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Entrevistas

7 de Enero de 2020

Catalina Saavedra: “La televisión abierta debería explotar con el estallido”

Catalina Saavedra. Fotos: Cincoojos

En pleno estallido social, la actriz se refiere en extenso a la situación post despertar de la cultura chilena, su visión en torno a las demandas sociales, cómo se mantiene en resistencia, su punto de vista frente a la realidad de ser chilenos y a situaciones de violencia y abuso ocurridas desde el 18 de octubre pasado.

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Fotos: Cincoojos

Han pasado dos meses desde que inició el estallido social, y conversamos con la actriz de cine, series de TV y teatro, Catalina Saavedra.

Nos reunimos en un café de calle Mosqueto, en el corazón del Barrio Bellas Artes. Mientras revuelve su café cortado, la premiada actriz cuenta que se prepara para actuar en diferentes obras y escenarios: ‘La ciudad de la fruta‘ se presentará el 8 de enero en el Centro Cultural Talagante y del 18 al 21 en el Teatro La Memoria, en el marco del Festival Santiago a Mil. El 9 de enero, ‘Diatriba’ estará presente en el Festival de Quilicura y terminando el mes, específicamente el 31 de enero, la aplaudida ‘Gladys’ se mostrará en el Teatro Municipal de Quilpué.

Catalina Saavedra. Foto: Cinco Ojos

En medio de la música de cantores callejeros, sonido de balizas y disparos de lacrimógenas que se escuchan a lo lejos, Catalina pasa por diferentes emociones durante la conversación, manteniendo su consistencia de siempre. 

Categórica, habla de las mutilaciones oculares, el incendio del Cine Arte Alameda, el fenómeno de Lastesis y el momento que vive el mundo de la cultura tras el estallido. 

Al finalizar, la acompañamos a ver a Inti Illimani que toca en los Tribunales de Justicia. Catalina canta y saca fotos, se encuentra con colegas y termina pintando un lienzo que dice: ‘Hagamos que florezcan las culturas de los pueblos’. 

Activa desde las tablas 

¿Cómo estás hoy?

-Muy deprimida, el rol cultural no le importa a nadie…a nadie. Nadie le ha dado el peso o importancia a la cultura a nivel humano. Está bien, una prioridad es la salud, porque si no tienes cultura no te vas a morir ¿me entiendes?

¿Sientes que la cultura está en el último eslabón de la cadena de asuntos relevantes?

-No sé si en el último, pero cercano al último sí.

¿Cómo has participado en esta revuelta?

-Siento que siempre he participado. Voy a las marchas, he ido a los encuentros, apoyo desde lo que hago, esa es mi bandera de lucha, en el fondo mi forma de resistencia sigue siendo la misma, tratando de no ceder ante la tentación del dinero y ahora va a ser más heavy, porque es más difícil. Somos independientes, si no hacemos la obra, donde ganamos tres pesos, si no hacemos las películas o las series donde nos llaman, no hay dinero. Ya había poco, ahora menos. Pero también es una forma de resistencia, ya lo he hecho millón de veces.

Ahora estoy con puro teatro, teníamos cosas que se cayeron, el estallido… el ‘the real estallido’ entonces, preparándonos para Santiago a Mil, que corre no sé con qué novedades, porque yo encuentro que todo lo que ocurra de aquí para delante debería venir modificado de alguna manera.

Catalina Saavedra. Foto: Cinco Ojos

¿Cómo se ha visto afectado el teatro después del estallido?

-Básicamente con cambios de horario y con reinventarse con la audiencia, que entiende y solidariza con funciones a las doce, a las cuatro. Con conversatorios -aunque eso siempre se daba- creo que ahora tiene más sentido. Odio la palabra “conversatorio”, prefiero “diálogo” o “encuentro” con el público.

¿Cuál es la posición de los actores en este momento?

-Volver modificados, y bueno, las obras en que yo participo tienen un contenido que siempre fue político y social, desde antes del estallido. Entonces, en términos de contenido, a nosotros no se nos modifica el discurso. Lo que se modifica es el objetivo en relación a la audiencia, lo que siempre hablo: llevar el teatro a la periferia. Ayer pensábamos ¿por qué no hacer una temporada en Cerrillos por ejemplo? y que la gente de acá tenga que ir a ver nuestra obra allá. Son cosas que ni siquiera se discuten. Uno puede tener buenas ideas, pero al que está a cargo no se le ocurre. 

 ¿Cuál debería ser el rol de los actores?

-Yo tengo mi postura, la he tenido siempre. Pero no sólo los actores: los artistas tienen que tener una opinión, sus trabajos tienen que tener algún sentido, un aporte al público al cual entregarle algo más que diversión. Mi amiga Bélgica Castro siempre dice que el público que va a ver tu obra tiene que salir modificado, algo le tiene que pasar.

