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Reportajes

30 de Octubre de 2019

Organización directa desde los territorios: Cabildos autoconvocados

Felipe Díaz

Durante el segundo fin de semana de movilizaciones, diversos territorios organizaron cabildos para saber cómo estaban los vecinos y responder ante el estado de emergencia que, pese a haberse levantado, genera sospechas y una resistencia ante los discursos que buscan “retornar a la normalidad”. Cinco experiencias de organización, en Santiago, en Concepción y en México, donde la búsqueda de una vida digna y una nueva constitución se repite entre los manifestantes.

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Discusiones desde la Villa Frei

En pleno toque de queda, juntas de vecinos de Ñuñoa organizaron una asamblea para hablar del estado de excepción. Entre las 300 personas que asistieron, surgió la idea de organizar un cabildo, realizado el sábado 26 en la Villa Frei, al que asistieron 900 personas. 

Miroslava Petrova, profesora universitaria, y vecina de Ñuñoa hace diez años, participó como moderadora y actuaria. “Muchas personas de muchas juntas de vecinos se organizaron, unos trajeron mesas, otros sillas, otros organizaron el acto cultural que se hizo después, no había liderazgos”, explica. Ese mismo fin de semana, otros seis cabildos ocurrieron simultáneamente en la comuna, siguiendo la metodología sugerida por Unidad Social, que reúne a distintas organizaciones sociales como la CUT, la Fech y No + AFP, por nombrar algunas. 

“Los vecinos que nos juntamos en esos grupos no nos conocíamos, fuimos desconocidos trabajando juntos por hora y media. Los vecinos necesitaban hablar. No hubo ni uno que no expresara su opinión sobre las tres preguntas. Tú sabes que siempre hay gente que escucha y gente que habla, aparecen líderes que no sueltan el micrófono, pero acá no hubo eso, todos se expresaron”, cuenta Miroslava.

Lo que llamó la atención de la profesora es que durante la reunión, las y los vecinos tuvieron urgencia de hablar del país, independiente de los temas que los convocan como ñuñoínos: “La gente no estaba hablando de Ñuñoa, estaba hablando del país, de cómo se imaginaba el país. Eso era muy interesante y significativo, que los vecinos compartieran sus ideas sobre Chile”.

“Estamos creando confianza de nuevo, ya no vemos al vecino como alguien que me puede robar. Y como que todos estábamos en una sintonía, de querer estar juntos, reencontrarnos, dejar la desconfianza y el miedo”, explica Miroslava.

Créditos: Felipe Díaz.

Desde Villa Frei, esperan repetir el cabildo durante el feriado, mientras se espera la sistematización de las conclusiones por parte de Unidad Social. 

“La junta de vecinos no era una instancia a la que iban los vecinos a participar, pese a que hay unas súper activas. En una de las juntas dijeron acá de los 40 que están, conocemos a seis personas, que son las que llegan a nuestras asambleas, todo el resto viene porque las redes sociales se encontraron con que su junta estaba organizando algo”, dice Miroslava.

El exilio de ayer, la lucha de hoy

Christopher Holloway es periodista, y vive hace cinco años en el DF. Desde el lunes 21 comenzó a buscar actividades de chilenos en México que se refirieran a la situación de emergencia. “Acá las agrupaciones oficiales de chilenos en México son más o menos fachas, no tienen comunicación de tipo político, entonces unos cabros de la Unam convocaron a una reunión inicialmente en el Zócalo, a la que llegó poca gente, pero esa misma gente se organizó e hizo un grupo de whatsapp para seguir. Al día siguiente nos juntamos afuera de la embajada de Chile, donde surgieron los procesos iniciales de organizarse más a futuro”, explica.

Holloway se ofreció a coordinar las comunicaciones de la Agrupación de Chilenos/as movilizados/as en Ciudad de México. Durante la semana, realizaron marchas –la más numerosa, desde el Palacio de Bellas Artes hasta el Zócalo, con 400 personas-, además de una versión de ‘El derecho de vivir en paz’ interpretada por músicos que residen en dicha ciudad.

