Bosco Cayo, dramaturgo: “El arte necesita volver a encontrarse con el público que ahora sale a la calle”

La mente de un joven diagnosticado con esquizofrenia alucina con el paisaje de quien será su propio asesino. José, desaparecido en Alto Hospicio, padece de imágenes que contaminan su realidad: araucarias que crecen en el desierto, vegetación en un basural de autos, el cerro Huantajaya que le habla. Su mente es consumida por otra persona, su actuar se sale de la norma. 

Esa es la premisa de “José desierto”, el quinto montaje de la Compañía Limitada, escrito por Bosco Cayo, se basa en el caso de José Vergara, joven diagnosticado con esquizofrenia que con 21 años se convirtió en el tercer detenido desaparecido en democracia en 2015, hasta hoy sin resolución. Un montaje que, en medio de una fuerte crisis social y política en Chile, aborda la salud mental y la vulneración de los derechos humanos. En este contexto, The Clinic conversó con el dramaturgo y le pidió reflexionar sobre cuál debe ser hoy la trinchera del teatro chileno. 

¿Cuál crees que es el rol de las artes escénicas en estos momentos de crisis?

-El primer rol tiene que ser ciudadano, ser parte de esta movilización, que es radical y no aguanta dobles discursos. Tiene que manifestarse, salir a la calle, no dejar que Piñera siga violentando a la gente, ser un cuerpo que dice NO al presidente y actuar según las necesidades que surjan. Luego puede escuchar, observar, reflexionar, decir, proponer y quizás crear. El arte también necesita convertirse en algo nuevo, ir contra los mismos modelos de producción que existen hoy. Necesita volver a encontrarse con el público que ahora sale a la calle, acompañarlos, seguir sus pasos. Es una revolución que nos tiene que afectar. 

Ustedes hacen teatro político y social, ¿cuál es su trinchera y bandera de lucha desde esta perspectiva?

-La creación desde la colaboración, donde las ideas de todas y todos tratan de armar una obra de teatro. Nos sometemos a una metodología de dirección que busca que “dialoguemos la dirección” algo que quiebra de alguna manera las jerarquías y pone en jaque el resultado, como algo que no es primordial. Luego miramos fuera de nosotros, para ver que pueda ser una “necesidad social” y comenzamos a investigar para crear algo que puede convertirse en una obra de teatro, pero que tiene un objetivo directo con eso que vemos como problema fuera de nosotras y nosotros. 

Y en general, según tu mirada, ¿cuál es la lucha del teatro dentro de esta lucha universal?

-Registrar, cuestionar, contrariarnos, juntarnos en una sala por lo que dura la obra, remover los corazones y hacernos recordar siempre. 

¿Crees que retomar las funciones es volver a la “normalidad”?

 -Nunca, es imposible. En Chile no hay normalidad hace mucho tiempo. 

¿Por qué deciden seguir adelante con el estreno de “josé desierto”, dado el contexto actual?

-Principalmente porque creemos que hablar de José Vergara, en este contexto de vulneración y violencia, es ofrecer otra manera de movilizarnos; es informar, diversificar las forma de discutir; decir que la violencia desmedida de Carabineros, no es algo nuevo; que en plena democracia ya se había desaparecido gente en Chile. Es también hablar de salud mental, cuestionarnos las leyes que existen y el poder del modelo biomédico, a puertas de una nueva Constitución. Pienso que no es un estreno -no estamos para estrenos-, es más bien es abrir un proceso para que podamos juntarnos a reflexionar desde el teatro nuestro acontecer actual. Creo que si hubiera sido otra la temática de la obra, no hubiéramos estrenado. 

¿Cuáles fueron las barreras y ahora los desafíos? (pensando en el contexto pero también en el medio teatral, en el público, incluso en lo práctico/operativo de llevar a cabo las funciones)

-Entender que estamos en un estado de movilización y que la creación/ producción se debe modificar a ese estado. Planificar y difundir, pues han ido variando las fechas en relación a las acciones de movilización que van surgiendo. Encontrar horarios, pues el metro cierra aleatoriamente en Quinta Normal, por eso decidimos hacer dobles funciones, sólo sábado y domingos; a las 12: 30 y 18 hrs. En este mismo sentido, nos sumarnos al proyecto “paga lo que puedas” para que todas y todos los que quieran pueden ir a ver la obra. Invitarles a manifestarse ya sea en las calles, asambleas, cabildos, etc.

Derechos humanos y crisis de la salud mental en Chile: la temática de la obra apelaba a la contingencia desde antes del estallido social. ¿Cómo la abordarán ahora y qué nos dice en relación al contexto país?

 -La obra nos invita a salir a las calles a marchar, a sentirnos orgullosos de ser locos y locas; y a luchar por nuestros derechos por una salud mental digna para todas y todos. Por suerte antes de las movilizaciones, ya teníamos armado el general de la obra, no hemos tenido que hacer grandes cambios, pues es cierto que tenía que ver con lo que está pasando ahora. Creo que no necesitamos hacer nada nuevo, pues por ahora el asombro está en las calles. Nosotros sólo nos sumamos, abriendo la sala para escuchar a “José desierto”, otro desaparecido, que pierde la vida por la violencia brutal de los Carabineros.

COORDENADAS:

– Por Compañía Limitada.

– 24 de noviembre, sábado 12:30 y 18:00 hrs, domingo 12:30 y 17:00 hrs
– Espacio Patricio Bunster, Matucana 100.
– $6.000 general y $3.000 estudiantes, 3ª edad + programa “Paga lo que puedas”
-Venta de entradas en boletería y Ticketplus.