 

OFERTONES

Durante todo el proceso de casación, apelaciones y mientras el caso se encontraba ya en la Corte Suprema, un abogado, amigo de la doctora Méndez, intentó infructuosamente, en tres oportunidades llegar a un acuerdo extrajudicial con la afectada. Para ello, Marta Niemann fue convocada por el abogado y amigo de la doctora Méndez, Enrique Díaz, intentando persuadir a la afectada para desistirse de continuar con el litigio.

Las reuniones se realizaron en el Restaurant Castillo Forestal. Marta Niemann afirmó a The Clinic que “este señor, que siempre dijo ser el abogado y amigo de la doctora Méndez, me ofreció llegar un acuerdo económico de 10 millones de pesos, para que yo dejara todo hasta ahí. Le dije que no, porque yo sabía que ese monto era el que ya estaba considerado como indemnización. Se molestó mucho y comenzó a acosarme de manera constante y majadera con que yo no iba a ganar nada porque ellos podían revertir todo en la Corte Suprema”.

Marta, aún se quiebra al recordar todo lo que ha vivido durante estos años y el dolor que le ha causado no solo las consecuencias de un procedimiento médico negligente, sino que, además, las veces que sintió cómo vulneraban sus derechos y sus emociones en calidad de víctima de un mal ejercicio profesional: “Se burlaban de mí. Primero el abogado me decía que la doctora, con el pasar del tiempo, había asumido que se equivocó, que cometió un error porque ella pensó que yo tenía cáncer y que quería enmendar el daño causado. También me decía que en ese tiempo la doctora Méndez se encontraba de duelo y que no estaba bien emocionalmente. Yo entendía eso, pero, si ella estaba pasando un mal momento, debió estar con licencia médica y no continuar trabajando bajo esas condiciones”. 

¿Se sintió usted amedrentada o presionada?

-Sí, porque me decía (el abogado) cosas tremendas y siempre buscaba amedrentarme con frases como que nadie me iba a creer; que ella (Méndez) es médico y tenía amigos con mucho poder, y que ella misma tenía mucha influencia. Eso era terrible. No sé cómo pueden actuar de esta manera.

¿Cuáles fueron las ofertas concretas que le realizó el abogado de la Doctora Méndez para que se desistiera de la demanda?

-Me ofreció 10 millones de pesos, conseguirme trabajo y se comprometían a que yo tuviera acceso a la salud, o sea, pagar médicos, exámenes, etc. 

¿Usted pensó aceptar en algún momento?

-Hubiese aceptado si hubiera sentido que eran serios y que no se estaban burlando, pero, yo le dije que los 10 millones yo los ganaría en la Corte Suprema y que yo pedía 20 millones. No le gustó para nada mi respuesta al señor Díaz e inició una ofensiva brutal para terminar diciendo que tenían 15 millones de pesos y le respondí que hicieran un bingo o una completada para reunir los 5 millones que faltaban. 

¿Qué le dijo el abogado?

-El señor Enrique Díaz se molestó mucho, porque notó la ironía con la que le respondí, pero mantuvo su oferta de 15 millones. Él quería que todo fuera rápido, que yo aceptara y listo, deshacerse del problema, pero yo estaba confiada en la justicia y en el trabajo de mi abogada, así es que no acepté nada. 

¿Qué puede decir de la doctora Patricia Méndez hoy, cuando ya terminó todo el proceso y se pronunció la Corte Suprema a su favor?

-Creo que la doctora Méndez debería dedicarse a la política y dejar la medicina para verdaderos médicos. Ella es una persona que se la come la soberbia. Ella es una persona terrible, indolente, burlesca, cero sentido de humanidad. Lo único que le interesa es salirse con la suya, no importa el costo que eso tenga para otras personas. Definitivamente, ella debería dedicarse a la política. 

The Clinic se comunicó de manera exclusiva con el amigo y abogado de Patricia Méndez, Enrique Díaz, quien al ser consultado por las razones que tuvo para citar a tres reuniones a Marta Niemann, sólo señaló que: “Yo no soy el abogado de la doctora Méndez. A ella la representó el Consejo de Defensa del Estado, no yo”.

Entonces, ¿por qué usted se reunió con la señora Niemann?

-No me voy a referir al tema. 

La señora Marta Niemann afirmó que usted le ofreció llegar a un acuerdo económico extrajudicial.

-Dejémoslo como secreto profesional, por favor.

Parcialmente justo.

La abogada Lya Rojas, es la representante de la parte afectada y, desde que Marta Niemann Aguirre llegó a su despacho, la jurista no dudó en llevar adelante un juicio que, aunque estaba consciente que podría ser un proceso largo, también sabía que podía llegar a buen puerto. Para la abogada representante, este caso, en términos jurídicos es, de todos modos, un triunfo para su defendida, pues se declaró que la negligencia ocurrió y fue otorgada una indemnización, aunque en términos estrictamente de lo que significa “obtener justicia”, considera que solo fue un logro parcial.

“La señora Marta al sufrir la negligencia quedó con secuelas de por vida y la indemnización que recibió es baja para el daño que sufrió. Sin embargo, la determinación del monto a indemnizar corresponde exclusivamente al juez”, explicó. 

Lo lamentable, agrega, es que el pago de las costas queda a cargo de su representada. “Es injusto”, dice “porque, finalmente, el paciente es quién debe asumir todos los costos del proceso”. 

¿Qué significado tiene, en términos de jurisprudencia, este caso?

-Sin duda, el juicio, al haber pasado por las instancias Corte de Apelaciones y Suprema constituye jurisprudencia. Es un llamado de atención a la responsabilidad que tiene el Consejo de Defensa del Estado, que representa a los doctores que atienden en los hospitales públicos en contra de los pacientes afectados por negligencias (…) Finalmente, el Estado es responsable. 

¿Qué opinión tiene respecto a la doctora Méndez y su actuación junto a su abogado para presionar con ofertones a Marta Niemann?

-La doctora Méndez depositó $15 millones de pesos, aunque la condena era solo por $10 millones, para que con el exceso de dinero se pagaran las costas e intereses. Sin embargo, éstas resultaron solo con una diferencia cercana a los 300 mil pesos. Pensamos que su estrategia era realizar rápidamente el pago para cerrar pronto el caso, porque, en esta instancia, han actuado con una rapidez increíble. 

¿Ella se ha comunicado con usted o con la paciente afectada?

-No y es lamentable que la señora Marta nunca haya recibido una disculpa por parte de la doctora Méndez. Era lo mínimo que esperaba, por todo el daño causado, más aún al haberse declarado que la negligencia existió, esperamos que sirva para que a futuro estos hechos no vuelvan a suceder. 

Desde el año 2015 hasta el cierre de esta edición, Marta Niemann no recupera la movilidad de su extremidad, dejándola inhabilitada para desarrollar sus actividades cotidianas y sin mayores posibilidades laborales para siempre. La Doctora Méndez sigue ejerciendo el cargo público en que fue nombrada y ratificada, a pesar de estas sentencias.

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