No podría hablar del rol de los actores, porque hay tantos tipos de actores y tanta gente que supongo tienen distintos objetivos, pero el mío, el de mi grupo y de mi círculo más cercano, es ese.

Repercusiones culturales 

Durante el estallido han surgido nuevas canciones. En el cine o teatro ¿está pasando lo mismo?

-Todavía no, es muy reciente, creo que vienen ideas, obvio que sí, por lo menos lo que he escuchado de colegas que están preparando nuevas cosas. Yo supongo que es más lento el teatro, la canción puedes inventarla, escribir la letra, grabarla al otro día y sale en las redes, pero el teatro es más lento, el cine también.

¿Cómo crees que debería afectar el estallido en la televisión?

-La televisión debería explotar con el estallido, a mi la televisión me tiene harta, no sé qué podría pasar, que se acabara la televisión abierta, no sé, no voy a hacer una apología a los saqueos ni a las destrucciones, pero siempre me pregunté por qué no llegaron a quemar los canales. Con la tele tengo menos esperanza, es un arma demasiado poderosa como para tenerla de calidad, cultural, educativa, sensible, bien hecha…

Y en tu país imaginario ¿cómo tendría que ser?

– ¡Tendría que ser buena poh! Tener cosas mezcladas, en mi canal propio tendría un Vaudeville, una cosa liviana ¡pero una! no tendría así toda la programación.

Rescatarías cosas que en algún momento existieron en la TV chilena?

-¡Sí, claro!: ‘El Show de Los Libros’, ‘Plaza Sésamo’, los monos animados de Hanna Barbera, ‘Ojo con el Arte’. Ahí uno dice: ‘¿en qué minuto se perdió todo?’ o no tienen capacidad de percibir algo de calidad, o es un arma ¿cachay? Yo creo que son las dos cosas. La gente que está a cargo es muy ignorante. 

Lo único que me consuela, es que no voy a dejar de ser quien soy y voy a seguir, obviamente con más fuerza, con más ímpetu y con más ganas de trabajar aunque no gane nada. 

Catalina Saavedra. Foto: Cinco Ojos

¿Cómo es la realidad de los actores independientes?

-Yo he tenido suerte, pero me deprime profundamente ver a mis colegas que han hecho sólo teatro o clases, y que no tienen capacidad de ahorro, que no arriendan ni cagando una casa si es que no mienten…cero posibilidad de comprarse algo. Si eres independiente tienes que chamullar, justificar que tienes cuenta corriente… ¡qué es eso! es súper injusto y agotador. Y uno llega ahí no más, porque empiezas a pensar en la vejez, como que uno nunca fuera a ponerse viejo, y si lo piensas, es heavy. Cuando hablo con gente joven, les digo ‘invéntensela y cuiden su plata, no se la gasten en estupideces y preparen su futuro. Si ganas 100, gástate 80 y junta 20’. 

Es educación finalmente…

-Claro, y sólo es cosa de voluntad. Estoy segura que en muchos casos no tiene que ver con la plata. Incluso con la realidad económica que hay ahora, es voluntad del director de un colegio decir: ‘¿qué profe tengo, con qué sensibilidades? ¿por qué no enseñar las matemáticas en las plazas? Me carga que los sistemas Waldorf y Montessori sean de elite, porque son los más maravillosos. En una entrevista a un director de un colegio en Finlandia, le decían: ‘¿qué pasa cuando tienes un niño conflictivo?’ él respondía: ‘Le decimos: ‘¿qué pasa? ¿quieres hacer otra cosa?’ Eso es inteligencia emocional, enseñarle a los niños a ser tolerantes, a no ser prejuiciosos, discriminadores. Y eso, estoy segura, que es educación, no es dinero en el sentido humano del concepto.

¿Qué sentiste cuando viste arder el Cine Arte Alameda?

-Una tristeza profunda. Como todos los que creemos que la cultura debería ser tan importante como la salud y la educación. Un derecho humano para alimentar nuestra sensibilidad. Son pocos los espacios que tenemos para ver grandes películas. El Alameda era uno de ellos, pero renacerá de entre las cenizas.

Todo apunta a que fueron lacrimógenas lanzadas por Carabineros…

-No me extraña nada. En todo caso el cine se reconstruye. Los muertos no. Los ciegos no volverán a ver nunca más. Y las marcas de la violencia y la represión desmedida quedarán para siempre. 

Performances Feministas

¿Te resonó en la interna el fenómeno de LasTesis?