“Dentro de esas mismas reuniones surgió la idea de hacer el cabildo ciudadano, tomando las recomendaciones y metodología de Unidad Social”, comenta Christopher. El cabildo se llevó a cabo el domingo 27 en El Juglar, un lugar conocido “entre los exiliados más viejos porque ha sido un lugar de encuentro para los chilenos que viven acá, y que han escapado de la dictadura, que han sido perseguidos”, explica. 

Fueron alrededor de 50 personas las que se reunieron a pensar Chile en la emergencia. “Llegaron algunos mexicanos, algunos argentinos que querían estar presentes en la discusión. Fue transgeneracional, había señoras de 60 años que llevaban desde la dictadura acá, otros que vienen de paso a estudiar, diferentes sectores políticos, económicos y sociales”, comenta Holloway.

El análisis que hacen las y los chilenos desde México surgió de las inquietudes sobre el modelo económico, y el diagnóstico de cómo se alcanzó este momento. Responsabilizan a la clase política, que ven como “los mismos hueones que estuvieron en la dictadura”. Desde ahí no les sorprende la represión, ya que ven que “es la impunidad la que ha primado en ese sector, entonces la represión va a ser igual de violenta si los hueones prácticamente son los mismos, y utilizan el mismo lenguaje y las mismas herramientas” piensa.

Durante el cabildo, “se habló de la ruptura del miedo, de la fractura en esa imagen de país que Chile daba constantemente, siempre de que a Chile lo ven afuera como un milagro económico, súper estable, que estamos todos bien, y todos compartimos la necesidad de romper esa burbuja acá en México, y en otros países” comenta.

Mientras durante la primera semana se aliaron a las demandas de sacar a los militares de la calle, ahora piensan “que tiene que haber un juicio criminal a todos los que resulten responsables. Pedimos cero impunidad, una desmilitarización del territorio, asamblea constituyente plurinacional y vinculante, que consideramos que es un piso mínimo para que las discusiones puedan llegar a buen puerto, y la acusación constitucional. Hay un poco más de debate respecto a la inteligencia política de hacerlo ahora, pero es algo que se considera que hay que hacer, tarde o temprano”, finaliza Holloway.

Para esta semana, los chilenos residentes en México quieren replicar la marcha que se hará en Santiago el día martes, además de convocar a una cicletada el jueves, alrededor de la embajada.

Cabildo en la escalera del MAC

Frente al MAC, y al modo de una polis griega que se habla a sí misma, se realizó el Coloquio de perros, un encuentro que convocó al mundo de la cultura, la academia, y los medios de comunicación no tradicionales. Fernando Guzzoni, quien junto a Laura Estevez y Sebastián Herrera conforma el colectivo que organizó el encuentro, explica que lo lograron mediante la autogestión: “lo conseguimos todo nosotros, y por medio de gente que nos colaboró: conseguimos mesas, amplificación. Hicimos la convocatoria por internet, desde redes sociales y asistieron cerca de 700 personas, nos sorprendió”.

En su primera versión, Coloquio de perros sentó a Raúl Zurita, Constanza Michelson, Alejandro Goic, Jaime Bassa y Rodrigo Karmy, filósofo quien, curiosamente, recibió perdigones de Carabineros durante una manifestación estudiantil, hace diez años atrás. Así, de acuerdo a Guzzoni, el coloquio tuvo “dos espíritus”, uno que buscó llenar los vacíos legales del conflicto social, y otro que habló de la incertidumbre colectiva.

Créditos: Colectivo Tres Tristes Tigres.

“Una de las mesas tenía que ver con el mundo de las organizaciones sociales, que eran la Fundación Sol, el INDH, medios independientes, para darle un marco a las discusiones de temas áridos como la nueva constitución, la acusación constitucional, la asamblea constituyente, y así ayudar a entender el marco constitucional en el que nos estamos moviendo”, cuenta Fernando, ya que opina que “estamos todos perdidos en eso”.

