Mireya Baltra: La lucha de la suplementera

Del quiosco que tenía en el centro, llegó a ser Ministra del Trabajo de Salvador Allende, transformándose en la primera mujer en integrar el gobierno de la Unidad Popular. Antes, fue dirigenta sindical, reportera, regidora y diputada. A sus 87, está completamente ciega y alejada de la vida política a la que perteneció desde los años cincuenta. No hay que explicarlo, el golpe del 73 partió su vida en dos y entre la maternidad, su compromiso político y sus fervientes deseos de no perder a su marido, deambuló por más de 35 países hasta regresar en 1987, defendida por Enrique Krauss. Sus luchas, dirá, fueron la igualdad de derechos para las mujeres y el fin de las injusticias para los trabajadores. Sus amores sólo dos: su esposo Reinaldo y el Partido Comunista.