-Le dieron con el palo al gato. He leído poco de ellas, pero vi una entrevista y me parecieron súper inteligentes, es admirable que esto sea el resultado de un trabajo, porque no es que ‘ay ¿inventemos una canción y una coreografía?’. No, eso tiene un sustento, algo muy profundo en ellas y me hace admirarlas mucho. Le achuntaron, lo que hicieron fue efectivo como performance, y pienso en toda la gente creativa que hay, gente capaz, que viene haciendo cosas por años y que también ha hecho cosas increíbles. Lo de ellas me da esperanza de que se visibilice esta otra gente, ellas son un ejemplo, pero hay miles de personas como LasTesis, gente seria, sensible, que trabaja e investiga. Escritores que no tienen opción de sacar un libro, músicos, bailarines…en el mundo del arte hay gente que tiene mucho menos posibilidades, para los actores es más fácil, porque podemos ser conocidos por alguna huevá que hicimos en la tele o el teatro.

Otra mujer que hizo una performance potente es Mon Laferte en los premios Grammy ¿la viste? 

-Bien, me pareció osada, re bien. No dije ‘wow’ porque no me asombra ver a una niña en pechugas, no tengo ese impacto, pero encuentro que fue valiente, me gustó, usó muy bien su tribuna, y eso es lo que tiene que hacer la gente, usar los micrófonos de otra manera. Como Guarello. Yo escribí en mis redes “enguarellizate”. Ahora lo veo y digo ‘¿por qué va?’ pero qué bueno que diga las cosas que dice.


A propósito de mujeres potentes ¿crees que la figura de Gladys Marín ha sido más comprendida después del estallido?

-Comprendida por los mismos que la comprenden siempre… No, mira, yo pienso como Jorge González, me parece muy penoso que todas las cosas que se decían hace treinta años se sigan diciendo, no avanzamos y eso es terrible, porque es hermoso el himno del ‘Pateando Piedras’ de Los Prisioneros, pero que triste que lo estemos cantando de nuevo. Por eso tengo esperanza y desesperanza, esta gente se tendría que haber ido hace mucho rato, por ley deberían haber tenido prohibición de pertenecer al Congreso los Larraines, los Chadwick, los Piñera, los Moreira, toda esta gente recalcitrante que tiene poder político y económico.

Y de las comunicaciones…

-Eso también, creo que el Subcomandante Marcos decía que la publicidad era como la quinta guerra mundial: el poder, el neoliberalismo, las tarjetas, las deudas, las tentaciones, la publicidad que es asquerosa, todo es horrible en relación a la tele. El canal cultural que nunca fue, lleno de trámites burocráticos: ‘hay que seguir esperando, ya vamos a ver, vamos a probar, depende de aquí, ahora al Senado’…por eso que la gente está harta. 

También el mundo de la radio ha dado que hablar: Radio Bio Bio se vio envuelta en un ‘error’ al programar el himno nacional con la estrofa eliminada para el año nuevo. 

-La acumulación de ‘errores’ de esa radio deja mucho que desear. No resiste mucho análisis. Vergonzoso.

La política y los políticos 

¿Cómo viste la primera decisión de la Cámara de Diputados que votó en contra de la paridad de género en la Convención Constituyente?

-Fue un chiste, una cuestión que no podías creer, se subvalora a las mujeres, a los indígenas, al pueblo. Es terrible, una tras otra. Cuando tu dices ‘ya, ahora podría ser’ todo se derrumba. Todo se derrumba constantemente. No conocen otra realidad, no conocen la pobreza, la marginalidad.

Finalmente se aprobó ¿qué te parece?

-Es muy penoso que a estas alturas todavía estemos hablando de paridad, legalización del aborto y derechos de las mujeres. Me da pena vivir en un país tan mojigato, tan atrasado en temas que desde hace décadas debieran no ser tema. La iglesia, el machismo y el conservadurismo nos han hecho mucho daño. Pero, obviamente celebro que aún así se avance a paso de pulga.

Se está organizando un nuevo partido político cultural, se llaman ‘Fuerza Cultural’ ¿qué te parece? 

-Depende de quienes lo compongan. Soy súper reacia a pertenecer tácitamente a algo, a banderizarme. Yo sé que soy súper izquierdosa, pero no sé por qué tengo esa tranca. Participo, apoyo, pero pertenecer a un partido político… o sea, pienso y no sé si tendría mucho futuro, porque de verdad siento hay que pelearse a combos para que te escuchen o para que valoren el concepto de la cultura. 

Pese a tu reticencia con los partidos políticos ¿hay algún político que te llame la atención? 

-Siempre me han gustado los Boric, los Jackson, toda esa gente. Los Winter, los Scharp, las Vallejo…aunque salen con esas cosas raras ‘ups, firmamos’ pero yo no dudo de ellos.

¿Y Jadue?

-¡Jadue también! Con su República Independiente. Sí, pero Jadue no tiene ningún interés al parecer en presentarse a nada.

La gente de Recoleta lo quiere mucho como alcalde.

-Ha hecho cosas choras, y eso es lo que también me cuesta entender: ¿por qué se puede hacer un pequeño país en una comuna y no en un país? 

