Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Mundo

29 de Julio de 2019

Sangriento motín en cárcel deja más de medio centenar de muertos: 16 de ellos fueron decapitados por bandas rivales

Brasil es el tercer país con más reclusos en el mundo detrás de Estados Unidos y China. Actualmente sufre una superpoblación con más de 730 mil reclusos en precarias condiciones.

Por

 

Más de medio centenar de víctimas fatales dejó un sangriento enfrentamiento entre dos facciones criminales rivales en una cárcel del interior del estado amazónico de Pará, ubicado en el norte de Brasil.

El motín en el Centro de Reclusión Regional de Altamira duró alrededor de cinco horas, dejó a 57 presos fallecidos de los cuales 16 fueron decapitados y otros 41 murieron a raíz del humo que se propagó por todo el complejo carcelario.

El ataque dentro de la prisión de Altamira ha chocado a la opinión pública debido a su ferocidad. “Fue un ataque localizado y orientado a exterminar integrantes de una facción rival. Ellos (los atacantes) entraron, mataron y prendieron fuego”, afirmó el secretario y dirigente de la Superintendencia del Sistema Penitenciario del Pará (Susipe), Jarbas Vasconcelos, en declaraciones a la prensa.

La Susipe detalló que la pugna comenzó sobre las 07.00 hora local, cuando los agentes carcelarios servían el desayuno a los reclusos. Minutos después, presidiarios de un segundo pabellón, quienes pertenecen a una facción criminal con ramificaciones en todo el territorio brasileño, habrían irrumpido e iniciado un ataque con “armas artesanales”, en su mayoría cuchillos, contra los integrantes de la organización rival, más implantada localmente.

Durante la acción, dos agentes carcelarios fueron capturados como rehenes, pero fueron liberados horas después sin heridas de gravedad. Además, otras dos personas resultaron heridas y fueron ingresadas en un hospital de las cercanías del centro de reclusión de Altamira, ubicado a unos 850 kilómetros de la capital de Pará, Belém.

Las autoridades anunciaron que 10 de los 16 líderes identificados de las dos facciones enfrentadas serán transferidos a penitenciarias federales y otros 46 detenidos a diferentes prisiones del estado.

Familiares de algunos de los reclusos habían realizado a finales del pasado mayo protestas y pedidos para que las autoridades transfirieran integrantes de una de las facciones a otras unidades de detención. Pero según Vasconcelos, no había ningún “indicativo” de los servicios de Inteligencia sobre una posible pugna entre las dos bandas y, por eso, no estaba prevista la transferencia de presos a otros complejos carcelarios.

En contraste a los números divulgados anteriormente por el Gobierno del estado -de que el complejo tendría capacidad para 200 presos aunque alberga 311-, el Consejo Nacional de Justicia detalló en un informe que el presidio mantiene un total de 343 reclusos, más que el doble de su aforo, que es de 163 plazas.

La tragedia de este lunes ha vuelto a reabrir el intenso debate sobre las precarias condiciones de las penitenciarias de Brasil, el tercer país con más reclusos en el mundo detrás de Estados Unidos y China. Desde 2017, este país se ha visto sacudido por una crisis en su sistema penitenciario, que sufre con una superpoblación con 730 mil reclusos en precarias condiciones estructurales y laborales.

Notas relacionadas