Respecto a la subjetividad de la movilización social, Guzzoni rescata el aporte de la psicóloga Constanza Michelson: “La Constanza decía ayer algo súper bonito que traía un concepto desde la psicología clínica, el Paso al acto, que tenía que ver cuando uno se queda sin palabras, y no puede verbalizar lo que pasa por el cuerpo. Vemos que hay gente que está precisamente sin lograr desentrañar este cúmulo de cosas en este momento, en que confluyen tantos vectores, y lo que hace es moverse y tratar de identificarse con otro”, comenta. 

Desde ahí se plantean repetir el coloquio este domingo. “La gente está buscando generar un espacio para discutir, y encontrar pares para seguir conversando”, cree Fernando.

Todo Concepción caceroleando

“Hubo un cambio en la sociedad que tenemos que reestructurar desde los vínculos barriales”, piensa Camilo Riffo, miembro de la Junta de Vecinos Parque Ecuador Norte, del sector centro de Concepción. “Eso construye una nueva forma de relacionarse, y luego es el estado y los gobiernos los que van a tener que adecuarse, ya no desde una imposición, sino desde nosotras y nosotros, y nuestro día a día”, dice.

Camilo Riffo ha participado en las asambleas penquistas surgidas a propósito de la movilización nacional. “La semana pasada, de miércoles a domingo tuvimos asamblea todos los días, partimos con una, después nos separamos en barrios, y desde ahí hemos organizando distintos lugares”, explica Camilo. El día domingo, funcionaron simultáneamente ocho asambleas y cabildos, desprendidos de esta primera asamblea. 

El cabildo de su sector se realizó en el mismo parque, y se escuchó fuerte la exigencia de una nueva constitución. “En la asamblea donde participé se habló de la asamblea constituyente como un elemento clave para resolver varios de los problemas que tenemos, que no se pueden cambiar con esta constitución. En un segundo plano la búsqueda de la dignidad, y por último el tema de los DD.HH., que ha sido muy preocupante por todo lo que hemos vivido, y que dentro del análisis salió que es el sistema al que estamos acostumbrados, y que nos vulnera nuestros derechos humanos de otra forma, no solo con los militares”, cuenta Camilo.

El lunes nuevamente se convocó a una asamblea, y el jueves convocarán a una once con niños y niñas, “principalmente para no estar solo dependiendo de lo que hagan o no desde el Estado, porque sabemos que el gobierno es el responsable, por muchos cambios de gabinete que se hagan, y también porque valoramos estar organizados como vecinos”.

“También termina siendo importante que siga la movilización, para lograr las demandas concretas e inmediatas que se requieren para vivir en un país más digno”, termina, mientras de fondo se escuchan bocinazos y caceroleos. 

Entre trabajadores y familia

La productora Fábula convocó a su propio cabildo entre amigos, familiares y compañeros de trabajo, para el que se guiaron con la guía que la CUT dispuso. “Los ciudadanos, queremos y necesitamos tener un rol más activo en la vida pública, y que nuestra participación no se limite a los procesos electorales, pero no encontramos esos espacios. Eso, sumado a la urgente necesidad de cada uno de expresar lo vivido, de poner su propia experiencia al servicio de la construcción de un relato común”, explica Ángela Poblete, directora del área de TV. 

Durante el encuentro la palabra que más se repitió fue “dignidad”, “la necesidad de un país donde las personas tengan garantía de tener una vida digna. Y eso se repitió en todas las mesas y había un consenso generalizado”, explica Ángela, además de exigir esclarecer “las responsabilidades en relación a los atropellos a los Derechos Humanos”. 

“Ojalá sea posible involucrar a la ciudadanía en procesos de participación que sean vinculantes. Eso permitiría organizar la convivencia, recomponer el tejido social. Implica renunciar a cuotas de poder, pero es fundamental para el fortalecimiento de la democracia, y las personas lo están pidiendo con fuerza. Desde las calles, los cabildos y todas las formas de manifestación que hemos vivido”, comenta Ángela quien cuenta que planifica un grupo de estudio de la Constitución, “para entender en profundidad el debate que viene”. 

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