Hace unos días Boric fue insultado por un grupo de personas en el Parque Forestal ¿qué piensas de esa situación? 

-Encuentro que hay que tener una personalidad especial para ser político, y también hay que tener una personalidad especial para después de todo lo que le ha pasado a Boric, con aciertos y errores, ir a sentarse libremente sin esperar nada… era muy raro que no lo funaran, pero creo que sabe cuales son las reglas del juego. Igual me pareció extraño que se expusiera de esa manera, y también me pareció super especial como reaccionó: estoico. Supongo que sabía perfectamente que eso podía pasar. En todo caso como dije antes, todos los Boric, los Jackson, toda esta gente, tengo fe de que no terminen corrompiéndose…debe ser difícil el mundo político. 

En el Plebiscito Ciudadano que se hizo hace unas semanas, se consultó sobre la nueva Constitución entre otros temas, y hubo comunas donde no se incluyó esa pregunta ¿qué te parece? 

-Eso es como hacer la tarea a medias, poner las preguntas que te convienen y las que no, sacarlas. Me parece absurdo, que lástima que no se piense en conjunto frente a cosas de sentido común, es súper triste. Siempre pienso ‘que mala suerte de haber nacido aquí’… -porque uno nació aquí no más poh- Después vienen las opciones de emigrar, si es que las tienes. 

Yo no tomé esa opción en mi vida porque dije ’bueno, aquí es donde tal vez yo sea súper necesaria’. Pero igual entiendo a los que se han ido, se van y no quieren saber nada de esto, que es terrible. Aquí hay gente que se cree súper poderosa, yo insisto en que es un problema mental, un daño cerebral irreparable, genético, en la elite política histórica, que se repite, que se junta con ella misma, que se casa con los primos ¿cachay?

¿Y en qué país te gustaría vivir?

-Me gustaría vivir…no sé, me gusta vivir acá, soy masoquista, pero imagino que todos los países y el mundo entero está podrido francamente. Me gustaría vivir en un pueblo allá en la China, dónde la gente trabaja la tierra y protege la naturaleza, el medio ambiente, se sustenta con su propio alimento, como un mundo así, idílico. Claro, podría ir un rato y me desesperaría seguramente.

Coletazos del estallido: daño físico y emocional

¿Cómo piensas que va a terminar el estallido?

-No sé en qué va a terminar y me carga que siempre tenga que tener muertes, violencia, daño físico, vulneración. Es muy difícil. Tu miras Latinoamérica y es un desastre, como para pensar en un estallido general. 

Daño físico y vulneración como los casos de Gustavo Gatica, Fabiola Campillay y los heridos oculares que ha dejado la represión del gobierno… 

-Pienso en ellos y pienso al tiro en casos de la Dictadura que nunca se resolvieron, no puedo dejar de hacer ese link. Pienso en la actriz Carmen Bueno, mi colega que mataron y desapareció. Estoy segura que a pesar de lo horroroso que fue lo de Gatica, el va a tener un apoyo, una vida -modificada- pero va a seguir siendo el niño que dicen que era, sensible y que no tenía por qué pasarle lo que le pasó. El va a ser un resiliente, seguramente ella (Fabiola) también, y los cabros que perdieron un ojo, pero pienso en todos los otros… es impunidad, muy repetida la palabra ya. Es desesperanzador, pero es súper psicótico, porque a la vez es esperanzador. Un lado te dice ‘podemos llegar a algo por primera vez’. Pero es raro, fui a Cuba 10 días, de jurado a un festival de cine, y mi cuerpo no me permitía ser feliz allá … fui, hice mi pega, vi las películas, compartí, pero no iba de fiesta ni cagando.

Es imposible abstraerse con todo lo que pasa en Chile…

-Me fui dañada, estamos todos dañados. Y lo penca sería que se normalizara esto, un amigo que vive en la ‘zona cero’, me decía que ya sabe vivir con el olor, con el ruido… no quiero que se normalice y nos acostumbremos al olor a bomba.

¿Con qué velocidad crees que los cambios sociales que se están pidiendo se van a concretar?

-Yo lo veo tan lejano, esto no lo veo para mí, todo lo que aspiro o sueño, no creo que tenga la posibilidad de disfrutarlo. Lo veo para mi hijo, para él de adulto -que ya es adulto- pero más adulto… para sus hijos ojalá. Pero está tan enceguecido el poder, que he llegado a pensar que tienen un problema psicológico grave. Son demasiadas cosas, no es un sólo cambio el que hay que hacer, y con esta derecha recalcitrante y tan obtusa…nunca entendí por qué se permitió entrar al Congreso a gente que apoyaba la Dictadura por ejemplo, nunca entendí por qué hay personas que defendían a Pinochet. 

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